Una ONG denuncia detenciones y extorsiones a refugiados a su vuelta a Siria
Refugiados y desplazados que regresan a las regiones de Siria controladas por el régimen de Bashar al Asad sufren detenciones arbitrarias, corrupción endémica y la ineficacia de los servicios públicos, afirma este miércoles una oenegé.
Los sirios en “los territorios del régimen, viven con miedo y se sienten extremadamente vulnerables”, afirma la Asociación Siria para la Dignidad del Ciudadano (SACD) en una rueda de prensa en Estambul.
Alrededor del 59% de las personas consultadas por el estudio publicado por esta organización “se plantean seriamente irse de las zonas del régimen en cuanto se les presente la ocasión”.
El régimen sirio ha arrebatado múltiples localidades a los rebeldes y a los yihadistas e incita a los más de cinco millones de refugiados que viven en el exilio a volver a Siria.
Pero la SACD denuncia “detenciones arbitrarias” y el “reclutamiento forzado”, “una moneda corriente entre las fuerzas de Asad”.
La asociación ha interrogado a 165 personas en los alrededores de Damasco, así como en las provincias de Alepo (norte), Homs (centre) y Deraa (sur).
– “Detenciones y acoso” –
Dos tercios de los consultados afirman “vivir con el miedo permanente a una detención o acoso” por parte de los servicios de seguridad y de las milicias prorrégimen.
La oenegé denuncia también “corrupción” y “extorsiones”.
Cita el caso de Um Mohamed, de 45 años y originaria de Alepo.
“Fue detenida cuando intentaba conseguir un documento de identidad. Pasó 50 días en la cárcel y se vio obligada a ceder su casa y parte de su propiedad” a una milicia prorrégimen, afirma la oenegé. Para ser liberada “tuvo que pagar una importante suma de dinero para sobornar a un oficial”.
Más de 198.000 refugiados volvieron a Siria entre 2016 y agosto de 2019, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
La mayoría de los interrogados por la SACD sienten “una insatisfacción total” con los servicios básicos como el agua y la electricidad y el 66% se queja de los servicios de salud.
Al comienzo de octubre el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid Muallem, ha asegurado que el régimen “no detiene a ninguno” de los que vuelven.
