Bélgica pide ayuda para hallar a un sospechoso de los atentados de Bruselas
La fiscalía federal de Bélgica lanzó este jueves un nuevo llamamiento a posibles testigos para hallar al ‘hombre del sombrero’, el tercero de los atacantes del aeropuerto de Bruselas, en el marco de la investigación sobre los atentados que dejaron 32 muertos el pasado 22 de marzo.
Más de dos semanas después de los atentados y de una infructuosa búsqueda, la policía pidió la difusión de este nuevo llamamiento a posibles testigos presenciales.
En una conferencia de prensa, la fiscalía presentó las imágenes de las cámaras de vigilancia de diferentes puntos de la ciudad que capturaron al sospechoso en su huida y permitieron reconstruir su itinerario durante las dos horas que siguieron a los estallidos de dos bombas en el aeropuerto (https://www.youtube.com/watch?v=eso1zW-eRqg).
Según la fiscalía, poco después de que estallaran las bombas en el vestíbulo de salidas del aeropuerto de Bruselas, a las 07h58 del 22 de marzo, las cámaras de seguridad graban al sospechoso saliendo del edificio y continuando su camino hasta salir del predio del aeropuerto.
El sospechoso cruzó a pie la localidad de Zaventem, donde se encuentra el aeropuerto, en dirección a Bruselas. Se deshizo en el camino de su chaqueta de color claro.
Otras cámaras de seguridad lo registran a las 08h50, las 09h42 y las 09h49. La última, situada a sólo 900 metros de los edificios de las instituciones europeas, lo hace a las 09h50. En el vídeo, se ve al hombre al parecer manteniendo una conversación telefónica mientras huye a pie, pero sin correr.
Los investigadores quieren hallar asimismo la chaqueta del hombre. “Nos interesa especialmente”, dijo el portavoz de la fiscalía Eric Van der Sypt, en conferencia de prensa. “Podría darnos importantes informaciones”.
– Tres kamikazes, tres sospechosos –
Pocos días después de los ataques, la policía detuvo a un primer sospechoso, Fayçal Cheffou, de quien creía, sobre la base de un testimonio, era el “hombre del sombrero”. Pero tuvo que liberarlo poco después al no poder confirmar las sospechas. Otra persona, un paquistaní, también fue detenida, pero luego liberada.
En total los investigadores buscan a tres sospechosos. El primero es el ‘hombre del sombrero’. El segundo, una persona cuyas huellas dactilares fueron halladas en el departamento allanado en Bruselas desde donde partieron los tres atacantes del aeropuerto y en donde la policía encontró 15 kilos de explosivos.
El tercer sospechoso fue registrado por las cámaras de seguridad hablando con el kamikaze que se hizo estallar en el metro de Bruselas. Las únicas certezas de los investigadores son los nombres de los atacantes suicidas. El del metro, Khalid El Bakraoui, y los del aeropuerto, Ibrahim El Bakraoui y Najim Laachraoui.
Este último, se supo el miércoles, trabajó dos veranos (en 2009 y 2010) para una empresa de limpieza en el Parlamento Europeo.
Estas tres personas están directamente vinculadas a los comandos que atacaron París el 13 de noviembre, atentados que dejaron 130 muertos, y en especial al sospechoso clave de estos ataques, Salah Abdeslam, detenido en Bruselas el 18 de marzo luego de cuatro meses de fuga.
La justicia francesa, que emitió en su contra una orden de arresto europea, espera su extradición. Pero el traslado de Abdeslam a Francia podría llevarse a cabo recién “dentro de varias semanas”, dijo este jueves su abogado, Sven Mary.
“Será entregado a Francia no antes de varias semanas, primero debe ser indagado en otro caso”, indicó Mary al salir de una audiencia que debía decidir sobre la detención preventiva de Abdeslam
Abdeslam debe responder “en el caso de Forest (…) en donde hubo disparos contra oficiales de policía”, explicó su abogado refiriéndose a la presunta participación de su cliente en un tiroteo el 15 de marzo en la comuna de Forest de Bruselas, en un allanamiento de la policía, que aceleró su captura.
Salah Abdeslam, un francés de 26 años, es para los investigadores el único superviviente de los comandos que atacaron París el 13 de noviembre. Está encarcelado en el pabellón de alta seguridad de la prisión de Brujas (noroeste de Bélgica).
