Los suizos transfieren sus ahorros a bancos más seguros
En 2009, el Grupo Raiffeisen, el tercer jugador de la plaza financiera helvética, ganó clientes, nuevos fondos y generó empleos pese a la recesión. Su estrategia: ofrecer seguridad y atención cercana a los clientes.
Los usuarios del sistema bancario están desencantados de los dos titanes (UBS y Credit Suisse), defensores del pago de bonos millonarios a banqueros y cuya prioridad central es generar utilidades.
En el presente, sólo dos de cada 10 suizos confían su patrimonio financiero –o la principal parte del mismo- a los dos gigantes del sistema, UBS y Credit Suisse.
Los ocho restantes prefieren gestionar sus inversiones en bancos de tipo cantonal, en estructuras como Raiffeisen, La Poste o directamente en los bancos de Migros o Coop, según la Asociación Suiza de Banqueros Suizos (ASB).
Algunas razones: 7 de cada 10 suizos consideran que las principales instituciones del sistema financiero no informan con transparencia sobre sus actividades y las consideran desinteresadas de temas –vitales para la población– como el financiamiento a jóvenes empresas o el desarrollo sostenible.
Esto es, los clientes se encuentran desencantados de la política tradicional de los grandes bancos y en 2009 tradujeron dicho descontento en hechos.
El año pasado, mientras el UBS enfrentaba pérdidas (de depósitos y utilidades) y el Credit Suisse recuperaba lentamente el pulso, el tercer jugador del sistema bancario, la banca cooperativa de Raiffeisen, registraba un desempeño histórico.
Banca segura
El pasado 5 de marzo, el Grupo Raiffeisen anunció que en 2009 recibió capitales nuevos por 6.700 millones de francos suizos, lo que actualmente le permite administrar un patrimonio global de 134.900 millones de francos.
Mientras esta institución ganaba clientes, los dos grandes del sistema se batían por conjugar los números rojos.
Raiffeisen precisó también que sus ganancias sumaron 887 millones de francos suizos durante el peor año económico que Suiza ha tenido en siete décadas.
¿Qué hizo Raiffeisen? Apostar por la seguridad en tiempos de tormenta.
De acuerdo con Patrik Gisel, director del grupo, se aplicó un “modelo de negocios sostenible en el largo plazo”.
Al dar detalles sobre la evolución del grupo, Gisel afirmó que un número importante de clientes de otras instituciones decidieron depositar su confianza en bancos como Raiffeisen porque esto les generaba seguridad.
Y en una rueda de prensa posterior a la difusión de los resultados agregó: “El portafolio de inversión de nuestros bancos está compuesto esencialmente por hipotecas de alta calidad y los clientes saben que el crecimiento del grupo, o de sus ganancias, no se verificará en detrimento de la seguridad de sus clientes”.
Esta estrategia permitió al grupo aumentar sus reservas de capital propio un 8,1% y la generación de 330 nuevos empleos.
Discurso vs hechos
Los grandes bancos vivieron en ese mismo periodo una realidad financiera muy distinta.
El UBS enfrentó una fuga de capitales del orden de los 50.000 millones de francos suizos sólo durante el segundo semestre de 2009. La situación del Credit Suisse es menos frágil, pero lejana al desempeño de 2007 y 2008.
Para recuperar la confianza de sus clientes, ambos bancos confirmaron, al presentar sus resultados financieros de 2009, su compromiso por recompensar de forma más responsable a sus directivos.
Su determinación responde a la creciente crítica que existe en el mundo sobre la discrecionalidad en el pago de bonos bancarios acicateada por el G-20, grupo que reúne a potencias económicas desarrolladas y emergentes.
En un gesto de coherencia, el presidente y el director general del UBS, Kaspar Villiger y Oswald Grüber, respectivamente, anunciaron que no cobrarían bonos correspondientes al ejercicio 2009 ya que el banco cerró el año con pérdidas por 2.736 millones de francos.
