
La ciudad china de Cantón suspende clases, trabajo y transporte ante el supertifón Ragasa
Pekín, 23 sep (EFE).- La ciudad suroriental china de Cantón ordenó hoy la aplicación de las medidas conocidas como «cinco paros» (suspensión de clases, trabajo, producción, transporte y actividad comercial) ante el previsto impacto del supertifón Ragasa a partir de la noche local de este martes.
La Oficina de Control de Inundaciones, Sequías y Vientos, citada por la prensa local, explicó que los dispositivos de emergencia y los servicios esenciales de abastecimiento de agua y electricidad, gas, telecomunicaciones y atención sanitaria quedarán exentos de los citados paros.
Las autoridades indicaron que esperan que el tifón «afecte gravemente» a la urbe.
A partir de las 19.00 hora local (11.00 GMT), los empleadores deberán anunciar la suspensión del trabajo y ofrecer protección necesaria al personal que deba permanecer en su puesto y parques industriales, bases de producción, fábricas y talleres detendrán la actividad, indicó el organismo.
Dos horas más tarde, la operación de supermercados, mercados de abastos, restauración, recintos de ocio, parques y zonas escénicas, así como los servicios de reparto de comida y mensajería quedará paralizados en la ciudad, de 18 millones de habitantes.
En la medianoche local, todos los vehículos dejarán de circular en Cantón, excepto los de emergencia, y se detendrá el funcionamiento del metro y el transporte público.
Las autoridades de la provincia homónima decretaron este martes al nivel más alto de emergencia frente a Ragasa, que el Centro Meteorológico Nacional calificó como el tifón más poderoso del planeta en lo que va de 2025.
Según los avisos oficiales, el sistema podría tocar tierra entre la noche local del martes y el miércoles en la franja costera entre la ciudad de Shenzhen y la península de Leizhou, con vientos sostenidos superiores a 200 kilómetros por hora, rachas de hasta 260 y lluvias que en algunos puntos superarían los 300 milímetros.
En Hong Kong, el Gobierno suspendió las clases durante dos días, abrió refugios temporales y activó equipos de drenaje.
En Taiwán, la agencia meteorológica levantó la alerta terrestre tras el paso del centro del tifón por el canal de Bashi, que separa la isla de Filipinas, pero mantuvo avisos marítimos y de lluvias intensas, con miles de evacuaciones y cortes de electricidad en varios municipios.
Los tifones son recurrentes en el sureste de China y Taiwán durante la temporada estival y otoñal, cuando las aguas cálidas del océano Pacífico propician la formación de ciclones que, ocasionalmente, provocan daños e interrupciones en el transporte y en las actividades económicas.
La actual temporada de tifones en China ha estado marcada por fenómenos como Wipha, que dejó intensas lluvias y obligó a evacuaciones en el sur, y Wutip, que afectó a más de 180.000 personas en Cantón tras un retraso de más de dos meses respecto al inicio habitual de este periodo, atribuido por expertos a patrones de alta presión inusuales y cambios en el monzón. EFE
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