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Emilia Pasquier, Swissnex y cómo crear empresas de más de mil millones de dólares

Illustration: Helen James / SWI swissinfo.ch

Uno de los orgullos de Swissnex en San Francisco son las más de 150 empresas emergentes suizas que el espíritu californiano ha impulsado; tres de ellas valen ya mil millones de dólares. Nos hemos citado con Emilia Pasquier, de 37 años y nacida en Gruyère y que desde hace quince meses es la directora de esta institución.

“Siempre he trabajado en la confluencia entre la innovación, la ciencia y la política. Y, para mí, California es un símbolo de libertad y nuevas ideas”. Antes de llegar a San Francisco, en septiembre de 2022, Emilia Pasquier fue asesora del entonces ministro del Interior, Sanidad y Cultura, Alain Berset, durante cuatro años. Y, antes de eso, dirigió foraus, un laboratorio de ideas participativo sobre política exterior.

>> Emilia Pasquier explica lo que los jóvenes empresarios suizos pueden aprender de Silicon Valley:

SwissnexEnlace externo, el “consulado científico” suizo en San Francisco, ha cumplido veinte años y forma parte de una red que, desde ambas costas de Estados Unidos, se extiende hasta Japón, pasando por Brasil, India, China y Singapur. “Recibimos a científicos, académicos y start-ups, así como a artistas y delegaciones de Gobiernos extranjeros, que vienen aquí a inspirarse en nuestro modelo”, explica su directora. La competencia es feroz: Austria e Italia ya han creado estructuras similares.

Swissnex oficialmente pretende “promover el intercambio y la colaboración en los ámbitos de la educación, la investigación y la innovación”. Basta con echar un vistazo al “muro de la fama” de la oficina de San Francisco para ver que la fórmula adquiere un significado muy concreto: hay más de 150 logotipos de empresas consolidadas que llegaron cuando todavía eran emergentes. Y tres de ellas se han convertido en empresas “unicornio”, esto es, en empresas de capital privado (no cotizadas) que están valoradas en al menos mil millones de dólares.

MindmazeEnlace externo : basada en una década de investigación y pruebas, MindMaze Pro es una plataforma de neurorrehabilitación de las extremidades superiores que utiliza cámaras de seguimiento del movimiento en 3D para ayudar a recuperarse a quienes tienen lesiones traumáticas o han sufrido accidentes cerebrovasculares agudos y crónicos.

NexthinkEnlace externo, líder en programas de gestión de la experiencia digital del personal. Proporciona a la dirección de informática una visión general de las experiencias tecnológicas cotidianas del personal a nivel de dispositivo, lo que le permite pasar de una resolución reactiva de problemas a la optimización proactiva.  

ScanditEnlace externo ha desarrollado una tecnología de visión por ordenador que permite que los teléfonos inteligentes y otros dispositivos escaneen códigos de barras y realicen tareas de captura de datos. La empresa ha sido reconocida como líder en el sector de la visión informática móvil.

Dos minutos para convencer

“Vemos llegar a esta juventud emprendedora con grandes ideas y durante dos semanas se forman en la mentalidad de Silicon Valley”, explica Emilia Pasquier. Sí, porque aunque habitualmente Suiza aparece como el país más innovador del mundo, Hewlett-Packard, Apple, Intel, Facebook, Tesla, Netflix, Twitter y Google nacieron en el “Valle” [Silicon Valley]; en esa estrecha franja de tierra situada a unos siete kilómetros al sur de la ciudad, entre la bahía de San Francisco y el océano Pacífico.    

Y sin embargo “en términos de investigación, economía y creatividad, Suiza tiene una densidad más o menos similar a la de Silicon Valley”, dice. Suiza cuenta, además, con dos de las mejores escuelas politécnicas del mundo. ¿Qué le falta al talento suizo? Cierto estado de ánimo, quizás. “Cuando llegas aquí después de haber pasado por la Suiza francesa y pensar que vas a probar la Suiza alemana, enseguida te das cuenta de que eso no es suficiente. Hay que pensar mucho más en grande”, señala.

Tampoco basta con decirle a alguien que quiere invertir o asociarse que el producto tiene calidad “ Swiss Made” (“hecho en Suiza”). A esas personas hay que explicarles que la idea va a cambiar el mundo y que se apoya al 300 %. Y no, no es un mito: “se tienen dos minutos para convencer”, confirma Emilia Pasquier.

Silicon Valley
La mayoría de las empresas de capital riesgo tienen su sede (más o menos discreta) en Sand Hill Road, en Silicon Valley. swissinfo.ch

Dólares que fluyen a raudales

El dinero, por supuesto, también marca la diferencia. En 2022 —según la plataforma de información financiera crunchbaseEnlace externo California atrajo 91.900 millones de dólares en inversiones de capital riesgo. En el mismo año, Suiza atrajo 3.900 millones de dólares, tal y como indica el informe Swiss Venture Capital Report Enlace externo[capital riesgo].

En Estados Unidos, todos estos fondos no proceden —ni de lejos— de bancos tradicionales. Y menos aún del Estado. Estados Unidos es el país en el que nació el capital riesgo. Como explica Emilia Pasquier, “en Silicon Valley se ha establecido un círculo virtuoso. Tenemos un gran número de personas emprendedoras de éxito que han ganado dinero y lo reinvierten en nuevas start-ups”.

En este contexto, a la directora de Swissnex no le ha impresionado la quiebra —en marzo de 2023— del Silicon Valley Bank, un banco especializado en la financiación de empresas emergentes. Tras el revés causado por la pandemia y una recuperación excepcional en 2022, lo ve más como un mero accidente que como un signo de posible declive. Porque aunque la competencia de otros centros tecnológicos —ya sea en Estados Unidos o en el resto del mundo— es feroz, el impulso de la inteligencia artificial (IA) sigue estando (todavía) en Silicon Valley.

