
Grupos proderechos celebran la liberación del activista egipciobritánico Alaa Abdelfatah
Londres, 23 sep (EFE).- Organizaciones de derechos humanos celebraron este martes la liberación en Egipto del periodista y activista egipciobritánico Alaa Abdelfatah, indultado por el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, tras más de una década de detención, y reclamaron la excarcelación de todos los presos de conciencia en el país árabe.
Reporteros Sin Fronteras (RSF) se declaró «profundamente aliviada» por la excarcelación del escritor, una de las voces más reconocidas de la Primavera Árabe de 2011.
«Estamos profundamente aliviados de ver a Alaa Abdel Fattah finalmente libre. Lo que él y su familia han pasado es inimaginable: nunca debió ir a prisión (…) y ahora debe poder viajar al Reino Unido para reunirse con su hijo», afirmó en un comunicado la directora de RSF en el Reino Unido, Fiona O’Brien.
«Mientras celebramos su libertad, recordamos a los otros 19 periodistas que siguen encarcelados en Egipto», dijo, para añadir: «El periodismo no es un delito: deben ser liberados de inmediato».
Amnistía Internacional calificó el indulto como «un alivio largamente esperado» y «el fin de una grave injusticia».
«El perdón es un testimonio de los incansables esfuerzos de su familia y abogados, incluida su valiente madre, y de activistas de todo el mundo», señaló Erika Guevara Rosas, directora de Investigación y Campañas de la organización.
«Las autoridades egipcias deben ahora liberar a todas las personas detenidas únicamente por ejercer sus derechos humanos», declaró.
La madre de Alaa, la académica Laila Soueif, y su hermana Sanaa Seif mantuvieron durante años una campaña internacional por su libertad con protestas ante la embajada egipcia en Londres y contactos con parlamentarios británicos.
Soueif se hizo conocida en el Reino Unido al iniciar en septiembre de 2024 una huelga de hambre que se prolongó unos diez meses y concluyó en julio de 2025, en la que sobrevivió solo con líquidos y sales de rehidratación.
Abdelfatah, de 43 años, permaneció encarcelado pese a haber cumplido en 2024 una condena de cinco años por «difundir noticias falsas», debido a que las autoridades se negaron a reconocer los dos años de prisión preventiva previos al juicio como parte de la pena.
Durante su cautiverio sufrió condiciones extremas de reclusión y varias huelgas de hambre para protestar por su detención, según los grupo pro derechos humanos.
Su liberación, confirmada por su familia a primera hora del martes, pone fin a uno de los casos más emblemáticos de represión a la disidencia en Egipto. EFE
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