Inesperada caída del desempleo en Brasil, gracias al sector informal
El desempleo en Brasil cayó a 12,8% en el trimestre cerrado en julio, frente a 13% en el periodo inmediatamente anterior (abril-junio), prosiguiendo una recuperación que se debe ante todo al sector informal, con empleos poco calificados.
La mejora del índice, divulgado este jueves por el instituto de estadísticas IBGE, sorprendió a los analistas, que apostaban mayoritariamente por una variación nula.
El número de desocupados cayó en ese lapso de 13,5 millones a 13,3 millones.
En el periodo mayo-julio de 2016, la tasa de desempleo se situaba en 11,6%. Llegó a su ápice, de 13,7%, en el primer trimestre de este año, pero desde entonces registró cuatro reflujos mensuales consecutivos.
Los datos apuntalan las señales de que la mayor economía latinoamericana emerge de la peor recesión de su historia, aunque “la mayoría de los puestos de trabajo” creados en los últimos meses pertenecen al sector informal y son de baja calidad, admitió el IBGE.
“Todo proceso de aumento de la población empleada es algo positivo, pero ese dato preocupa, porque está basado en la informalidad. Si la dinámica perdurara (…), tendríamos empleos de baja calidad. El empleo sin contrato carece de garantías laborales”, declaró Cimar Azeredo, coordinador de Trabajo y Rendimiento en el IBGE.
El analista André Perfeito, de Gradual Investimentos, que había previsto una caída de una décima en el índice de desempleo, cree sin embargo que la tendencia se acentuará, debido a las medidas de flexibilización laboral recientemente promulgadas por el gobierno del presidente Michel Temer.
“La reforma del régimen laboral hará eso permanente” y puede llegar a afectar a los empleos industriales, que exigen mayor cualificación, dijo Perfeito a la AFP.
El número de personas con trabajo en el periodo mayo-julio era de 90,7 millones, algo más elevado que en el mismo periodo del año pasado (90,5 millones).
Pero el número de empleados con contratos formales en el sector privado cayó en ese lapso de 34,3 a 33,3 millones (-2,9%), en tanto que el de personas sin contrato (excluyendo los trabajadores domésticos) subió de 10,2 a 10,7 millones (+4,6%).
– Argumentos para Temer –
La caída del desempleo será sin duda recibida con beneplácito por Temer y su ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, que impulsan un severo plan de ajustes para recuperar la confianza de los inversores.
Podrán reforzar así -junto al control de la inflación y la caída d elas tasas de interés- su argumentario de “conquistas” realizadas desde la caída de la presidenta de izquierda Dilma Rousseff, separada de su cargo en mayo de 2016 y formalmente destituida por el Congreso hace exactamente un año.
Temer se halla actualmente en China, promocionando un plan de privatizaciones de importantes activos en las áreas de energía, infraestructuras y transportes.
Para ello, tendrá que disipar dudas que tienen que ver con la solidez de la recuperación económica, con las acusaciones de corrupción que llegan al propio mandatario y con la cercanía de las elecciones del año próximo.
Ese escenario compromete la aprobación de reformas reclamadas por el mercado pero que generan fuerte resistencia social, como la del régimen de jubilaciones.
El gobierno se vio obligado este mes a aumentar sus previsiones de déficit en 2017 y 2018, para evitar la parálisis administrativa.
El PIB de Brasil tuvo en el primer trimestre de este año su primer resultado positivo (+1%) respecto al trimestre anterior, después de ocho períodos consecutivos de contracción.
El PIB del segundo trimestre será divulgado el viernes. La estimativa promedio de 18 analistas consultados por el diario económico Valor es de un crecimiento nulo.
