Robot para hacer caminar a víctimas de parálisis
Pacientes hemipléjicos y víctimas de accidentes cerebrales reaprenden a caminar con la ayuda de un invento suizo.
El ‘Lokomat’, robot para caminar, ha sido desarrollado por la empresa Hocoma y experimentado en el Hospital universitario Balgrist, en Zúrich.
Gery Colombo, joven y brillante ingeniero electrónico, fundador de la firma, ha sido distinguido con dos prestigiosos premios empresariales suizos por su invento.
El robot ‘Lokomat’, de alta tecnología, envuelve confortablemente a los pacientes y les ayuda a dar pasos sobre una banda de marcha. Los pacientes son levantados de sus sillas de ruedas con un cabrestante y puestos en suspensión por tirantes como los de los paracaidas.
Una abrazadera mantiene regularmente las caderas y las piernas están atadas en el aparato con cinturones. Un ordenador para control de los pesos genera la resistencia. Sensores ópticos sirven de apoyo a los terapeutas en la supervisión de los entrenamientos con incrementos de resistencia representados en forma gráfica en una pantalla de ordenador.
Un paso adelante
Antes de que el robot ‘Lokomat’ fuera lanzado en 2001, se necesitaban dos terapeutas de apoyo en un entrenamiento sobre una banda de marcha y era duro el trabajo de sostener a los pacientes mientras hacían mover sus piernas manualmente.
Gery Colombo reconoció las limitaciones del método manual cuando, hace 11 años, comenzó sus investigaciones sobre el ‘Lokomat’. «Fue así como tuve la idea de construir una máquina para hacer esto de mejor manera», ha declarado a swissinfo.
Hace dos años y medio el ‘Lokomat’ fue instalado en el Departamento de Terapia Física de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos.
El encargado del sector de fisioterapia, George Hornby señala a swissinfo que esta máquina ha abierto un nuevo camino en el tratamiento de pacientes con daños en la médula espinal.
El especialista advierte sin embargo que se han registrado algunos inconvenientes. «El paciente tiende a relajarse demasiado. La velocidad es limitada a 3,2 kilómetros por hora, cuando solemos caminar mucho más rápido que esto. Y, además, no caminamos como robots en un nivel plano», explica.
«Creo que la próxima generación de ‘Lokomat’ con controles de adaptación será mejor en la medida en que automáticamente responderá a los pacientes en la banda de marcha, al aumentar o reducir la resistencia cuando sea necesario», añade.
Comienzo lento
Ahora bien, sólo hay esperanza de recuperación si los pacientes no están completamente paralizados. La marcha asistida envía señales al sistema nervioso central enseñando a las partes no afectadas del cerebro a reinterpretarlas.
Víctima de un accidente de automóvil, Petra Dokladal, de 29 años, paralizada de la cintura para abajo, no tiene posibilidad de recuperación, pero sigue entrenándose regularmente en el ‘Lokomat’.“El ejercicio mejora mi metabolismo y me hace sentir un cansancio placentero. Me encanta también verme en el espejo caminando”, dice.
Cuando Gery Colombo anunció su propósito de construir un robot para caminar, los potenciales inversores en la aventura dudaron de que fuera posible. Colombo logró sin embargo obtener fondos privados para crear la firma Hocoma, en 1996, que en un período de cuatro años y medio puso en servicio el primer prototipo.
La fisioterapia no ha sido un campo en el cual los hospitales estuvieran habituados a invertir grandes sumas de dinero. Colombo tuvo que convencer a sus clientes de que el ahorro en personal cubriría la inversión inicial puesto que se necesitaba sólo un terapeuta para hacer funcionar la máquina. En 2003, Hocoma salió de las cifras rojas gracias, en parte, a los fondos destinados a la investigación por la comisión del gobierno suizo para la tecnología y la innovación.
Mejoras
En Alemania y Estados Unidos se desarrollan robots semejantes, pero la firma Hocoma trata de mantenerse a la cabeza de la competición con la creación de nuevos recursos para el ‘Lokomat’. A pesar de sus competidores, el robot suizo puede medir la proporción de participación del paciente en los ejercicios, de modo que pueda ser mejorada la estrategia de entrenamiento.
Entretanto, la empresa acaba de lanzar un nuevo producto llamado ERIGO que coloca a los pacientes en una posición vertical sobre una mesa inclinada, mientras, simultáneamente, también mueve sus piernas. Este método produce los mismos efectos secundarios del ‘Lokomat’: estímulos cardiovasculares y prevención de daños musculares y articulares. Sin embargo, es menos costoso y exige menos esfuerzo.
ERIGO fue experimentado primero en un paciente en estado de coma que no respondía a los estímulos externos. Hocoma informa que después de tres semanas de entrenamiento regular, este paciente pudo controlar su cabeza y se manifestaba significativamente más alerta y apto para responder al terapeuta. La firma señala además que cuando ERIGO fue lanzado, durante una conferencia de neurólogos, en octubre, la respuesta fue abrumadora y los clientes hacían cola para comprarlo.
Swissinfo, Julie Hunt
(Traducción, Jaime Ortega)
Un robot ‘Lokomat’ cuesta entre 200.000 y 300.000 francos suizos.
Estimula el corazón, mejora el metabolismo y ayuda a evitar daños musculares.
40 máquinas han sido vendidas a hospitales en Europa y Norteamerica.
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