
Al menos tres muertos y nueve heridos por el paso del supertifón Ragasa por Filipinas
Manila, 23 sep (EFE).- Al menos tres personas murieron y nueve resultaron heridas en Filipinas por el paso del supertifón Ragasa, la mayor tormenta del año, que tocó tierra el lunes en el norte del archipiélago obligando a evacuar a miles de personas, antes de continuar este martes su avance hacia el sur de China.
El Consejo Nacional de Gestión y Reducción de Riesgo de Desastres de Filipinas (NDRRMC, en inglés) reportó en su último informe tres fallecidos y nueve heridos, además de cinco desaparecidos, tras el paso de Ragasa.
El supertifón desplazó a 17.562 personas, además de provocar inundaciones y deslizamientos de tierra en el norte del país asiático. Las autoridades suspendieron este martes, por segundo día consecutivo, las clases presenciales en decenas de provincias todavía afectadas por las lluvias asociadas a la tormenta.
Ragasa tocó tierra ayer en la provincia de Cagayan, en el norte de Filipinas, acompañado de fuertes vientos sostenidos de 215 kilómetros por hora y rachas superiores a 265. Actualmente, el tifón ha perdido algo de fuerza y cuenta con ráfagas de hasta 230 kilómetros por hora, indicó la Agencia Meteorológica de Filipinas (PAGASA) en un comunicado.
El avance de Ragasa obligó ayer a las autoridades de Taiwán a dar la alerta y evacuar a más de 7.600 residentes.
La tormenta avanza ahora hacia el sur de China, donde las autoridades de la ciudad de Shenzen anunciaron la evacuación preventiva de unas 400.000 personas en áreas de riesgo y paralizaron desde este martes el tráfico ferroviario y aéreo, además de suspender las clases.
Las autoridades advirtieron que Ragasa, que alcanzó la categoría de supertifón el domingo, podría convertirse en el tifón de mayor impacto en Shenzhen desde 2018, con vientos de hasta 260 km/h y lluvias acumuladas de 300 milímetros, lo que ha activado mecanismos de emergencia adicionales para reforzar la seguridad.
Filipinas sufre unos veinte tifones y tormentas tropicales al año, especialmente en la temporada de lluvias, que suele comenzar en junio y termina en noviembre o diciembre, y Ragasa golpeó el país en medio de multitudinarias protestas por la corrupción en millonarios proyectos de control de inundaciones, supuestamente finalizados pero en realidad inexistentes o de baja calidad.
El año pasado el país asiático vivió una inusual avalancha de seis tormentas tropicales consecutivas en menos de un mes que dejaron al menos 164 muertos. Esta serie de ciclones afectaron a unas diez millones de personas, según las autoridades del país, y obligaron a evacuar a más de 650.000 residentes de zonas en riesgo. EFE
daa/pav/rrt
(foto)(vídeo)