Pese a estar acorralado, el EI sigue haciendo daño en Raqa
Armados y disfrazados de combatientes kurdos, decenas de yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) se meten en un barrio de Raqa que perdieron hace varios meses. En su antigua “capital” del norte de Siria, el grupo ultrarradical conserva una real capacidad de hacer daño.
Desde un último reducto en Raqa y rodeados por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), los yihadistas siguen siendo capaces de llevar a cabo mortíferos ataques contra sectores considerados como relativamente seguros, donde la alianza de combatientes kurdos y árabes, apoyada por Washington, está bien implantada.
Fue así como los yihadistas atacaron un centro mediático de las FDS en Meshleb, un barrio de la periferia este de Raqa y uno de los primeros en ser conquistados en junio por la alianza kurdoárabe, que estableció allí su retaguardia.
“Llevaban uniformes de las YPG (Unidades de protección del pueblo kurdo, principal componente de las FDS) y llegaron desde el este a bordo de seis vehículos”, aseguró Kani Shahani, el responsable del centro, que se comunicó con la AFP durante el ataque, que tuvo lugar esta semana.
Los enfrentamientos duraron varias horas y dejaron dos muertos entre las FDS. Pero, sobre todo, demostraron la frágil calma que reina en los barrios reconquistados. En una semana se produjeron dos intentos de infiltración del EI, abortados, en barrios del oeste.
– ‘Células durmientes’ –
El viernes, en las barreras de control de la carretera que conduce hacia el este de la ciudad, los combatientes de las FDS registraban los vehículos y las motos que pasaban, ante el temor de que los yihadistas huyan mezclándose con los civiles.
“Ha habido más de un intento de ataque de Dáesh [acrónimo árabe del EI] para romper el sitio impuesto a los que están dentro”, indicó a la AFP Mustefa Bali, responsable de medios para las FDS.
Tras varios meses de ofensiva, las FDS reconquistaron la inmensa mayoría de Raqa, pero aún quedan yihadistas atrincherados en un reducto del centro de la ciudad, donde se encuentra el principal hospital y el estadio.
Los yihadistas llegaron a “atacar detrás de las líneas del frente”, añadió Bali, precisando que en la ofensiva de Meshleb participó una treintena de combatientes del EI, llegados desde fuera de Raqa, por el este.
“Eso significa que la infiltración fue importante. Se supone que esta zona es relativamente segura”, reconoció, apuntando que esto probaría la existencia de “células durmientes” del EI. Además, tampoco se han registrado todos los edificios de la ciudad y se teme que haya túneles que faciliten los movimientos de los yihadistas.
– ‘De cualquier parte’ –
“Hace dos días, nos vimos confrontados a un ataque subterráneo”, indicó Jeker Derek, un combatiente de las FDS posicionado en el oeste de la ciudad. “Combatientes de Dáesh llegaron por aquí y nos enfrentamos a ellos”, precisó, señalando la entrada de un túnel, ya bloqueado, en un edificio. “La entrada está ahí pero no sabemos a dónde conduce”.
A unos cientos de metros se encuentra un hospital de Raqa en el que los yihadistas podrían tener civiles retenidos, según las FDS.
La semana pasada, la coalición internacional liderada por EEUU anunció haber detenido a varios yihadistas, incluido un dirigente local, que trataban de huir entre los civiles.
“Lo que nos preocupa es que se infiltren entre los flujos de desplazados”, había indicado anteriormente a la AFP un comandante de la coalición. “Es como un boxeador que está casi derrotado, pero que sigue dando puñetazos, que va a lograr golpear de vez en cuando. Sigue siendo peligroso”, advirtió.
En Hawi al Hawa, en la periferia oeste de Raqa, que las FDS retomaron hace varios meses, Jamal Mahmud teme un ataque contra su unidad. “En el frente, sabes que tu enemigo estará delante. Pero en una ciudad liberada con todos esos túneles, puede venir de cualquier parte”, explica.
