Aparente calma en Irán, los Guardianes de la Revolución elogian accionar del ejército
Los Guardianes de la Revolución alabaron este jueves la “rápida” acción de las fuerzas armadas ante los “amotinados” en Irán, donde internet seguía inaccesible para la mayoría de la población a pesar de un aparente regreso de la calma.
Tras varios días de manifestaciones en muchas ciudades iniciadas el viernes, unas horas después del anuncio repentino de una fuerte alza del precio del combustible, el Estado afirmó el miércoles haber salido victorioso de un “complot” urdido en el exterior.
Hasta el momento las autoridades confirmaron la muerte de cinco personas, pero la ONU dijo tener que “decenas” hayan muerto en los enfrentamientos.
De su lado, la organización de defensa de derechos humanos Amnistía Internacional acusó al poder de haber recurrido en forma excesiva “a la fuerza letal para aplastar manifestaciones en su mayoría pacíficas”, y estima que “al 106 manifestantes murieron” en 21 ciudades.
Según los Guardianes de la Revolución, el ejército de élite de la República Islámica de Irán, “se produjeron pequeños y grandes incidentes en (algo) menos de cien ciudades”, que fueron sofocados “en menos de 24 horas, y en algunos casos en 72 horas”.
“Es el resultado de la perspicacia y la acción rápida de las fuerzas armadas y las fuerzas del orden”, juzgan los Guardianes, agregando que “los principales cabecillas” fueron detenidos en las provincias de Teherán, Alborz (limítrofe de la capital) y Shiraz (centro-sur).
Las protestas en Irán se produjeron en un momento en que el vecino Irak se ve sacudido por una ola de revuelta popular de una magnitud inédita para denunciar la corrupción de las autoridades, así como la injerencia de Teherán.
Irán apoya a varios grupos armados en Irak -entre ellos algunos asociados de manera más o menos cercana a la frágil coalición gubernamental- y ayudó al gobierno iraquí en su guerra contra el grupo yihadista Estados Islámico (EI).
Para Teherán, la protesta en Irak, al igual que de los últimos días en Irán, es teledirigida por potencias extranjeras hostiles a la república Islámica: Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita, gran rival regional.