Paradójicamente, el UBS confirmó el 5 de marzo que aún así pagará bonos por 2.900 millones de francos suizos a su principal equipo directivo (exceptuando la presidencia y la dirección general citadas).
Dicho en breve, no sólo seguirán los bonos, sino que estos serán un 34% superiores a los de 2008, a pesar de que UBS fue una entidad rescatada por el gobierno con un paquete emergente de 68.500 millones de francos suizos.
“El pago de bonos (ejecutivos) no es ni equitativo ni transparente”, denunció (07.03) la Asociación Suiza de Empleados de la Banca (ASEB). Y se trabajará para evitar que dicho abuso siga adelante.
Banca segura
El UBS no es el único con esta visión. Brady Dougan, director general del Credit Suisse, posee la misma percepción.
“Son los programas de remuneración para directivos (bonos) los que han ayudado a los bancos a remontar la crisis. Yo apoyo el pago (de bonos) porque ha contribuido a que mis colegas, y yo mismo, hayamos conseguido evitar pérdidas mayores para nuestro grupo”, afirmó en una entrevista al dominical ‘Sonntag’ (07.03).
En su opinión, los bonos deben estar ligados al éxito de largo plazo de un banco. “Esto hace que los banqueros sean emprendedores, pero también cautos a la hora de tomar riesgos”.
Hasta ahora, las remuneraciones variables habían sido pagadas en función del desempeño del banco en el corto plazo, una tendencia que ya cambió.
Si los salarios de los banqueros son elevados, agrega Dougan, es para conservar a los colaboradores clave; de lo contrario corremos el riesgo de que partan a la competencia en un mercado internacional muy reñido.
Lo cierto es que los clientes no opinan lo mismo. Y sin prisa, pero sin pausa, migran paulatinamente hacia instituciones con una nueva visión de lo que ‘hacer banca’ significa.
Andrea Ornelas, swissinfo.ch
La Autoridad Supervisora del Sistema Financiero Suizo (FINMA) publicó en noviembre pasado la circular ‘Sistemas de Remuneración’, que contiene un decálogo de principios para el pago de bonos de los principales bancos y aseguradoras a partir de 2010.
Las instituciones involucradas eran: UBS, Credit Suisse, Banco Cantonal de Zúrich, Raiffeisen, BNP Paribas (Suiza), EFG y HSBC, Swiss Re, Swiss Life, Zurich Financial Services, Baloise y Axa.
El documento establece que cada consejo de administración será responsable de su política de remuneraciones, pero deberá publicarla en un reglamento. Además dicho sistema debe ser transparente y especialistas externos tienen que supervisar su cumplimiento.
El pago de bonos debe diferirse en el tiempo y jamás realizarse en una sola exhibición. Si la solidez financiera de una institución está en riesgo, el pago de bonos debe reducirse o anularse.
UBS y Credit Suisse aseguran que para ser competitivos en el mercado internacional deben garantizar una estructura de salarios y premios de alto nivel para sus banqueros.
Para atajar la crítica internacional, los dos bancos, echaron a andar una nueva estructura de remuneraciones que difiere hasta tres años el pago de bonos para los directivos (para garantizar la salud financiera y buenos resultados de los bancos en el largo plazo).
Estados Unidos, Alemania, Francia y Gran Bretaña encabezan la cruzada internacional para regular las remuneraciones variables para banqueros. Gran Bretaña aplica ya un impuesto del 50% para los mismos cuando superan los 42.000 francos suizos.
Raiffeisen Suiza es una estructura bancaria constituida por 350 bancos que operan como cooperativa socialmente responsable. Cualquier cliente puede depositar sus recursos, pero sólo aquellos que son socios tienen derecho a solicitar un crédito.
El grupo bancario Raiffeisen es el tercero más importante de Suiza, después del UBS y el Credit Suisse. Tiene 1.151 agencias y 3,3 millones de clientes.
En abril próximo, el UBS pagará a sus directivos bonos por el equivalente a 2.900 millones de francos suizos por su desempeño en 2009.
El Credit Suisse destinará 6.850 millones de francos a este objetivo.
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