El presidente saliente Niinistö, favorito en las elecciones en Finlandia
El presidente finlandés saliente, Sauli Niinistö, un conservador pragmático y proeuropeo que mostró dotes de equilibrista al mantener buenas relaciones con Washington y Moscú, es el gran favorito de las elecciones del domingo en su país.
El dirigente, que aspira a un segundo mandato, se presenta ante los electores con una popularidad envidiable: a finales de 2017, obtenía cerca de un 80% de opiniones favorables entre los finlandeses. Según los sondeos, ganará los comicios en la primera vuelta.
Tras su victoria ante el ecologista Pekka Haavisto en 2012, Niinistö, de 69 años, se desvinculó de los partidos para situarse por encima de las luchas políticas y dedicarse a su misión principal: situar a Finlandia bajo la protección del escudo nuclear estadounidense, sin enemistarse con su poderoso vecino ruso.
Los finlandeses “quieren estabilidad, no desean cambios por el momento”, explica Juhana Aunesluoma, director de investigación en la Red de Estudios Europeos de la universidad de Helsinki.
Las últimas encuestas publicadas el jueves vaticinan que Niinistö obtendrá entre el 58% y el 63% de los votos, muy por delante de sus adversarios. El candidato siguiente, Pekka Haavisto, apenas lograría entre el 13% y el 14% de los sufragios.
Sauli Niinistö es el presidente más popular por detrás de Urho Kekkonen (1956-81) y por delante del mariscal Mannerheim, héroe de las guerras contra el ejército soviético.
– Relaciones personales con Putin –
El presidente, que es jefe del Estado y de los ejércitos, comparte la gestión de los asuntos internacionales y de la defensa con el gobierno, a excepción de los asuntos europeos.
Y Niinistö utilizó plenamente esas prerrogativas para cuidar sus relaciones con Rusia, muy tensas con Occidente desde la anexión de Crimea por las tropas rusas en 2014.
“Su estrategia y su táctica resultaron ser ganadoras, sobre todo en la manera de lidiar con [el presidente ruso Vladimir] Putin (…) La gente tiene el sentimiento de que posee la capacidad y las herramientas para afrontar esos retos”, asegura Aunesluoma.
Las buenas relaciones con Moscú no impidieron que Finlandia, antiguo territorio de la Rusia imperial (1809-1917), se acercara a Estados Unidos y la OTAN.
“Uno de los principales objetivos de la política extranjera y de seguridad de Finlandia es evitar verse arrastrada en un conflicto armado”, explicó Niinistö a mediados de enero, con ocasión del centenario de la creación de las fuerzas armadas nacionales.
Por ello descarta unirse a la OTAN, un acto que Moscú consideraría como un casus belli.
– Un dirigente atípico –
Niinistö nació en agosto de 1948 en Salo, en el suroeste de Finlandia, en el seno de una familia obrera. Primero fue abogado antes de dedicarse a la política en las filas del partido conservador Coalición Nacional.
Fue ministro de Justicia en 1995 y 1996, y luego pasó a ocupar la cartera de Finanzas entre 1996 y 2003, un periodo durante el cual ayudó a su país a salir de la recesión de finales de los años 1990 y a entrar en la zona euro.
Entre 2007 y 2011 fue presidente del Parlamento, donde algunos diputados lo acusaron de ser arrogante, un rasgo que muchos electores consideran indispensable en la escena internacional.
“Dice lo que piensa. No sigue el juego clásico de la política”, considera el politólogo Tom Moring.
El diputado socialdemócrata Timo Harakka tacha al presidente de “conservador social” recordando que no apoyó el matrimonio homosexual.
La vida personal de Niinistö ha sido de lo más agitada. En 1995, este padre de dos hijos perdió a su primera esposa en un accidente de tráfico.
En 2004, sobrevivió al tsunami en Tailandia y salvó la vida de su hijo pequeño trepando a un árbol. Su primogénito logró subirse al tejado del hotel.
El presidente tuvo luego una relación con una diputada que había sido reina de belleza. Y en 2009 se casó con la asesora de prensa de su partido, Jenni Haukio, que es 29 años más joven que él.
Todas estos episodios permitieron suavizar la imagen pública de un hombre considerado como un poco rígido.
