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El mercado del arte chino se debate entre la calidad y el lucro

El artista chino Cui Ruzhao el 24 de marzo de 2016 afp_tickers

La serenidad de los paisajes con tinta de Cui Ruzhuo, el artista chino vivo más lucrativo, contrasta con el tumultuoso mercado del arte contemporáneo, guiado por el dinero, a veces en detrimento de la calidad.

A contracorriente de la tendencia general, los compradores se disputaban el año pasado en las salas de subastas las aguadas de montañas de Cui, generando 120 millones de dólares, o sea una subida de 69% en un año, según un estudio de Hurun Report.

“Cuando un artista crea, es muy importante que sea sincero y responsable con su arte”, declaró Cui Ruzhuo, quien este año cumple 74 años.

“No consideren las obras sólo como productos”, afirma el artista multimillonario dirigiéndose a sus colegas.

Y es que las conversaciones giran en torno al dinero.

“El mercado del arte chino es un verdadero desmadre. La gente busca normas para evaluar las obras, pero el arte no es como los Juegos Olímpicos”, subraya Xie Chunyan, artista y columnista.

“Un salto de longitud se mide en metros. Pero para el arte no es tan sencillo. El dinero puede constituir una unidad de medida, pero no es el único criterio”, añade.

– Sobornos –

Según el presidente de Hurun Report, Rupert Hoogewerf, la clasificación también sirve de guía para las personas a las que les interesa el arte, pero no lo comprenden.

Quisieran saber más “pero no saben por dónde comenzar”, explica, refiriéndose a “los nuevos ricos”.

El mercado chino del arte contemporáneo está lleno de incoherencias y derivas. En ocasiones los críticos cobran coimas a cambio de artículos halagadores, lo que contribuye a disparar los precios.

Hoogewerf reconoce que sus estadísticas se basan en los resultados de las subastas y por lo tanto no reflejan toda la realidad.

“Todo el mundo sabe que el precio de las subastas pueden inflarse”, afirma. Esto amenaza la calidad y la evolución del mercado, según artistas y críticos.

“Un medio artístico focalizado en el dinero genera artistas de valor neto elevado. No artistas importantes o realmente excepcionales”, lamenta Li Mo, calígrafo e historiador de la universidad de Pekín.

“El mercado del arte y la creación artística son como las dos alas de un pájaro. Si el ala de la creación se atrofia y la del dinero se hace fuerte, el medio artístico da palos de ciego”.

El resultado acumulado de las ventas en subasta de los 100 principales artistas chinos vivos alcanzó el año pasado los 565 millones de dólares, una caída de 45% respecto a 2014, según Hurun Report.

Una caída debida al desplome del número de obras (6.863 vendidas en 2015 contre 15.921 el año anterior).

El mercado, según el crítico Qi Jianqiu, se vio muy afectado por la ralentización económica y la campaña anticorrupción del presidente Xi Jinping.

Según el pintor Zhang Zhaohui, si las ventas de algunos artistas han progresado es “debido a las buenas relaciones con los burócratas y los ricos”.

“No son artistas muy buenos, pero trabajan con su red. Utilizan quizá el 10% de su energía y de su materia gris para pintar y el 90% para sacar provecho de sus relaciones”, estima el pintor, convencido de que la historia los pondrá en su lugar.

“La historia es como un colador -explica-, siempre filtrará las obras que no resisten la prueba del tiempo, mientras que las de calidad se transmitirán de generación en generación”.

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