
HRW pide a países africanos rechazar acuerdos de expulsión con Estados Unidos
Nairobi, 23 sep (EFE).- Human Rights Watch (HRW) pidió este martes a países africanos que rechacen acuerdos de expulsión firmados con Estados Unidos y denunció que los ya existentes exponen a cientos de personas a riesgos de detención arbitraria, malos tratos y devolución forzada a países donde podrían sufrir persecución o tortura.
“Dadas las abusivas políticas migratorias estadounidenses que los sustentan, Human Rights Watch insta a los gobiernos africanos a negarse a firmar acuerdos para aceptar deportados de terceros países desde Estados Unidos y a rescindir los que ya están en vigor”, indicaron en un comunicado.
HRW reclamó además que, mientras estos convenios sigan en marcha, se publiquen sus términos, se permita el acceso de observadores independientes y se garantice que ninguna persona sea devuelta a un país donde corra riesgo de persecución, desaparición forzada, tortura u otros daños graves.
Según la organización, los convenios firmados con Esuatini, Ghana, Ruanda, Uganda y Sudán del Sur —algunos de ellos con asistencia financiera de Washington— forman parte de una política migratoria que “instrumentaliza el sufrimiento humano como elemento disuasorio” y viola el derecho internacional de los derechos humanos.“Estos acuerdos convierten a los gobiernos africanos en socios de las horrendas violaciones de derechos humanos de la administración del (presidente estadounidense, Donald) Trump contra migrantes”, afirmó el director de incidencia política para África de HRW, Allan Ngari.En agosto, la portavoz del Gobierno de Ruanda, Yolande Makolo, confirmó que su país aceptaría hasta 250 deportados en virtud de un acuerdo que incluye 7,5 millones de dólares en apoyo financiero estadounidense.
HRW dijo haber tenido acceso al acuerdo escrito entre EE. UU. y Esuatini, que contempla un apoyo de 5,1 millones de dólares a cambio de aceptar hasta 160 deportados. Al menos cinco ya fueron enviados a ese país desde Cuba, Jamaica, Laos, Vietnam y Yemen, y están recluidos en el complejo penitenciario de Matsapha “en condiciones duras”.
Las autoridades locales se preparan para recibir a otros 150, pese a los recursos judiciales de abogados y organizaciones civiles.
En Sudán del Sur, el Ministerio de Exteriores confirmó el 4 de septiembre que mantenía detenidos a siete extranjeros expulsados desde EE. UU. en julio, mientras un octavo, de nacionalidad sursudanesa, fue liberado.
Días después se anunció la repatriación de un mexicano, aunque no se aclaró la situación de los demás ni la base legal de su detención.
Uganda también reconoció un acuerdo temporal con Washington para recibir deportados, con la condición de no aceptar personas con antecedentes penales ni menores no acompañados, y dando prioridad a ciudadanos de origen africano.En Ghana, el presidente John Mahama confirmó que su gobierno aceptará únicamente nacionales de África Occidental y unas cinco personas de Nigeria y Gambia ya fueron expulsadas bajo este marco.
“La Unión Africana debe reiterar que las deportaciones que no brindan a las personas la oportunidad de buscar protección contra la persecución o la tortura son ilegales, abusivas e inaceptables”, concluyó Ngari. EFE
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