
Ecologistas celebran el cierre del Seaquarium de Miami tras décadas de protestas
(Agrega detalles)
Miami (EE.UU.), 12 oct (EFE).- Con champaña, activistas de PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) celebraron este domingo el cierre de operaciones del Miami Seaquarium, tras décadas de protestas motivadas especialmente por el cautiverio de la orca Lolita, que falleció en 2023 luego de más de 50 años en el parque marino.
Bajo el intenso sol que ha acompañado estas manifestaciones cada domingo frente al Acuario de Miami, con 70 años de historia, los ambientalistas esta vez celebraron, aunque una de ellas recordó que aún hay temas pendientes en las cortes antes de la clausura legal definitiva.
Tras el brindis, una de las manifestante pegó en el letrero de cemento del Miami Seaquarium un sello que decía «cerrado por crueldad animal», que enseguida removió personal de seguridad del acuario.
Portando carteles en inglés y español que decían «En memoria de Lolita» y «Cierren todos los parques marinos de ‘indiversiones'», los activistas también pidieron trasladar los animales «sobrevivientes» a santuarios: cien ejemplares marinos, entre ellos delfines, como también centenares de peces.
La celebración se prolongó durante varios minutos, entre vehículos con los últimos visitantes que sorteaban a los manifestantes de PETA, quienes calificaron como «histórico» el cierre del acuario, inaugurado en 1955.
Durante años este grupo fue una de los principales impulsores del cierre, denunciando los casos de maltrato animal, como el de la orca Lolita, y ejerciendo presión pública y legal.
«Después de más de 50 años de encerrar animales en tanques de concreto pequeños, y denegarles todo lo que es natural para ellos, denegarles atención veterinaria y hacerlos pasar hambre por fin está cerrando hoy el Miami Seaquarium», expresó a EFE la activista de PETA Wendy Fernández,
La organización había instado al propietario del parque, The Dolphin Company, a realizar evaluaciones veterinarias de los animales sobrevivientes y a trasladarlos a santuarios marinos donde puedan recibir atención adecuada y vivir en condiciones más naturales.
Especialmente a Lolita (conocida como Tokitae), una orca capturada en 1970 que vivió allí en cautiverio durante más de 50 años hasta su muerte en 2023 por una condición renal, mientras avanzaban los planes para su reubicación en un santuario marino en el noroeste del Pacífico.
Además de Lolita, ocurrieron las muertes de otros mamíferos marinos bajo su cuidado, lo que alimentó críticas de organizaciones defensores de los animales.
Un reporte del USDA, promovido por grupos como PETA, ya había señalado múltiples violaciones en el bienestar animal: desde condiciones de los tanques (niveles de cloro, exposición al sol, incompatibilidad de animales), hasta falta de seguimiento veterinario adecuado, lo que habría causado sufrimiento y muertes.
El lío legal
En los últimos años, el condado de Miami-Dade también documentó incumplimientos en el Seaquarium, desde violaciones a las normas sanitarias y de bienestar animal hasta el deterioro de las instalaciones y la falta de personal veterinario adecuado.
Estos hallazgos llevaron al condado a cancelar en 2024 el contrato de arrendamiento con el operador del parque, lo que desató una batalla legal.
The Dolphin Company, sin embargo, se negó a desocupar el recinto, prolongando un litigio que ahora avanza en paralelo con un proceso de bancarrota federal iniciado por la empresa en marzo pasado y que podría demorar aún más el desalojo.
Bajo el proceso de bancarrota The Dolphin Company estableció el 12 de octubre como el «cierre de operaciones» para facilitar la transición de propiedad a un nuevo dueño.
Ante esta situación, el condado ha solicitado al juez de quiebras que declare finalizado el arrendamiento y autorice que el caso de desalojo estatal continúe, al sostener que el contrato ya carece de validez.
El nuevo propietario es Terra Group, que acordó pagar 22,5 millones de dólares para asumir el arrendamiento del parque marino, aunque la operación aún está pendiente de la aprobación final por parte de la Corte de Quiebras de Delaware, que tendrá una audiencia el próximo viernes.
La idea inicial de la nueva compañía es transformar el espacio en un acuario que ya no albergará animales marinos en espectáculos, sino que se centrará en educación, conservación, exhibiciones inmersivas, espacios públicos frente al agua, restaurantes, zonas verdes y paseos costeros. EFE
ims/cpy
(foto)(video)