
Casi la mitad de los niños con padres no nacidos en el Reino Unido viven en la pobreza
Londres, 7 mar (EFE).- Casi la mitad (46 %) de los niños británicos cuyos padres no nacieron en el Reino Unido viven en la pobreza, según un análisis publicado este viernes por el Instituto de Investigación sobre Políticas Públicas (IPPR, por sus siglas en inglés).
Este laboratorio de ideas británico advierte de que la estrategia contra la pobreza infantil que prepara el Gobierno del laborista Keir Starmer «fracasará a menos que aborde la crisis cada vez más grave que sufren los niños cuyos padres han nacido fuera del Reino Unido».
«El Gobierno no puede atajar la pobreza infantil sin abordar los problemas clave del sistema migratorio», aseveró el IPPR.
Según el análisis, 1,5 millones de niños en situación de pobreza en el Reino Unido proceden de familias con padres inmigrantes, un 46 % del total, frente al 25 % del resto de menores.
Además, el 21 % de los niños de padres no nacidos en la isla viven una situación de pobreza extrema, en contraste con el 8 % del resto de infantes, y tienen más probabilidades de «no tener su propia habitación, ir de excursión con el colegio, tener una afición, recibir a sus amigos o comer alimentos nutritivos».
«Crecer en la pobreza perjudica su salud futura y sus perspectivas profesionales, aumentando los costes potenciales para la sociedad y la economía», aseguró el centro.
Entre las razones por las que esto sucede, IPPR esgrime las «barreras legales», como las trabas para que estas personas reciban prestaciones como un subsidio familiar, ayudas a la vivienda o para personas sin hogar, un impedimento que en el Reino Unido se conoce con las siglas en inglés de NRPF.
También apunta a «barreras institucionales» como las «elevadas tasas legales y de visado», así como «barreras prácticas y sociales» como la discriminación, estigmatización y las barreras lingüísticas.
El laboratorio de ideas pone el ejemplo de tres migrantes, como Hafsa, que tiene un visado de trabajadora cualificada y es madre de dos hijos, pero no puede «ni siquiera comprarles bocadillos» y explica que en los diez últimos días del mes le cuesta en general comprar comida.
O el de Sharon, que se trasladó a los 10 años al Reino Unido, donde conoció a su marido -británico-, con el que tiene dos hijas, lo que no le ha impedido seguir «lidiando con inmigración» desde hace 24 años.
Para solucionar esta situación, el IPPR recomienda, entre otras medidas, eliminar la condición de NRPF a las familias con hijos en vías de asentamiento tras cinco años de residencia legal continuada o ampliar la oferta de guarderías escolares a los padres trabajadores con NRPF «para ayudar a los padres a incorporarse al trabajo y mejorar la preparación escolar de los niños».
«La próxima estrategia contra la pobreza infantil es un momento crucial para que el gobierno aborde algunas de las causas de la pobreza que residen en nuestro sistema migratorio», sostuvo Amreen Qureshi, investigadora del IPPR.
«Si lo hacen bien, no sólo les permitirá avanzar en sus esfuerzos por reducir la pobreza infantil, sino que también podrían ayudar a eliminar algunas de las enormes presiones financieras que sufren los ayuntamientos con escasez de efectivo», añadió. EFE
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