Miedo, confianza y restricciones: así viven españoles en Israel la escalada con Irán

Jerusalén, 19 jun (EFE).- Españoles residentes en distintas ciudades de Israel viven entre el miedo y la confianza la reciente escalada del conflicto con Irán, mientras que otros buscan salir del país en medio de restricciones de movilidad y medidas de seguridad reforzadas.

Miguel de Guinea, biólogo madrileño que trabaja desde hace cuatro años en la Universidad Hebrea de Jerusalén, dice a EFE que no se esperaba los ataques entre Israel e Irán.

«Esto me pilló muy de sorpresa porque no me lo vi venir y sí, nos quedamos todos un poco en shock», recordó, al tiempo que agregó que los primeros días fueron de confusión: «Había un poco de miedo, pero bueno, uno se acostumbra rápido».

Recordando el ataque del 7 de octubre de 2023 por parte del grupo islamista palestino Hamás contra Israel, en el que murieron 1.200 personas y 251 fueron secuestradas, De Guinea afirma que entonces el desconcierto fue mayor, pero reconoce que la situación actual es difícil de sobrellevar. «Ha habido bombardeos, misiles, alarmas y sirenas», relata.

Si bien cree que es muy poco probable que los ataques afecten a Jerusalén, que no es hasta ahora objetivo de los misiles de Irán, afirma que este sábado abandonará el país en un viaje organizado por España.

«Voy a salir mañana, hay un vuelo que está organizando la embajada (…) para repatriarnos y sí, espero que todo irá bien», comenta.

Ha decidido irse porque, si bien no siente mucho miedo, reconoce que la vida en Israel es ahora complicada. «Casi todo está cerrado, la mayoría de la gente de otros países ya se ha ido», explica, y afirma que los extranjeros ya empezaron a marcharse de Israel desde los ataques de Hamás de 2023.

En Israel, según las estimaciones del Ministerio de Transporte israelí, se quedaron atrapados sin poder salir 40.000 turistas, entre ellos cientos de españoles.

Los cruces por tierra a Egipto y Jordania se encuentran abiertos para los viajeros que prefieran abandonar el país por estas rutas, una opción que han escogido algunos turistas, a pesar del coste y de la necesidad de coger varios vuelos para llegar a sus países.

Por Jordania irá Miguel este sábado junto a decenas de españoles, en el viaje organizado por España, que movilizará un avión militar para transportarlos desde Amán hasta la base madrileña de Torrejón de Ardoz.

Carlos Caravaca, un ingeniero de 27 años de Madrid que realiza un doctorado en Haifa, se adelantó a este vuelo de evacuación y dejó Israel el miércoles vía Egipto, donde finalmente tomó un vuelo hacia España.

Si bien reconoce que se sentía seguro en Israel, recalca al teléfono con EFE que las alarmas le generaban preocupación: «Era incómodo, porque te despiertan por la noche, pero si sigues las instrucciones de seguridad es bastante seguro».

Carlos afirma haber vuelto a España para tranquilizar a su familia y por poder «hacer vida», ya que en Israel «está todo cerrado», además de «la incertidumbre», ya que no se sabe el alcance que va a tener el conflicto, que va por su séptimo día.

Virginia Cevallos, de Santander, que lleva 11 años viviendo en Jerusalén, afirma que no descarta la posibilidad de salir del país. «Mi idea era ir de vacaciones a España en julio pero, si tengo la posibilidad de adelantarlo, lo voy a adelantar para minimizar el riesgo», dice.

Sobre los bombardeos, reitera que la situación es preocupante, «Lo estamos viviendo con bastante susto desde aquí, porque la amenaza es totalmente diferente a Gaza. Son misiles balísticos e hipersónicos», recalca, refiriéndose a la respuesta militar de Irán sobre territorio israelí.

Pero no todos piensan en regresar. Ese es el caso de Sasha Machta, de Barcelona, y Daniel Simón, originario de Madrid, dos estudiantes que, a pesar de la suspensión de clases debido a los recientes acontecimientos, no consideran necesario abandonar el país.

Simón, que vive en Herzliya, una ciudad en las afueras del norte de Tel Aviv – uno de los objetivos primordiales de los ataques iraníes-, explica que continuará en Israel, aunque sus clases universitarias han pasado al formato virtual.

«Estamos otra vez en una situación parecida a la del covid, todo se ha trasladado a Zoom, pero hay que adaptarse a la situación”, comenta.

En su opinión, la evolución del conflicto es incierta,. «No sabemos lo que puede pasar. Pero la vamos manejando día a día», afirma, al tiempo que recuerda que cada vez que escucha las sirenas, él y sus compañeros buscan refugio en los bunkers.

Por su parte, Sasha Machta, residente en Jerusalén, subraya que si bien su rutina se ve interrumpida de dos a tres veces cada noche por las alarmas que advierten el peligro de los misiles, no planea dejar el país. «Me siento más seguro aquí y con la confianza en que vamos a salir de esta situación», asegura.EFE

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