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Inicia en Bruselas un juicio contra un ruandés acusado de “crimen de genocidio”

Fabien Neretsé, un ex alto funcionario ruandés, el 4 de noviembre de 2019 en el Palacio de Justicia de Bruselas, encargado de su juicio por presunta participación en el genocidio de 1994 afp_tickers

El juicio en Bruselas contra Fabien Neretsé, un ex alto funcionario ruandés, comenzó este jueves con la lectura de los cargos retenidos contra este hombre de 71 años, acusado de haber participado en el genocidio de 1994 en Ruanda.

Neretsé, que defiende su inocencia, enfrenta la cadena perpetua por “crimen de genocidio”, un cargo retenido por primera vez pese a tratarse del quinto juicio en Bélgica vinculado al genocidio en su antigua colonia.

“Fabien, apellido Neretsé, nacido el 21 de octubre de 1948 en Mataba”. El acusado se identificó, como es costumbre, a su llegada al banquillo de los acusados hacia las 09H30 (08H30 GMT).

Detenido en 2011 en Francia, donde vivía desde hacía una decena de años, compareció libre al juicio, al haber pasado sólo algunos meses en detención preventiva, pese a que la fiscalía lo considera “un sospechoso de primera categoría”.

“Es decir, la categoría de los planificadores del genocidio”, según una lista oficial de las autoridades ruandesas de 2001, recordaron los representantes del ministerio público al leer los cargos contra el acusado de etnia hutu.

Allegados de las víctimas estaban presentes al inicio de la audiencia, entre ellos Martine Beckers, una belga de 70 años, cuya hermana, cuñado (ruandés de origen tutsi) y sobrina figuran entre las posibles víctimas de Neretsé.

Según la acusación, el acusado, habitante del mismo vecindario, encargó a hombres armados en abril de 1994 impedir que los tres y otros ocho residentes de la zona buscaran refugio cuando las masacres habían empezado.

Además de estos 11 muertos en Kigali, otros dos se le atribuyen a Neretsé en las prefecturas de Gitarama y Ruhengeri (norte), donde este ingeniero agrícola fundó una escuela que habría servido para financiar una milicia armada.

La justicia belga lo acusa de 13 asesinatos y de tres intentos de asesinato entre abril y julio de 1994 en Ruanda, donde, según la ONU, el genocidio costó la vida de al menos 800.000 personas, especialmente tutsis.

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