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EEUU bombardea un convoy prorrégimen en Siria

El secretario estadounidense de Defensa, Jim Mattis, el 24 de abri de 2017 afp_tickers

Aviones de la coalición liderada por Estados Unidos atacaron el jueves un convoy prorrégimen en Siria cerca de la frontera con Jordania, seis semanas después de los primeros bombardeos de la administración Trump en el país.

Por otro lado, en el centro de Siria, los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) llevaron a cabo un sangriento ataque que dejó más de 50 muertos, la mitad de los cuales eran milicianos prorrégimen.

Estos hechos coincidieron con las negociaciones que se están celebrando en Ginebra desde el martes, auspiciadas por la ONU, entre representantes del régimen y de la oposición, que aceptaron formar un comité de expertos sobre la Constitución.

“La coalición ha bombardeado a las fuerzas prorrégimen (…) que suponían una amenaza para las fuerzas estadounidenses y las fuerzas aliadas (sirias) en At-Tanf”, cerca de la frontera jordana, declaró el coronel Ryan Dillon, portavoz militar de la coalición antiyihadista liderada por Washington.

Otro responsable estadounidense, que pidió el anonimato, precisó a la AFP que las fuerzas prorrégimen atacadas eran “probablemente milicias chiitas”, sin dar más detalles sobre su identidad.

El régimen de Damasco, por su parte, no confirmó el bombardeo estadounidense.

El secretario estadounidense de Defensa, Jim Mattis, aseguró que Estados Unidos no trataba de “incrementar su papel” en la guerra civil sino de defender a sus tropas si se ven amenazadas.

Estados Unidos y la coalición no bombardean a las fuerzas vinculadas con el régimen sirio, excepto en el caso del ataque contra la base aérea siria de Shayrat, a principios de abril, decidido por el presidente Donald Trump tras un ataque químico del que se responsabilizó al régimen.

– Ataque del grupo EI –

En otra parte de Siria, en el este de la provincia de Hama, los yihadistas del grupo EI bombardearon al amanecer dos localidades antes de atacarlas, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Durante el ataque, 52 personas murieron, incluyendo, al menos, 15 civiles y 27 combatientes prorrégimen, precisó el ODSH. El grupo extremista sunita perdió, por su parte, 15 combatientes.

El ataque tuvo como objetivo dos aldeas en el este de la provincia de Hama; Aqareb, donde la mayor parte de la población es ismaelita, y Mabujé, donde viven sunitas y en minoría jafaritas, ismaelitas y alauitas.

La agencia oficial Sana afirmó que el ataque costó la vida a 20 civiles en Aqareb, sin mencionar a la aldea de Mabujé. En cambio, precisó que la mayoría de los civiles asesinados en Aqareb fueron decapitados y sus miembros amputados.

Mabujé ya había sido atacada por el EI en marzo de 2015. Los yihadistas ejecutaron a 37 civiles y secuestraron a otros 50, la mitad de ellos mujeres.

– Comité de expertos –

El régimen y los rebeldes del EI se reparten el control de la provincia de Hama, situada en el centro del país, en guerra desde 2011. Pero los yihadistas están perdiendo terreno.

Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza de combatientes kurdos y árabes, apoyada por la coalición internacional, están a las puertas de Raqa, bastión del EI. Las fuerzas del régimen le cierran el cerco a los yihadistas en las provincias de Homs, Alepo y Hama, mientras que los rebeldes avanzan por el sur.

El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó este jueves que algunos países miembros de la organización consideran que es necesario enviar una “señal política” uniéndose formalmente a la coalición anti-EI. Sin embargo, “se excluye” comprometerse en las operación de combate.

En Ginebra, la ONU anunció el jueves que los representantes del gobierno y de la oposición, representada por el Alto Comité de Negociaciones (ACN), habían acordado formar un comité de expertos para tratar sobre “cuestiones constitucionales”.

Los participantes deberán dialogar sobre cuatro temas principales: la Constitución, la gobernanza, las elecciones y la lucha contra el terrorismo.

Pero el jueves, el jefe de la delegación gubernamental, Bashar Al Jaafari, restó importancia a los diálogos sobre cuestiones constitucionales.

“El trabajo de estos expertos no tendrá nada que ver con la Constitución (…) No tomarán decisiones”, dijo a la prensa. No obstante, señaló que se llevarían a cabo reuniones informales el viernes.

En seis años, la guerra ha causado la muerte de más de 320.000 personas en Siria y forzado a la mitad de los habitantes a abandonar sus hogares.

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