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El Vaticano abre un juicio contra dos periodistas y un cura español

Los periodistas italianos Gianluigi Nuzzi (izq) y Emiliano Fittipaldi llegan al Vaticano el 24 de noviembre de 2015, antes de la apertura del juicio conra ellos y tres personas más, acusados de divulgar documentos confidenciales afp_tickers

El Vaticano abrió este martes un controvertido juicio contra cinco personas, entre ellas dos periodistas italianos y un cura español, acusadas ​​de divulgar documentos confidenciales sobre la malversación de fondos y el despilfarro en la Santa Sede.

La primera audiencia del juicio, que duró una hora, se llevó a cabo en la sala del tribunal del Vaticano ante la presencia de los cinco acusados y un pequeño grupo de periodistas.

Las audiencias proseguirán todos los días de la próxima semana con sesiones tanto en la mañana como en la tarde.

Los dos periodistas, Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, autores de sendos libros sobre la corrupción en la Curia Romana, lanzados el 5 de noviembre pasado, han sido acusados ​​de “divulgación ilícita” de documentos confidenciales.

Se trata de la primera vez que el Estado más pequeño del mundo procesa a dos periodistas, lo que ha sido calificado por la prensa italiana de “nueva Inquisición”.

Además de los periodistas será juzgado el prelado español Lucio Ángel Vallejo Balda, de 54 años, la consultora italiana Francesca Immacolata Chaouqui, de 34 años, y un colaborador de Vallejo, Nicola Maio, de 37 años, a quienes se les acusa de haber formado una “asociación criminal organizada” con el fin de divulgar noticias y documentos que afectan “los intereses” de la Santa Sede.

La divulgación de documentos reservados “contra la seguridad del Estado” es un delito introducido por el papa Francisco en julio del 2013 y es castigado con una pena de 4 a 8 años de cárcel.

– “Aquí estoy protegido” –

El único de los acusados que se encuentra desde el 2 de noviembre bajo detención en una celda dentro del Vaticano, el español Vallejo Balda, miembro del Opus Dei, secretario de la extinta Comisión de Estudio sobre la Organización de las Estructuras Económicas – Administrativas de la Santa Sede (COSEA), llegó al tribunal a bordo de un automóvil de la gendarmería vaticana.

“Estoy sereno, me tratan muy bien y aquí estoy protegido”, aseguró el religioso español a un grupo de periodistas.

Acusado de haber filtrado la mayoría de los documentos difundidos, monseñor Vallejo espera que el juicio se concluya lo más rápido posible.

“El papa quiere que esto termine lo antes posible y también yo”, comentó.

– Incredulidad –

Los dos periodistas, que con sus libros destaparon casos de corrupción, despilfarro y malversación en la Curia Romana, manifestaron por su parte su “incredulidad” por ser procesados por la corte vaticana.

“No he escrito noticias falsas o difamatorias” aseguró Fittipaldi, cuyo libro se basa, como el de Nuzzi, en documentos, grabaciones, correos electrónicos, actas de reuniones y fotos provenientes de las oficinas del Vaticano.

“Simplemente publiqué noticias: una actividad protegida y garantizada por la Constitución Italiana, la Convención Europea de los Derechos del Hombre y de la Declaración Universal del Derecho del Hombre”, recalcó.

Al contrario de cuando estalló en 2012 el escándalo de ‘Vatileaks’, bajo el pontificado de Benedicto XVI, los documentos no fueron robados del escritorio del pontífice por su mayordomo sino que provienen de las personas designadas por el mismo papa Francisco para reformar las finanzas.

“Espero ser absuelto. No he cometido delito alguno. Lo que hice fue una investigación. El Vaticano viola el derecho internacional al procesar periodistas, es la manifestación de una iglesia oscurantista, que no responde al mensaje de revolución dulce que impulsa Francisco”, aseguró Nuzzi en una rueda de prensa.

Nuzzi, periodista televisivo, autor también de “Su Santidad: las cartas secretas de Benedicto XVI”, un libro que recoge las cartas personales del pontífice robadas por su exmayordomo, no fue enjuiciado hace tres años porque entonces ese delito no existía en el Código Penal vigente en el Vaticano.

– Ninguna ley protege a la prensa –

Según el fiscal del caso, Roberto Zannoti, no se trata de juzgar la libertad de prensa, sino de establecer si se obtuvieron en forma ilícita las noticias y los documentos publicados.

“Yo estoy sereno. Mi relación con Vallejo Balda fue siempre cordial y serena”, aseguró Nuzzi, quien negó haber ejercido presiones para obtener la documentación.

“No somos mártires, somos periodistas y cronistas”, dijo.

Paralelamente, la Asociación de Corresponsales Extranjeros en Italia manifestó este martes su solidaridad con los periodistas y definió “preocupante” que reporteros italianos sean enjuiciados en el Vaticano.

“Filtrar documentos es algo constante en toda democracia”, se defendió por su parte Fittipaldi, de la revista L’Espresso.

“Pensé que iban a investigar a los acusados de actividades delictivas, no a las personas que denuncian los delitos”, comentó.

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