Camino a la cúspide profesional a través de Suiza
Suiza puede ser un buen trampolín para extranjeros que deseen ascender más en su ya bien encaminada carrera profesional, sin romper los vínculos con su país de origen.
Cuando una empresa envía temporalmente a sus especialistas y directivos altamente calificados a Suiza, éstos son considerados expertos.
Alrededor de 820.000 extranjeras y extranjeros se encuentran en el mercado laboral helvético. De este total, menos de 50.000 son considerados directivos empresariales en las encuestas de la Oficina Federal de Estadísticas.
Sólo una parte de ese grupo se halla bajo la categoría de fuerza laboral expatriada, establecida de manera temporal en Suiza.
Los nómadas del mundo de los negocios no son fáciles de complacer. Están acostumbrados a establecer exigencias en su país de acogida; y hacen circular (pre)juicios específicos sobre cada país.
También lo hacen con respecto a Suiza, como escribe François Micheloud de la agencia de colocación ‘live-in switzerland’.
Micheloud enumera siete mitos sobre la Confederación Helvética, que están bien extendidos entre los expatriados:
En Suiza hace frío como en Siberia. La vida es tan cara como en Tokio. En Suiza viven sólo estrellas del pop y barones de lo ajeno. Los suizos son muy fríos. En Suiza únicamente hay vacas, bancos y remontes de esquí. En Suiza ningún extranjero puede comprar una casa. Es imposible obtener un permiso de estancia en Suiza.
Contra esos prejuicios sólo ayuda el tiempo, como explica Micheloud a swissinfo: «Entre mejor conocen Suiza, menores serán sus prejuicios. Descubren entonces que en verano puede haber temperaturas de hasta 38°C y que las ciudades suizas sí son caras, pero no tanto como París o Londres.»
Fina red de contactos
Hay otras peculiaridades que sorprenden a los expatriados llegados a Suiza. «Muchos de nuestros clientes se asombran de las profundas raíces del federalismo en el país. Les recordamos que Napoleón hace casi 160 años intentó hacer atractivo aquí el centralismo francés. El estratega y hombre de Estado llegado de París fracasó en el intento», menciona Micheloud.
Los expatriados en Suiza cuentan con una fina red de conexiones. Tan sólo en Zúrich hay casi 50 clubes y asociaciones de estos habitantes temporales llegados de otros países. Entre ellos mismos acostumbran darse consejos y recomendaciones para entender el cosmos cultural helvético.
Tabúes culturales y buenos consejos
De esta forma aprenden que en Suiza no se acostumbra lavar los autos los domingos o podar el césped. También se explican entre ellos, los enredados caminos de las autoridades y las atractivas deducciones fiscales en los impuestos federales directos.
En la guía de recomendaciones para los recién llegados tampoco falta el curso minimalista del idioma, con el que los nómadas del mundo de los negocios en Suiza pueden salir de apuros.
La página del ‘internationalclub.ch’ apunta: «Los conocimientos de alemán hacen su estancia más placentera y más profunda y le acercan a la comunidad. Un comienzo: Hello – Grüezi, Goodbye – Wiedersehen, Thank you – Danke/Merci, Please – Bitte.»
Las estrategias de movilidad de estos empleados se modifican
Suiza forma parte de la ya muy desarrollada globalización y movilidad de la fuerza de trabajo internacional.
Desde junio de 2002 se aplica entre Suiza y la Unión Europea un acuerdo para la libre circulación de personas. Este convenio privilegia a los ciudadanos de ese espacio para recibir un permiso de estancia en Suiza.
Desde entonces no se ha generado una mayor demanda de interesados en venir a trabajar a Suiza. Más del 60% de la fuerza laboral extranjera proviene del norte, oeste y sur europeo y menos del 2% procede de los nuevos Estados miembros de la UE. Esta tendencia se refleja también en la composición del personal altamente calificado y en los expertos que viven aquí.
Cuando la red de relaciones está en peligro
Hacer carrera en el exterior ha dejado de ser una pieza decisiva en la estrategia de muchos especialistas o gerentes de empresas del mundo. Y es que esa decisión tiene sus riesgos: Quien permanece mucho tiempo expatriado puede perder su red de relaciones y sus enlaces profesionales en su país de origen.
Hoy en día nadie resulta ser más apreciado en el mundo laboral por el simple hecho de haber trabajado en el extranjero. «Sólo los que quieren llegar muy alto son los que no tienen otra opción. El camino hasta la cúspide sólo puede alcanzarse a través de las asignaciones internacionales», escribe la empresa ‘guido schilling ag’, encargada de buscar dirigentes empresariales. Y en el camino a la cúspide, Suiza ofrece una buena oportunidad al que lo desea.
swissinfo, Edwin Dettling, Zúrich
(Traducido del alemán por Patricia Islas Züttel)
Este tipo de fuerza laboral está compuesto por personal altamente calificado y especialistas que viven durante cierto tiempo fuera de sus países de origen.
Menos de 50.000 personas se encuentran en esa categoría en Suiza.
Entre más tiempo viven en este país, menos prejuicios tienen sobre él.
Los nómadas del mundo de los negocios deben siempre ponderar qué es lo más adecuado en su carrera profesional: Tener un cargo en el extranjero o mantener la red de relaciones básica para su crecimiento profesional en su país de origen.
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