El exministro francés Cahuzac, juzgado por sus cuentas ocultas en el extranjero
Afecto al fraude fiscal y poseedor de una cuenta oculta en el exterior: el exministro del Presupuesto francés, Jérôme Cahuzac, se enfrentó este lunes a la justicia, cuatro años después de haber desatado uno de los más sonados escándalos en el mandato presidencial de François Hollande.
Cahuzac, batallaba por un lado como ministro por la recuperación del Estado y por otro ‘Birdie’ quien poseía una cuenta en Suiza y se hacía entregar dinero en efectivo en la calle.
Tras una primera audiencia en febrero y un recurso en trámite, el juicio ante el tribunal correccional de París finalmente se reanudó en esta jornada.
Cahuzac, de 64 años, actualmente alejado de la vida política, será juzgado hasta el 15 de septiembre por fraude fiscal, blanqueo de dinero y por haber “infravalorado” su declaración de patrimonio al integrarse en el Gobierno en mayo de 2012.
La renuncia de la exestrella ascendente socialista, en marzo de 2013, y después sus confesiones en abril, dañaron a la “República ejemplar” prometida por Hollande durante su campaña.
La ONG Transparency International France estimó este lunes que, retrospectivamente, “el caso Cahuzac ha sido un revulsivo para Francia”, con la creación en 2013 de una fiscalía financiera nacional y una ley sobre la transparencia en la vida pública, que exige a los ministros y funcionarios electos revelar su patrimonio.
El exministro es juzgado junto a su exesposa Patricia Ménard y sus consejeros, el banquero suizo François Reyl y el exabogado Philippe Houman.
Pueden ser condenados hasta a siete años de prisión y tener que pagar una multa de un millón de euros. El discreto banco ginebrino Reyl comparecía también, en tanto persona moral.
El caso comenzó en diciembre de 2012, cuando la web de información Mediapart reveló la existencia de una cuenta oculta, primero en Suiza y después en Singapur, cuyo titular era Jérôme Cahuzac, médico cirujano de formación.
Al mes siguiente, la fiscalía abrió su investigación.
En un principio negó formalmente poseer cuentas ocultas, mintiendo al Parlamento y al presidente Hollande.
Luego, terminaría revelando los mecanismos de fraude fiscal, “obstinado”, “sofisticado” y “familiar”.
El exministro y su exmujer, médico dermatóloga, poseían en sociedad una clínica de implantes capilares hasta su separación.
