Elecciones al Senado francés, ¿primer revés de Macron en las urnas?
Emmanuel Macron podría sufrir su primer revés en las urnas este domingo en las elecciones al Senado, después de que la popularidad del joven presidente francés se desplomara abruptamente desde su elección en mayo.
Macron gozó de una corta luna de miel con los franceses. Menos de seis meses después de que llegara al poder, apenas el 44% de los encuestados están satisfechos con su actuación.
Aunque no gane la mayoría en el Senado el domingo esto no le impediría gobernar, pero sí podría complicar sus planes de impulsar reformas constitucionales.
La mitad de los escaños en la cámara alta están en juego en esta elección indirecta, en la que solo diputados, consejeros regionales y provinciales, alcaldes y concejales pueden votar.
El portavoz del Gobierno, Christophe Castaner, admitió que el ejecutivo no espera un “tsunami” en los comicios del domingo como el de las legislativas de junio, en las que los diputados del partido de Macron, La República en Marcha (LREM), obtuvieron una holgada mayoría.
“El huracán LREM ya no es de categoría 5”, zanjó Philippe Raynaud, profesor de ciencias políticas en la Universidad Panteón-Assas, en París.
Los analistas predicen que la cámara alta, dominada por los conservadores desde 2014, seguirá en manos de la derecha.
“Quiero que el Senado constituya una oposición exigente”, declaró este viernes el actual presidente de la cámara y candidato a su propia sucesión, Gérard Larcher.
“Pienso que una gran parte de delegados del Senado buscarán un equilibrio de poderes”, estimó.
– Metas modestas –
El partido de Macron cuenta con 29 senadores y se ha fijado metas modestas para el domingo: consolidar su implantación en la cámara alta, en la que se renovarán 171 de los 348 escaños.
“Esperamos ir más lejos”, dijo prudente François Patriat, jefe del grupo LREM en el Senado. Sin embargo, el sistema electoral indirecto no es favorable a Macron.
“La República en Marcha se construyó a través de un vínculo casi directo con el pueblo francés”, apuntó François Miquet-Marty, de la consultora Viavoice.
“Pero la elección de senadores no funciona así” dado que éstos son elegidos por sufragio indirecto por un colegio de grandes electores, el 95% de los cuales son ediles.
En los últimos meses el Gobierno ha tomado una serie de medidas que no son del gusto de los representantes locales, que incluye 300 millones de euros (360 millones de dólares) en recortes de fondos para las autoridades locales y regionales.
Otros no están contentos con la decisión de Macron de eliminar un impuesto local de vivienda para el 80% de los hogares, un ingreso importante en sus presupuestos.
“El Gobierno ha acumulado una serie de errores y ha hecho todo lo que está a su alcance para enfadar a los representantes locales”, lamentó el senador centrista Vincent Capo-Canellas.
– ¿Referéndum? –
El Senado tiene el poder de retrasar los proyectos de ley, pero en caso de un estancamiento, la última palabra la tiene la Asamblea -cámara baja- dominada por LREM, lo que significa que aunque Macron no obtenga una mayoría el domingo podrá seguir aplicando sus prometidas reformas económicas.
Pero la cámara alta podría potencialmente torpedear sus planes de emprender cambios constitucionales, incluyendo su proyecto de reducir un tercio el número de escaños en el Parlamento.
Para esto, Macron necesitaría el apoyo de tres quintos de las dos cámaras combinadas, 555 escaños en total.
Actualmente tiene el respaldo de unos 400 miembros de la Asamblea -313 de LREM- pero necesitaría reunir casi 160 más del Senado.
Como último recurso, sin embargo, ha dicho que presentaría sus reformas a un referéndum si fuera necesario.
