ONG suizas critican legitimidad del G8
Los países que integran el G8 no tienen ninguna legitimidad para asumir el rol de directores del mundo, afirman las principales ONG helvéticas.
El club de las naciones poderosas debilita las instituciones internacionales como la ONU.
Las principales organizaciones no gubernamentales del país, que integran la Comunidad de Trabajo (CT) tomaron posición frente a la reunión del G8 en Evian expresando enérgicas críticas.
Para Swissaid, Acción de Cuaresma, Pan para el Prójimo, Helvetas, Caritas y la Obra de Ayuda Protestante, el «rol actual del G8 se ubica entre dirección y dictadura». El G8 está integrado por las siete naciones más industrializadas del planeta y Rusia.
Ese Club de naciones poderosas -Estados Unidos, Canadá, Japón, Italia, Francia, Gran Bretaña, Francia- “reemplaza las instituciones internacionales y establece una forma ilegítima de gobierno mundial supeditada a los Estados Unidos” subrayan en tono enérgico los principales portavoces de esa plataforma de ONG.
Críticas compartidas
Por tal motivo la CT comparte las «críticas globalmente dirigidas al G8» por el movimiento alter-mundialista, aunque se distancia de algunos de sus grupos más radicales que promovían la suspensión de la reunión de Evian, como lo sostiene Bastienne Joerchel, una de las coordinadoras de la Comunidad.
En cuanto a las reivindicaciones propias a la sociedad civil helvética, las ONG formulan una serie de proposiciones para cambiar el actual orden «que es también inaceptable para la mayor parte de los países en desarrollo» y en el cual Suiza tiene su responsabilidad.
En primer instancia, debe existir el compromiso para reforzar el sistema de Naciones Unidas, y llevar a esa instancia el debate de los grandes problemas ambientales, económicos y sociales, para evitar que esas temáticas sean tratadas exclusivamente en el Banco Mundial (BM), Fondo Monetario Internacional (FMI), Organización Mundial del Comercio o «clubes de naciones», del tipo del G8.
«El G8 debería exigir una revisión de los criterios que le sirven al FMI y al BM para calcular la deuda máxima soportable por un país…sobre la base de los objetivos del Milenio para el desarrollo», sostiene por su parte Georg Stoll, de Misereor, Alemania, invitado a Suiza por la Comunidad de Trabajo.
Por otra parte, según las ONG, los dirigentes helvéticos deben prever una « revisión del derecho de voto al interior del FMI y del Banco Mundial a a fin de reducir en el seno de esos organismos el peso de los países industrializados a menos del 50% y así retirar la mayoría a los miembros del G8.»
Por un planeta democrático
«Por un mundo más justo» se titula la declaración hecha pública el pasado fin de semana por la Declaración de Berna, una de las ONG más activas de la sociedad civil helvética.
El cumplir sus 35 años de existencia y a pocos días de la realización de la Cumbre de Evian, la Declaración de Berna llama a los gobernantes suizos y a los de los otros países invitados a comprometerse con dos puntos que considera esencial.
«Que una real prioridad sea acordada a la salud pública en las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio referente a la propiedad intelectual…Y por una reducción sustancial de la deuda de los países gravemente endeudados… »
El llamamiento al Consejo Federal (gobierno helvético) insiste en la necesidad de una dirigencia «mundial transparente y democrática, por un comercio mundial respetuoso de los derechos humanos y del medio ambiente y por relaciones financieras justas entre países ricos y pobres», concluye la declaración aprobada el sábado 24 de mayo.
swissinfo, Sergio Ferrari
Para las ONG suizas el G8 es un club de naciones poderosas sin legitimidad para asumir el rol de dirigir el mundo.
El G8 es una forma ilegítima de gobierno mundial superditada a los Estados Unidos.
Suiza tiene también su grado de responsabilidad en el actual orden económico mundial, afirman las ONG.
Piden al Consejo Federal (gobierno) que se comprometa a reforzar el sistema de Naciones Unidas.
“Por un mundo más justo” y que se otorgue prioridad a la salud pública, plantean las ONG.
Comparten críticas con los movimientos anti mundialistas moderados.
Las ONG helvéticas comparten las críticas al G8 efectuadas por los alter mundialistas.
Piden al gobierno suizo que interceda en favor de los países pobres en el FMI y banco Mundial.
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