Sudáfrica faltó a su deber al no arrestar al presidente sudanés, según la CPI
La Corte Penal Internacional (CPI) juzgó este jueves que Sudáfrica faltó a sus obligaciones al no arrestar en su territorio en junio de 2015 al presidente sudanés, Omar al Bashir, perseguido por un genocidio en Darfur.
“La cámara concluye que (…) Sudáfrica no respetó la petición de la Corte para arrestar y entregar a Omar al Bashir”, declaró el juez Cuno Tarfusser, “impidiendo así que la Corte ejerciera sus funciones (…) en relación con los procesos criminales instituidos contra” el presidente sudanés.
Los jueces rechazaron sin embargo presentar el caso delante del Consejo de Seguridad de la ONU, que sometió en 2005 la situación en Darfur a la CPI, ni delante de la asamblea de los Estados miembro del Estatuto de Roma, tratado fundador de la Corte, con base en La Haya.
“La cámara considera que un reenvío (…) no está justificado”, precisó Tarfusser.
Bashir es objeto de dos mandatos de arresto internacionales emitidos por la CPI en 2009 y en 2010 por genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra cometidos en Darfur, provincia del oeste de Sudán, víctima desde 2003 de una guerra civil que ha dejado 330.000 muertos, según la ONU.
Pretoria y la CPI libran una dura batalla judicial desde que a mediados de junio de 2015 las autoridades sudafricanas dejaran a Bashir volver a su país después de su participación en una cumbre de la Unión Africana (UA) en Johannesburgo.
Al permitir despegar su avión de una base militar, el Gobierno, que tuvo la posibilidad de detenerlo, “escogió no hacerlo”, afirmó la acusación en abril ante la CPI.