Brasil cierra 2017 con su menor inflación en casi 20 años
Brasil terminó el 2017 con una buena noticia económica: tuvo su menor inflación en casi 20 años.
La tasa anual del 2,95% es la más baja desde 1998 e incluso perforó el piso de la meta oficial del Banco Central (BCB), influenciada por una deflación de los precios agrícolas, y por ende de los alimentos, según revelaron este miércoles los datos del ente estatal de estadísticas IBGE.
El índice anual superó al 2,79% previsto por los operadores del mercado, quienes ya anticiparon un escenario menos benigno para 2018, cuando los precios subirían 3,95%.
“Extraordinario” reaccionó el presidente Michel Temer tras el anuncio en una reunión con su equipo económico.
“La lucha contra el desempleo tiene su fundamento básico en el aumento del consumo, en el aumento de la producción y fundamentalmente en la reducción de la inflación y en la reducción de los intereses”, comentó el mandatario en el encuentro en el que también estuvo presente el presidente del Banco Central de Brasil, Ilan Goldfajn.
La inflación de 2017 quedó solo por encima del 1,65% registrado en 1998, tres años después de la entrada en vigencia del real como nueva moneda brasileña, cuando se inició la serie histórica actual.
Y es la primera vez desde que comenzaron a fijarse metas inflacionarias que el incumplimiento es hacia abajo.
La marca de 2,95% es inferior al piso de 3% establecido por el BCB, cuyo centro era de 4,5% con un margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales en ambos sentidos.
Este miércoles el presidente del BCB envió una carta al ministro de Hacienda explicando por qué la previsión quedó fuera del rango estimado, siguiendo las normas brasileñas.
– Alimentos –
El 2017 estuvo signado por una caída de los precios de los alimentos, de la mano de una cosecha récord que está proyectada oficialmente en 241,9 millones de toneladas.
“Esa situación llevó al consumidor a pagar menos por los alimentos que el año pasado. Es la primera vez que ese grupo registra una deflación desde que se implementó el Plan Real”, dijo Fernando Gonçalves, gerente del Sistema Nacional de Índices de Precios al Consumidor del IBGE.
Los precios de los alimentos cayeron un 1,87% en 2017. En contrapartida, los gastos de salud subieron un 6,52%; los de transporte un 4,1% y los de educación un 7,11%.
La mayor economía latinoamericana salió el año pasado de una de las peores recesiones de su historia moderna, con dos contracciones consecutivas de su PIB de 3,5% en 2015 y 2016. En los primeros nueve meses del 2017 la economía creció 0,6% interanual y las previsiones indican que el año cerrará con una expansión de 1,01%.
Para 2018, el sondeo del BCB indica que el PIB aumentaría 2,69%.
– 2018 –
La desaceleración de los precios mantuvo al indicador lejos del registro de 6,29% de 2016, y aún más del 10,67% anotado el año precedente, lo que abre espacio para que el BCB mantenga su política de recortes de la tasa de referencia.
La entidad rectora del sistema financiero ya anticipó posibles nuevas bajas desde el actual mínimo histórico de 7% con la idea de alentar el consumo y la inversión.
Pero la aceleración de los precios al consumidor en el último mes del año pasado podrían ser la señal de largada de las predicciones menos optimistas para 2018, año que estará marcado por un proceso electoral de final incierto.
En rueda de prensa, el presidente el BCB, Ilan Goldfajn, afirmó que en 2018 la inflación debe subir alcanzando 4,5%. “El beneficio para la población de que la inflación se mantenga en la meta [próxima de 4,5% en 2018] es que está asociado a la vuelta del crecimiento, a la vuelta del empleo y del poder de compra”, dijo Goldfajn.
En diciembre pasado la inflación fue de 0,44%, contra un 0,28% de noviembre. Y esa aceleración fue impulsada por los alimentos, que cortaron una racha de siete meses en baja para saltar un 0,54%.
