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Merkel visita Turquía en un contexto de tensión por el acuerdo migratorio

El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, y la canciller alemana, Angela Merkel, en rueda de prensa el 23 de abril tras vsitar un campamento de refugiados en la frontera entre Turquía y Siria, en Gaziantep afp_tickers

Varios dirigentes europeos, entre ellos la canciller alemana, Angela Merkel, visitaron este sábado un campo de refugiados en el sur de Turquía para reafirmar el acuerdo migratorio con Ankara, en un contexto de tensión por las presiones en contra del pacto.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el vicepresidente de la Comisión Europea Frans Timmermans y Merkel visitaron junto al primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, un campo en Gaziantep, cerca de la frontera siria.

Abierto en 2013, el campo de Nizip 2 acoge en casas prefabricadas a cerca de 5.000 refugiados sirios, entre ellos 1.900 niños, según cifras del gobierno turco.

En una de las entradas al campo una pancarta rezaba “Bienvenido a Turquía, el país que más refugiados acoge en todo el mundo”. En el país hay 2,7 millones de refugiados sirios.

En conferencia de prensa, el primer ministro turco recordó que la exención de la visa de entrada a la Unión Europea (UE) para los turcos, como parte del acuerdo migratorio, es un tema “vital” para su gobierno. El primer ministro Davutoglu declaró estar “confiado” de que la UE hará lo necesario en este asunto, que forma parte de “una promesa del gobierno a su pueblo”.

La visita llega tres semanas después de entrar en vigor un controvertido acuerdo entre Bruselas y Ankara que pretende disuadir los viajes clandestinos por mar de migrantes y refugiados hacia Europa, confrontada a su mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial.

Turquía se ha comprometido a aceptar el regreso a su territorio de todos los migrantes que hayan entrado ilegalmente en Grecia desde el 20 de marzo. El plan prevé que, por cada refugiado sirio expulsado a Turquía, otro sirio sea “reinstalado” en algún país europeo, hasta un límite de 72.000 refugiados.

A cambio, los europeos han aprobado una ayuda financiera de hasta 6.000 millones de euros a Turquía, y han aceptado relanzar las conversaciones sobre su adhesión a la UE y sobre la exención de visado para los turcos que deseen entrar en la Unión.

Los dirigentes turcos han advertido de que no están obligados a respetar el acuerdo migratorio si los europeos no cumplen sobre la exención de visados

El ejecutivo europeo ha indicado que presentará un informe al respecto el 4 de mayo.

“Tengo la intención de cumplir con los compromisos siempre que Turquía muestre resultados”, dijo la canciller alemana, en relación de los 78 criterios establecidos por Bruselas, de los cuales ha cumplido cerca de la mitad.

En la conferencia de prensa, el presidente del Consejo Europeo dijo que Turquía “es el mejor ejemplo para el mundo” sobre cómo tratar a los refugiados.

Esa afirmación contrasta con la posición de la ONG Amnistía Internacional, que insiste en que Turquía no es un “país seguro” para los refugiados y acusa a Ankara de haber devuelto decenas de personas a Siria, donde la guerra ya ha dejado más de 270.000 muertos.

Por su parte, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, consideró que con el pacto firmado por la UE y Ankara, promovido por Angela Merkel, “nos hemos entregado a Turquía”. “Algo así nunca es bueno”, dijo el mandatario en una entrevista con el semanario alemán Wirtschaftswoche coincidiendo con la visita de dirigentes europeos a Turquía.

“La seguridad de la Unión Europea no puede estar en manos de una potencia exterior a la UE”, consideró Orban, quien mandó construir una valla en la frontera de su país para frenar el flujo de refugiados y migrantes.

– Un ejercicio de equilibrio –

Durante la visita al campo de Nizip, Merkel se reunió con algunos de los niños y jóvenes que dibujaban sentados en una de las aulas de clase.

Los niños le entregaron regalos a la canciller y varios la saludaron con besos.

“Tenemos escuelas y hospitales, la vida es buena aquí, pero queremos saber cuál es nuestro futuro (…) Si la guerra se termina hoy, yo vuelvo a Siria mañana”, dijo a la AFP Mohamed Tomoq, un hombre de 49 años que huyó de Damasco con su mujer y sus cuatro hijos.

Hasta ahora la UE se ha gastado 77 millones de euros en varios proyectos en Turquía, a los que pronto se sumaran otros 110 millones.

En la visita, los dirigente europeos enfrentaron un ejercicio de equilibrio diplomático entre la posición del gobierno turco sobre el acuerdo y las críticas de las organizaciones de defensa de los derechos humanos.

Uno de los temas sensibles fue la cuestión de la libertad de expresión y de prensa en Turquía, donde el viernes comenzó un juicio contra cuatro académicos acusados de “propaganda terrorista”, y dos conocidos periodistas, por “espionaje”.

La canciller había previsto inicialmente viajar a Kilis, provincia vecina a Gaziantep, pero el lanzamiento de varios disparos de mortero en la zona atribuidos por Ankara al grupo Estado Islámico (EI) obligaron a cancelar la visita.

El gobernador de la provincia de Konya (centro) anunció el sábado la detención de seis supuestos miembros del EI preparados para atentar contra “dignatarios del Estado” a pocas horas de la llegada de los líderes europeos.

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