
Camerún vota en calma para decidir si da un octavo mandato al nonagenario presidente Biya
Yaundé, 12 oct (EFE).- Las elecciones presidenciales se desarrollan en calma en Camerún, donde el presidente Paul Biya, el más anciano del mundo a la edad de 92 años, busca un octavo mandato frente a una oposición que no ha conseguido llegar a las papeletas unida y que se ha visto debilitada por la exclusión de su principal líder.
Conforme avanzaba la jornada, el flujo de votantes aumentaba en los colegios electorales de la capital, Yaundé, según pudo constatar EFE en una jornada en la que cerca de ocho millones de cameruneses están llamados a las urnas.
Los electores pueden ejercer su derecho democrático en más de 30.000 colegios electorales repartidos en todo el territorio del país, que abren sus puertas entre las 08.00 y las 18.00 hora local (07.00 y 17.00 GMT) y a los que se suman más de cuarenta centros instalados en misiones diplomáticas para la diáspora.
«Incluso aunque el presidente siga siendo el mismo, espero que las cosas cambien», dijo a EFE Solange, una ama de casa de cincuenta años, mientras otros votantes se mostraban menos esperanzados, como Seravain Bitang, un comerciante de mediana edad.
«Al igual que en las elecciones anteriores, no espero nada de ésta. Para mí, el resultado ya se conoce», señaló a EFE Bitang con escepticismo.
Depositaron su voto en diferentes puntos del país los doce candidatos que concurren por la Presidencia, entre los que se encuentran Biya, una única mujer y dos exministros y exaliados del actual jefe de Estado que vieron en su avanzada edad y la falta de un sucesor claro una oportunidad.
Tras votar esta mañana en la escuela pública de primaria del distrito de Bastos, en Yaundé, el nonagenario presidente declaró a la prensa que «el pueblo ha adquirido cierta madurez, no se han tenido que lamentar heridos o peleas, lo que ya es algo».
«¡Nada es seguro! Esperemos a saber el nombre del elegido y ya veremos. No puedo hacer proyectos sin estar seguro de haber sido el elegido», subrayó el líder de la oficialista Reagrupación Democrática del Pueblo Camerunés (RDPC).
Issa Tchiroma Bakary, exministro de Empleo y de Formación Profesional de 76 años, votó en la escuela de educación infantil de Foulbéré, en la ciudad de Garoua (norte).
«Esta votación se desarrolla en un momento en el que la nación aspira a un cambio», afirmó Bakary, que ha logrado una amplia popularidad en sectores opositores, si bien no ha conseguido el apoyo de otros candidatos.
El ex primer ministro Bello Bouba Maïgari (1982-1983), de 78 años, para quien han pedido el voto dos de los doce aspirantes, ejerció su derecho en el instituto de Bascheo, cerca también de Garoua.
Votación con miedo en las regiones anglófonas
Pese a los temores de los últimos días, los comicios se están pudiendo desarrollar en las regiones anglófonas del Noroeste y Suroeste, sacudidas por un conflicto separatista en el que han muerto más de 6.000 personas desde 2017.
«Todas las mesas electorales de la región (Noroeste) están abiertas», aseguró a EFE por teléfono su gobernador, Adolphe Lélé Lafrique, desde Bamenda, la capital regional.
Sin embargo, una votante llamada Marie Claire K., residente en la urbe y trabajadora de una asociación agrícola, alertó que «aunque las mesas están abiertas, la población sigue temiendo ir a votar», por la violencia.
La votación se ve marcada, sobre todo, por la ausencia del principal rival de Biya, el líder opositor Maurice Kamto, cuya candidatura fue rechazada por la comisión electoral camerunesa (ELECAM), argumentando «pluralidad de candidaturas» en el partido por el que se presentó, el Movimiento Africano para la Nueva Independencia y la Democracia (Manidem).
La presencia de misiones internacionales de observación electoral es escasa, con el despliegue de observadores de la Comunidad Económica de los Estados de ÁFrica Central (CEEAC), pero no de la Unión Africana o de la Unión Europea, mientras las organizaciones locales se enfrentan a la falta de recursos económicos. EFE
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