Dinero suizo en elecciones de Estados Unidos
La carrera a la Casa Blanca es seguida de cerca, y financiada, no sólo por los estadounidenses, sino también por algunas empresas suizas instaladas en el mercado norteamericano.
¿El apoyo a George W.Bush o a John Kerry se explica sólo por su aspecto lucrativo?
Ya ha comenzado el final de la carrera hacia la elección presidencial del 2 de noviembre. Las miradas interesadas sobre la elección presidencial estadounidense también surgen de Suiza. No sólo de aquellos norteamericanos que viven en Suiza, sino también de las empresas helvéticas presentes en el mercado de Estados Unidos.
“Desde hace varios años, empresas y grupos suizos financian a los partidos que compiten por la elección”, indica a Swissinfo Stefano Modenini, responsable de Economiesuisse en el Ticino, cantón suizo de lengua italiana.
Según el representante de la federación de empresas suizas, el apoyo a los candidatos no está determinado solamente por intereses personales. “Creo que forma parte de una especie de tradición consolidada, más que de un cálculo relacionado con eventuales beneficios de retorno que deberían ser precisados”, explica Modenini.
Menos impuestos a los ricos con Bush
La estrategia financiera aplicada por George W.Bush ha hecho posibles numerosas inversiones ventajosas. Si fuera reelegido, el actual presidente podrá contribuir ulteriormente a la satisfacción de los grupos financieros al poner en práctica las exenciones fiscales preanunciadas para las rentas más elevadas. Esto atrae la atención de los grandes bancos.
Según cifras del ‘Center for responsive politics’, CRP, la sección estadounidense de la UBS, Americas, ha participado hasta ahora en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, además de las elecciones de miembros del Congreso y de gobernadores (también previstas para este otoño), con casi 2,4 millones de francos suizos. 60% a favor de los candidatos republicanos.
En la clasificación establecida por el CPR, organismo que observa la financiación de las campañas electorales, la UBS es el quinto mayor contribuyente del Partido Republicano en lo que respecta al sector financiero. «Seguimos de cerca el desarrollo de la campaña electoral, pero no expresamos preferencia alguna», dice lacónicamente Christoph G. Meier, portavoz de la UBS, en Zúrich.
Por su parte, el Credit Suisse First Boston, CSFB, figura en la décimocuarta posición , con 1,8 millones de francos suizos (56% para los republicanos). ¿Significa esto que los grupos bancarios suzos auspician una reelección de Bush? «Sin comentarios»: es la respuesta del portavoz del CS. Por el contrario, John Kerry podría representar el papel de ‘aguafiestas’. En efecto, su intención es la de aumentar los impuestos para las rentas superiores a los 200.000 dólares.
El exclusivo club de los ‘Rangers’
Cuando George Bush se candidatizó a la presidencia en 1999, la ley de Estados Unidos permitía, a una persona en particular, ofrecer hasta un máximo de 1.000 dólares (unos 1.250 francos suizos). Nada impedía sin embargo recoger fondos entre amigos y conocidos.
Así nació la idea de atribuir el título de ‘Ranger’ o ‘Pioneer’ a quienes lograban hacer fluir hacia las arcas republicanas, respectivamente 200.000 y 100.000 dólares. Una tarea más que imposible, sobre todo, para personajes influyentes y poderosos. Entre los miembros del exclusivo club de los ‘Rangers’ figuran también Joseph J. Grano, hasta hace pocos meses, presidente y director de la UBS Wealth Management USA, y John Mack, exdirector y presidente del CSFB.
Un mercado energético abierto
Si es elegido, John Kerry ha prometido invertir sobre todo en las infraestructuras y mejorar la seguridad de los suministros de corriente. Esta es una maniobra que más adelante podría atraer el interés de la ABB, presente en el mercado estadounidense con una factura superior a los 3.000 millones de francos suizos.
Sin embargo, ABB, grupo industrial helvético-sueco, líder en las tecnologías de la energía, ha destinado a los demócratas menos de la mitad (44,2%) de las contribuciones en estas elecciones presidenciales.
En realidad, el desarrollo del sector dependerá, sobre todo, de la nueva ley sobre la energía, que entrará en proceso de consulta después de la elección. Mientras Bush, como buen tejano, apuesta al futuro del petróleo, Kerry es favorable al desarrollo de energías renovables y a una reducción del consumo de combustibles.
¿Qué precio para los medicamentos?
En el sector farmacéutico lo que más interesa a las empresas es la evolución de los precios de los medicamentos. Si con Bush el Estado no es favorable a intervenir en el control de precios – y así poder estimular la investigación – Kerry quisiera introducir algunos correctivos. Por ejemplo, favorecer las importaciones paralelas de productos más baratos, procedentes del Canadá.
Siguiendo la lista de donantes se descubre también que NOVARTIS sostiene con preferencia al actual presidente, ofreciéndole el 73% (de un total de 340.000 francos suizos) de los financiamientos electorales.
Una campaña electoral récord
El significado que está detrás de estos porcentajes es difícil de precisar. La presencia de una empresa depende del potencial económico de un mercado, pero también de otros factores como, por ejemplo, la facilidad de reclutar personal cualificado.
El hecho es que la campaña de este año es la más rica de la historia de los Estados Unidos. Según las últimas cifras del CRP (datos de finales de agosto), a las arcas de George W. Bush ya han llegado 307 millones de francos suizos y 383 millones a las de John Kerry ( este último dato, a diferencia de Bush, incluye también las contribuciones públicas). Hace 4 años, el actual presidente había recogido sólo, por decirlo así, 245 millones de francos suizos.
Swissinfo, Luigi Jorio, Ana Luisa Ferro Mäder
(Traducción, Jaime Ortega)
690 millones de francos suizos es el total parcial de las contribuciones para los candidatos presidenciales en el 2004 (datos de finales de agosto).
245 millones de francos para la campaña electoral de George W. Bush en el 2000.
167 millones de francos suizos para su adversario demócrata, Al Gore.
La ley de Estados Unidos prohibe el financiamiento directo de las campañas electorales por las empresas. Los colaboradores pueden entregar sus contribuciones a los comités de acción política. Son organismos creados por empresas privadas, sindicatos, asociaciones profesionales y otros grupos para recoger fondos entre sus inscritos y dependientes.
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