Emilia Pasquier
Emilia Pasquier cree que la tecnología del clima estará en auge en los próximos años, “simplemente porque el mundo la necesita”. swissinfo.ch

Las dos próximas “grandes cosas”

La directora de Swissnex, como todo el mundo, apuesta por la IA como una de las “próximas grandes cosas”, que atraerá talento y capital. Pero hay otra: la tecnología del clima.

A modo de ejemplo cita la donación de 1.100 millones de dólares que la pareja de inversores John y Ann Doerr ha realizado a Stanford, la “cabeza pensante” del valle. Esta cantidad —la mayor jamás recibida de una sola vez por la prestigiosa universidad— servirá para crear una nueva escuela, cuya apertura está prevista para otoño de 2024, dedicada a la sostenibilidad.

“Cuando hay una alineación de los fondos privados, las políticas públicas y la investigación, en un ecosistema bastante concentrado, las cosas pueden ir muy rápido”

En el plano político, la Administración Biden en 2022 aprobó un proyecto de ley contra la inflación; proyecto de ley que contiene una serie de medidas para reducir las emisiones, desarrollar las energías renovables y las tecnologías para capturar el carbono. Para Emilia Pasquier, las señales son claras. “Cuando hay una alineación de los fondos privados, las políticas públicas y la investigación, todo en un ecosistema bastante concentrado, las cosas pueden ir muy rápido”. Ella ve “una gran esperanza” para el clima y el futuro de la humanidad. Simplemente “porque el mundo lo necesita”.

Vida playera frente a vida callejera

Optimismo y determinación típicamente californianos. Desde que se mudó a San Francisco, ha llegado a apreciar el ambiente especial que forma parte del encanto de la ciudad.

“En la calle, de manera espontánea, alguien puede decir: ‘¡Me encantan sus zapatos!’. En Suiza, enseguida nos preguntaríamos: ‘¿Qué quiere de mí?’. Pero aquí es normal”, cuenta la joven, que ha abrazado rápidamente esta cultura de “vida playera”, como dicen en California. “Al principio sorprende, pero es muy divertido”.     

También sorprende, aunque de una manera mucho menos agradable, la impresión que —en ciertas zonas del centro de la ciudad— se tiene de llegar a una película postapocalíptica. En estas calles —en las que las tiendas cierran, una tras otra— la gente drogodependiente, tambaleante y con enormes ojeras, ronda las aceras frente a parques en los que la gente menuda juega tras las vallas.

Hace unos diez años que el fentanilo —un analgésico sintético cincuenta veces más potente que la heroína— salió de los hospitales y las consultas médicas para llegar a la calle. “Esta droga terrorífica puede matarte en seis meses”, señala Emilia Pasquier.

>> Emilia Pasquier habla de los vínculos entre el espíritu hippie y el de la tecnología y, por otro lado, de la pobreza en la ciudad:

Escenarios abiertos

Lo encontramos en cada cruce en el barrio de Tenderloin, entre las tiendas de lujo de Union Square y el majestuoso complejo del ayuntamiento. Igual que en los años noventa en Platzspitz y Letten en Zúrich.

Zúrich, ciudad hermanada con San Francisco, podría servir de inspiración a la ciudad, desbordada por el problema. Para conocer el tema de las drogas, a mediados de octubre de 2023, la alcaldesa de Zúrich, Corine Mauch, acudió en una visita de varios díasEnlace externo con una delegación de los departamentos de Policía, Servicios Sociales y Sanidad.

tranvía antiguo de Zúrich en San Francisco
El hermanamiento entre Zúrich y San Francisco va más allá del simple intercambio de tranvías retro (aquí en 2005). Keystone / Paul Sakuma

Si Zúrich ha conseguido controlar esta lacra, ¿por qué no San Francisco? La actual alcaldesa, London Breed, hizo campaña con la promesa de acabar con la guerra contra las drogas y crear un sistema basado en la compasión y la curación. Un sistema que, según Emilia Pasquier, podría parecerse “al modelo suizo de los cuatro pilaresEnlace externo”.

Pero sobre el terreno las realidades son muy diferentes. “Estados Unidos no tiene un sistema social tan desarrollado como el de la mayoría de los países europeos”, explica la directora de Swissnex. “Aquí, de lo que no hace el Estado se ocupan las comunidades, las organizaciones benéficas y las Iglesias”.

“Se encuentra un trabajo rápidamente, pero puede perderse con la misma rapidez y acabar en la calle”, cuenta. Y las personas sin hogar son un problema nacional. California —con su tolerancia y sus cielos más cálidos— atrae a más de la cuenta. Según el censo de 2020, el estado alberga a un tercio de las 600.000 personas sin hogar del país. En San Francisco, unas 8.000 personas viven en la calle, el 1 % de la población de la ciudad.

La percepción de la marginalidad y la drogadicción también es muy diferente. Mientras que en Suiza se tiende a ver a estas personas como víctimas, aquí es más fácil considerar que quien vive en la calle lo ha elegido así. Aunque se abstiene de “juzgar la cuestión”, Emilia Pasquier señala que para la gente de Estados Unidos “la noción de responsabilidad individual es mucho más fuerte”.

Silicon Valley y Suiza están consideradas las regiones más innovadoras del planeta. ¿Por qué son tan diferentes? ¿Qué las separa o las une? ¿Qué pueden aprender la una de la otra? En esta serie, le hablamos de Silicon Valley visto por suizos que experimentan sus tentaciones, promesas y contrastes.

Texto adaptado del francés por Lupe Calvo/Carla Wolff

Vídeos adaptados del francés por Carla Wolff

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