El BCE mantiene sin cambios su política monetaria pero está dispuesto a “actuar”
El Banco Central Europeo (BCE) dejó sin cambios este jueves su principal tasa de referencia porque, en palabras de su presidente, Mario Draghi, su política monetaria “es eficaz”, sin que ello ponga en duda su “voluntad o capacidad de actuar” si es necesario.
“Por el momento no hay cambios lo suficientemente importantes como para justificar una acción (del BCE)”, dijo Draghi en conferencia de prensa.
“Nuestra política monetaria es eficaz”, justificó, subrayando que la falta de cambios en la coyuntura no pone en duda su “voluntad o capacidad de actuar” si es necesario.
Al término de la reunión regular de política monetaria, el consejo de gobernadores dejó este jueves su principal tasa de referencia en 0%, su tasa de crédito marginal en 0,25% y su tasa de depósitos en -0,40%.
El BCE tampoco modificó el nivel de compras de su programa de flexibilización monetaria, llamado QE (Quantitative Easing).
La entidad prevé continuar la compra masiva de deuda en los mercados a altura de 80.000 millones de euros cada mes “hasta marzo de 2017, o más allá si es necesario”, señaló un portavoz.
– ‘Statu quo’ –
Los analistas anticipaban este ‘statu quo’ monetario dados los indicadores económicos, que eran “muy poco concluyentes como para justificar toda nueva acción” este jueves, explicó Carsten Brzeski, jefe economista de ING-Diba.
Ningún economista apostaba por un nuevo recorte en las tasas, que ya se encuentran en su más bajo histórico, y anticipaban no obstante una nueva extensión del programa QE lanzado en marzo de 2015.
Esta medida se percibía como una manera de sosegar a los mercados sobre el carácter duradero del apoyo del BCE a la economía de la zona euro, cuando la inflación se mantiene desesperadamente baja, bloqueada en 0,2% en agosto, lejos del objetivo del BCE de una evolución de precios cercana pero inferior a 2%.
– Recuperación “a ritmo moderado” –
Draghi también presentó las nuevas previsiones trimestrales de crecimiento e inflación, las primeras desde el voto en Gran Bretaña a favor de una salida de la Unión Europea, a fines de junio.
El PIB de la zona euro debería expandirse un 1,7% en 2016, una ligera revisión al alza, de una décima, en relación al anticipado en junio.
La economía europea solo crecerá en cambio un 1,6% en 2017 y en 2018, contra 1,7% estimado previamente, detalló Draghi en una rueda de prensa.
Ya en junio, durante el anuncio de las últimas previsiones macroeconómicas, el BCE se había mostrado más optimista para 2016 y había revisado a la baja sus expectativas para 2017 y 2018.
El BCE sigue esperando una recuperación económica “a un ritmo moderado pero constante” a pesar de algunos riesgos, dijo Draghi al término de la reunión de política monetaria del consejo de gobernadores del banco.
En cuanto a las previsiones de inflación, sin cambios con respecto a junio, los precios en la zona euro progresarán de 0,2% en 2016, 1,2% en 2017 y 1,6% en 2018.
Aunque el horizonte se va despejando poco a poco, la evolución de los precios está todavía lejos del objetivo de 2% fijado por el BCE.
Es a la luz de estos indicadores que el Consejo de Gobernadores adopta sus decisiones de política monetaria.
“El BCE ya hizo mucho, ya no puede hacer casi nada”, estimó Johannes Gareis del banco Natixis. “Necesita guardar municiones” en caso de que la situación se degrade francamente hacia fin de año, añadió.
Holger Schmieding, de Berenberg, estimó que el BCE esperará su reunión de diciembre antes de actuar, ya que entonces “tendrá una idea bien clara del impacto a medio plazo del Brexit”.
Las elecciones estadounidenses y el referendo constitucional en Italia en noviembre, que podrían provocar la caída del gobierno del primer ministro italiano, Matteo Renzi, son dos “factores de riesgo” que deberían alimentar la idea de esperar hasta diciembre para actuar.
