Penelope Fillon, una esposa discreta en el ojo del huracán
La esposa del candidato conservador a las elecciones presidenciales francesas, Penelope Fillon, investigada por su empleo como colaboradora parlamentaria de su marido, François Fillon, se define como una “campesina” discreta, apasionada por los caballos y a quien le gustan poco las luces del poder.
Esta galesa de origen, que habla con un leve acento británico, reivindica su discreción: “Hasta ahora no me había implicado nunca en la vida política de mi marido”, dijo durante la campaña de las primarias de la derecha, en otoño de 2016.
“Sentí de repente el deseo de involucrarme, comprometerme con más fuerza que antes, pues desde hace 35 años fui discreta, pero ahora la coyuntura es diferente, es la primera vez que François se presenta a la presidencia de la República”, subrayó.
En ese momento forzó un poco su temperamento, logrando hacer algunas apariciones, desplazándose y amadrinando el comité ‘Las mujeres con Fillon’.
Se trata de una discreción que siempre ha cultivado. En 2008, cuando su esposo era primer ministro, afirmó que “no desempeño ningún papel, lo acompaño a veces, me limito a eso”.
Sin embargo, el semanario Le Canard Enchaîné declaró el miércoles que durante todos esos años cobró un salario de asistenta parlamentaria, incluso después de que su marido abandonara la Asamblea Nacional, provocando el inicio de una investigación sobre la realidad de su trabajo.
“Me acompaña en la vida política desde hace 30 años, es además concejal en su pueblo (…), lo hace con una gran discreción y humildad”, comentó François Fillon en noviembre. “Hizo muchas campañas conmigo, pero siempre en la sombra”.
Penelope Fillon fue elegida en marzo de 2014 para el consejo municipal de Solesmes, un pueblo del departamento de Sarthe (centro-oeste), de unos mil habitantes. El alcalde, Pascal Lelièvre, la califica de “discreta” pero “comprometida”, pues ella “no falta a ninguna reunión”, dijo a AFP.
En su ficha de la alcaldía de Solesmes, está actualmente inscrita como “Penelope Fillon, 62 años, ama de casa”.
– “La anti-Carla Bruni” –
“Soy solo una campesina, no es mi medio natural”, declaró en 2007 tras su llegada a París, cuando su marido fue nombrado primer ministro por el presidente Nicolas Sarkozy. Aseguraba entonces aspirar a no ser reconocida en la calle, prefiriendo su vida en el campo y la equitación.
Es en esa fecha cuando se presenta al público, tras llegar a pie a Matignon, la residencia de los primeros ministros franceses, para la investidura de su marido, que reemplazaba al saliente, Dominique de Villepin.
Fotógrafos y camarógrafos tomaron múltiples imágenes del contraste entre Penelope Fillon, con un conjunto de lino y Marie-Laure de Villepin, que llevaba un traje de de alta costura en el que figuraban impresas las palabras ‘adiós’, ‘ciao ciao’, ‘bye bye’ y ‘salut’.
“Penelope Fillon, la anti-Carla Bruni”, titulaba en otoño la revista de prensa rosa Closer, refiriéndose a la mediática esposa de Nicolas Sarkozy.
En agosto de 2013, cuando su marido se lanzó a la conquista del Elíseo, posó en familia para la revista Paris-Match en el jardín de su casa en Sarthe, con los cabellos grises, sombrero de paja y pose clásica. Penelope Kathryn Clarke, su nombre de soltera, nació en el pequeño pueblo de Llanover, cerca de Abergavenny, en Gales, y es hija de George, abogado, y Gladys, ambos fallecidos.
‘Penny’ estudiaba Derecho cuando conoció a su futuro esposo a finales de los 70. Trabajó un año en una academia de la región de Sarthe como asistente de inglés. La pareja tiene cinco hijos y tres nietos.
