
Indígenas de Ecuador se manifiestan contra Noboa en Latacunga, sede temporal del Gobierno
Latacunga (Ecuador), 22 sep (EFE).- Alrededor de un millar de indígenas de Ecuador se concentraron este lunes en la ciudad de Latacunga, a la que el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, trasladó temporalmente la sede del Gobierno, para protestar con el alza del precio del diésel tras la eliminación del subsidio a este combustible decretada por el mandatario.
Esta movilización es la más numerosa desde que el pasado jueves la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) anunciase un paro nacional e indefinido contra Noboa tras ver cómo el precio del diésel subió de la noche a la mañana de 1,80 a 2,80 dólares por galón (3,78 litros).
Los manifestantes llegaron en autobuses y camionetas desde distintos puntos de la provincia andina de Cotopaxi, tras un llamado a «la toma de Latacunga» para demandar la salida de la ciudad de Noboa, al que declararon persona no grata.
La ciudad se encuentra militarizada desde la noche del sábado, con la plaza cercada con vallas para impedir el paso de los manifestantes hasta la Gobernación de Cotopaxi, desde donde Noboa despacha desde el pasado lunes.
La presencia de simpatizantes del Gobierno en la contramarcha impulsada por el Ejecutivo provocó un retraso de casi dos horas a la marcha.
Centro de ciudad cerrado
Apawki Castro, actual coordinador en Cotopaxi de Pachakutik, el brazo político de la Conaie, lideró la marcha en la que caminaron por la antigua vía panamericana, por la presencia de vallas policiales qué impedían el paso al centro de la urbe, situada a unos 100 kilómetros de la capital Quito.
«Los seguidores y fanáticos de Noboa fueron traídos de otras provincias y no queremos caer en provocaciones, menos en confrontación», aseveró Castro a EFE.
«Por eso vamos a instalar aquí una asamblea (en mitad de la carretera) para decidir qué hacer. Para nosotros, lo que hizo Noboa es un acto de cobardía intentando enfrentar pueblo contra pueblo. De momento nuestra lucha es indefinida hasta que se decida lo contrario», señaló el dirigente indígena.
Noboa «no quiere acabar con la inseguridad, quiere aniquilar con el movimiento indígena. Ya lo dejó claro declarando el estado de excepción y el toque de queda», agregó.
Bajo estado de excepción
La movilización se desarrolló bajo el estado de excepción decretado desde la semana pasada por Noboa en ocho de las veinticuatro provincias del país por «grave conmoción interna», después de que la Conaie anunciase las movilizaciones. En cuatro de esas jurisdicciones el gobernante impuso además un toque de queda nocturno.
El movimiento indígena ya lideró en 2019 y 2022 las masivas protestas que llevaron a los presidentes Lenín Moreno (2017-2021) y Guillermo Lasso (2021-2023) a dar marcha a atrás, cuando también quisieron eliminar las subvenciones estatales a los combustibles para cumplir con las metas de ajuste fiscal de los programas crediticios firmados con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Gobierno, que ya había dicho el lunes que no iba a negociar la medida sobre el subsidio, advirtió que quienes «incurran en actos de terrorismo, bloqueos ilegales de vías y violencia organizada serán sancionados conforme a la ley», a la vez que la Fiscalía anticipó que actuará «con firmeza» en caso de que las protestas deriven en posibles delitos como «terrorismo».
«Vemos algunos revoltosos de siempre que quieren hacer paro y mi mensaje es ese, que se pongan de trabajar y dejen de fregar (molestar) la vida. Sus comunidades mismas están siendo beneficiadas» con bonos raíces, aseveró el viernes Noboa. EFE
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