Los protagonistas de las elecciones legislativas en Bulgaria
Los pequeños partidos políticos deberían tener un papel preponderante en las legislativas de Bulgaria que se celebran este domingo, en las que el duelo entre el primer ministro saliente conservador y la candidata socialista se anuncia ajustado.
Kornelia Ninova, impulsora del renacimiento socialista
Kornelia Ninova, de 48 años, da un nuevo impulso al Partido Socialista (PSB), poco popular entre los búlgaros desde su último Gobierno.
Ninova tomó las riendas del partido en mayo y destronó a los dirigentes socialistas tradicionales, imponiendo un máximo de dos mandatos en el Parlamento y en la dirección del PSB.
“Renovamos el partido, es hora de renovar el país”, asegura.
Esta jurista y exempresaria fue viceministra de Economía en 2005, dos años después de entrar en el PSB. Sería la primera mujer al frente de un Gobierno búlgaro.
Boiko Borisov, carismático y espontáneo
Boiko Borisov, de 57 años, es el líder del partido conservador Gerb. Logró dos mandatos como primer ministro. Ambos terminaron con una dimisión.
Alto, corpulento y con la cabeza rapada, este cinturón negro de kárate es un exbombero con un carrera política meteórica. Borisov fue guardaespaldas del dictador comunista Todor Jivkov después de que dejara el poder en 1989. Luego ocupó la misma función para el exrey Simeón II cuando regresó de su exilio. En 2001, ocupó un alto puesto en la policía.
Carismático y espontáneo, se convirtió en primer ministro en 2009. Dimitió en 2013 y fue reelegido en 2014.
Aspira a un tercer mandato presentándose como el garante de la estabilidad, miembro fiel de la Unión Europea y de la OTAN, sin descuidar las relaciones “pragmáticas” con Moscú.
Mustafá Karadayi, el “patriota” turco
Los 700.000 turcos que viven en Bulgaria, una herencia del imperio Otomano, están representados históricamente por el Movimiento para los Derechos y Libertades (MDL), que dice ser fiel a los valores nacionales búlgaros.
Mustafá Karadayi, de 46 años, es el presidente de esta formación desde abril de 2016, tras suceder en el cargo a Lutvi Mestan, que fundó un partido rival, Dost, ideológicamente más cercano a Turquía.
Karadayi, discreto y conciliador, sigue la línea del fundador y figura del MDL, Ahmed Dogan, y critica “el abandono de los valores kemalistas”, como el laicismo, por parte del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Tanto Borisov como Ninova descarta aliarse con el MDL, tercera fuerza en el Parlamento pero considerado un aliado poco fiable.
Krasimir Karakachanov, el nacionalista
Krassimir Karakatchanov, de 51 años, tercero en las elecciones presidenciales de noviembre, aspira a ser el árbitro en el duelo entre conservadores y socialistas.
Es uno de los tres líderes de la coalición Patriotas Unidos, hostil a los migrantes, a los musulmanes, a los gitanos, así como a las minorías sexuales.
Karakachanov estima que los macedonios son búlgaros, aunque no reclama territorios del país vecino.
Karakachanov no cuestiona la pertenencia a la UE o a la OTAN, pero cree que “Bulgaria debe desarrollar buenas relaciones con otros actores como Rusia y China”. Al igual que los socialistas, quiere que se levanten las sanciones occidentales a Rusia.
Veselin Marechki, el “Trump” búlgaro
El empresario Vesselin Marechki, recién llegado a la política, espera entrar en el Parlamento y podría ser útil a la hora de formar coaliciones, con una tendencia más bien favorable al Gerb.
Marechki, de 49 años, dueño de farmacias y estaciones de servicio donde vende combustible un 15% más barato que la competencia, denuncia “el monopolio” de la refinería petrolera rusa Lukoil y el “cártel” de distribuidores de combustibles.
Se presenta como el “Trump búlgaro”. Sus adversarios lo acusan de “fraude fiscal”.
Marechki promete además que aplastará a los ladrones y que ayudará a las familias jóvenes.
