
La violencia no cesa en Pedro Juan Caballero, la «Sinaloa» de Paraguay
Asunción, 14 oct (EFE).- La ciudad de Pedro Juan Caballero es víctima de una violencia instalada desde hace años por organizaciones del narcotráfico, con un impacto reciente el sábado tras el asesinato de cuatro personas, una de ellas la hija del gobernador departamental, Ronald Acevedo, quien se refirió a la urbe como la «Sinaloa de Paraguay».
Fronteriza con Brasil, la capital de Amambay volvió este jueves a la actualidad con la orden de clausura de su penitenciaria, con 865 reclusos y una gran presencia de «soldados» y cabecillas del Primer Comando de la Capital (PCC), el mayor grupo criminal brasileño.
Ello tras un allanamiento esta mañana en la celda de un jefe narco, en el marco de la investigación por ese cuádruple asesinato, aparentemente realizado con munición militar.
Se trata de Faustino Aguayo, presunto cerebro de un esquema de narcotráfico que en 2021 se entregó a la Justicia, tras la incautación dos años antes de cargamentos de cocaína que sumaron tres toneladas.
Los agentes fiscales se encontraron en el registro con una mujer que acompañaba a Aguayo en su celda, con televisión y aire acondicionado, según las imágenes divulgadas.
En el procedimiento se decomisaron tres teléfono celulares a Aguayo.
El Ministerio Público hizo el registro siguiendo las investigaciones comenzadas el sábado, después de que supuestos sicarios mataran a las cuatro personas cuando acababan de acomodarse en un vehículo al salir de un salón de fiestas.
Las víctimas, además de la hija del gobernador, de 21 años, eran dos brasileñas, de 19 y 22, y un paraguayo de 29 identificado como Osmar Álvarez, que sería el objetivo, aunque el móvil sigue sin determinarse.
La investigación preliminar de la Policía apunta a que parte de la munición empleada salió del depósito de la Dirección de Material Bélico (Dinabel), cuyo responsable, el comandante de navío Pedro Vallejos, fue destituido el miércoles por el presidente del país, Mario Abdo Benítez.
La Dimabel ya había sido allanada la pasada semana por fiscales de la unidad contra el crimen organizado en relación a otras sustracciones.
El actuar de hoy de la Fiscalía se suma a los detenidos en Pedro Juan Caballero, seis brasileños que fueron imputados por homicidio doloso y asociación criminal.
Días después del atentado, el gobernador de Amambay, Ronald Acevedo, declaró que las víctimas encontraron la muerte «en la nueva Sinaloa de México llamada Pedro Juan Caballero».
«Es un mercado libre de la muerte, un mercado libre de la droga», dijo a un medio radial.
En declaraciones posteriores, recogidas por la prensa local, Acevedo, del opositor Partido Liberal, declaró que «las balas que mataron a mi hija salieron de las gloriosas Fuerzas Armadas de la Dinabel».
Un hermano suyo, Robert Acevedo, fallecido este año por Covid, había salido en 2010, siendo gobernador de Amambay, ileso de un ataque que atribuyó al narcotráfico.
Semanas antes del atentado del sábado se dieron otras expresiones de violencia en el departamento, con varios asesinatos que el Gobierno achaca a las luchas de las bandas de narcotraficantes por el control de esa parte de la Triple Frontera.
El ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, anunció esta semana la composición de un comando bipartito, de policías paraguayos y brasileños entre Pedro Juan Caballero y Ponta Porã.
En lo que a la penitenciaria se refiere, la ministra de Justicia, Cecilia Pérez, anunció hoy, además del cierre, el traslado a otras cárceles de la mitad de los reos, los relacionados con casos de tráfico de armas, drogas y crímenes de grupos organizados como el PCC.
Las autoridades del penal fueron apartadas del cargo tras el descubrimiento de la «celda vip» de Agueyo, que la ministra reconoció como otra muestra de la corrupción incrustada en el sistema penitenciario.
La anterior dirección de la cárcel fue sustituida en 2020 a consecuencia de la fuga de 76 presos del PCC que contó, según las autoridades penitenciarias, con la complicidad de varios funcionarios. EFE
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