
Budapest acusa a la Eurocámara de legitimar «el terrorismo de extrema izquierda»
Budapest, 23 sep (EFE).- El Gobierno húngaro, encabezado por el ultranacionalista Viktor Orbán, expresó este martes su indignación por el rechazo de la Eurocámara a levantar la inmunidad a la activista italiana Ilaria Salis, acusada en Hungría de agredir a participantes en una marcha neonazi, y acusó a la institución comunitaria de legitimar así «el terrorismo de extrema izquierda».
«Es incomprensible e indignante que el parlamento Europeo legitime el terrorismo de extrema izquierda», afirmó en la red social X el portavoz internacional del Gobierno húngaro, Zoltán Kovács.
El portavoz reaccionó así a la decisión de no proponer, como había pedido Budapest, que se levante la inmunidad parlamentaria a la eurodiputada Salis, adoptada hoy por la Comisión de Asuntos Jurídicos (JURI) del Parlamento Europeo con 13 votos a favor y 12 en contra, según informó el portal Telex.hu.
Kovács afirmó que Salis y sus compañeros habían viajado a Hungría para «golpear aleatoriamente a personas en la calle por pura convicción política», lo que consideró un acto de terrorismo.
Antes de obtener la inmunidad parlamentaria al ser elegida eurodiputada en las elecciones europeas de 2024, Salis fue detenida en Hungría y acusada en 2023 de agredir a tres personas.
La activista, que niega las acusaciones, estuvo casi un año en prisión preventiva en un centro de alta seguridad húngaro y apareció ante un tribunal de Budapest encadenada de pies y manos, lo que causó tensiones diplomáticas entre Roma y Budapest.
Aludiendo precisamente a este caso, Orbán anunció el pasado viernes que quiere declarar terrorista al movimiento antifascista ‘Antifa’, tal y como lo ha hecho el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Por otro lado, el primer ministro dijo hoy que es «una vergüenza» que la JURI también rechazara el levantamiento de la inmunidad parlamentaria al conservador Péter Magyar, líder del principal partido de la oposición húngara.
Ante la Comisión había tres solicitudes al respecto, basadas en sendas denuncias. Una, presentada por el Gobierno húngaro, se refería al caso abierto por la fiscalía del país contra el político opositor por haberle quitado el móvil a un hombre que le estaba grabando en una discoteca y arrojar luego el aparato al Danubio. Las otras dos están relacionadas con denuncias contra Magyar por supuesta difamación.
Según Orbán, «hoy se demostró que el líder de la oposición es un hombre de Bruselas». EFE
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