La coalición contra el grupo EI pone a Mosul en su línea de mira
La coalición internacional contra el grupo Estado Islámico (EI) se reunió este jueves en Washington para preparar la reconquista de la ciudad de Mosul en Irak y de Raqa en Siria, dos bastiones de los yihadistas.
“La liberación de Mosul está ahora a la vista”, anunció el representante estadounidense en el seno de la coalición, Brett McGurk, ante ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa de unos 40 países, convocados por los estadounidenses John Kerry y Ashton Carter.
Pero Mosul, la ciudad de dos millones de habitantes donde el grupo EI había proclamado en el verano boreal de 2014 su “califato”, será “la más compleja” de las operaciones de liberación realizadas hasta este momento por las fuerzas iraquíes, alertó McGurk.
Según un responsable europeo que participó de las discusiones en Washington, la reciente liberación de Faluya y la reconquista de la base aérea de Qayará, cabeza de puente esencial para lanzar la ofensiva sobre Mosul, han sido “más rápidas de lo previsto” en los planes militares iniciales de la coalición.
“Tengo confianza en que tendremos éxito, vamos a privar al Dáesh [acrónimo en árabe del EI] de su base geográfica”, dijo el secretario de Estado John Kerry tras la reunión.
“Pero el Dáesh seguirá siendo peligroso incluso después de la derrota”, advirtió.
En esta primera jornada de conversaciones, los ministros de Defensa se reunieron por separado para debatir tácticas militares, mientras que los titulares de Exteriores solicitaron 2.000 millones de dólares para la reconstrucción.
“Nos preocupa el hecho de que las operaciones militares para liberar Mosul (…) y el posible desplazamiento de hasta un millón de personas que puede suponer pudieran aumentar las necesidades humanitarias incluso más allá de los recursos recientemente solicitados”, indica el comunicado final.
El encuentro de este jueves sirvió para debatir cómo asegurar que una victoria en Mosul sea rápidamente seguida de un acuerdo político y del retorno de los refugiados.
De todas formas, a la coalición le preocupa lo que suceda durante y después de la liberación de la ciudad, de mayoría sunita, pero que cuenta también con numerosas minorías.
– Fin del “califato” –
“No podemos dejar que los esfuerzos de estabilización” de Irak “se retrasen” por los avances militares actuales de la coalición, dijo el secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter.
La coalición, creada en verano boreal de 2014 y que efectuó 14.000 ataques en Siria y en Irak, prepara con el gobierno iraquí la acogida de decenas de miles de refugiados que quizá huyan de los futuros combates. Para ello, se necesitarán equipamientos de urgencia, así como ayudas alimentaria y de generadores eléctricos.
Los aliados intentan además determinar cómo manejar la futura gobernación de la ciudad, sobre la cual Bagdad y el gobierno regional del Kurdistán iraquí deben ponerse de acuerdo.
“Debemos alentar a todas las partes (iraquíes) a dejar de lado sus divisiones”, instó McGurk, reclamando “un intenso esfuerzo diplomático” de la coalición con los iraquíes.
Según el responsable, en el interior de la ciudad permanecen un millón de civiles de diferentes grupos étnicos y religiosos.
Tras la experiencia de la coalición en las ciudades de Tikrit, Ramadi y Faluya, se establecerán recursos específicos para campos de refugiados y para reconstrucción.
“Creo que gracias a la conferencia de promesas de ayer [miércoles] y los encuentros de esta semana, esos fondos se van a conseguir”, indicó McGurk.
“La liberación de Mosul, y de Raqa ahora es un objetivo alcanzable y que debemos lograr”, añadió.
Tanto Kerry como Carter consideran que es posible y necesario sacar al grupo EI de Irak y Siria, pero advirtieron de que aunque la reconquista de Mosul les arrebate un espacio para entrenar, planear y difundir propaganda, no impedirá a los yihadistas inspirar ataques.
