
El oficialismo gana todos los asientos en las elecciones legislativas de Burundi
Buyumbura, 11 jun (EFE).- El partido gobernante de Burundi, que es la formación del presidente del país, Evariste Ndayishimiye, obtuvo todos los asientos en las elecciones legislativas celebradas el pasado 5 de junio, tras obtener el 96,51 % de los votos, según los resultados provisionales anunciados este miércoles por la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI).
Según detalló el presidente de la CENI, Prosper Ntahorwamiye, y recogen medios locales, el oficialista Consejo Nacional por la Defensa de la Democracia- Fuerzas para la Defensa de la Democracia (CNDD-FDD), ningún partido de la oposición logró el umbral mínimo del 2 % de los votos para obtener asientos.
Los resultados finales deben ser proclamados por el Tribunal Constitucional del país, pero, de momento, la oposición ya ha rechazado estos números, al denunciar manipulación e irregularidades en la votación.
La nueva composición de la Asamblea Nacional, según detalló Ntahorwamiye, será de 111 diputados, incluyendo 100 escogidos por elección directa, ocho designados y tres de la minoría étnica twa.
En un país con una historia marcada por conflictos étnicos, los asientos de la Asamblea Nacional están divididos por cuotas entre la mayoría hutu y la minoría tutsi.
En los comicios del pasado jueves, los burundeses también votaron para elegir a sus concejales municipales, unos comicios en los que también logró una mayoría el CNDD-FDD.
La victoria del partido gobernante no ha sido una sorpresa, después de que una serie de maniobras políticas impidieran concurrir a la principal formación opositora, el Congreso Nacional por la Libertad (CNL).
El CNL, que quedó segundo en las últimas elecciones celebradas en 2020, fue suspendido en 2023 por el Ministerio burundés del Interior alegando presuntas «irregularidades» y, en 2024, el jefe del partido, Agathon Rwasa, fue expulsado como líder, una acción que muchos criticaron como orquestada por el Gobierno.
Desde entonces, las autoridades han impedido a Rwasa concurrir de manera independiente o unirse a otros partidos opositores, evitando de facto que participara en la votación de la pasada semana.
Así, las elecciones fueron vistas como una oportunidad del oficialismo para reforzar todavía más su poder, después de que grupos opositores hayan denunciaran haber sufrido acoso, amenazas y ataques durante la campaña electoral.
Ndayishimiye alcanzó la jefatura del Estado después de ganar las elecciones de mayo de 2020 y tras la repentina muerte ese mismo junio por un ataque al corazón de su antecesor, Pierre Nkurunziza, que gobernó autoritariamente desde 2005.
Aunque el actual presidente ofreció una imagen más dialogante al principio, las violaciones de derechos humanos han seguido desde su llegada al poder, según ha denunciado la ONU.
La historia de Burundi está plagada de asesinatos presidenciales, golpes de Estado, masacres de carácter étnico y una guerra civil (1993-2005) que provocó unos 300.000 muertos. EFE
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