
Miles de personas marchan en Lisboa en contra del racismo y la xenofobia
Lisboa, 10 jun (EFE).- Miles de personas salieron a manifestarse este martes en las calles de Lisboa en contra del racismo y la xenofobia, coincidiendo con el 30 aniversario del asesinato racista, en la capital portuguesa, de un joven portugués de origen caboverdiano a manos de una banda de «cabezas rapadas».
La marcha arrancó en la céntrica Rua Garrett, en Baixa Chiado, en pleno corazón de la capital y lugar donde Alcindo Monteiro fue brutalmente asesinado por un grupo neonazi y racista en 1995.
La protesta congregó a miles de personas con pancartas en las que se podían leer mensajes como «Igualdad de derechos y papeles para todos».
«Treinta años después la situación en Portugal es parecida», dijo a EFE José Falcão, portavoz de SOS Racismo, una de las organizaciones que apoyó la manifestación, ya que «la impunidad continua».
Además, añadió, la extrema derecha tiene ahora 58 diputados en el Parlamento tras quedar como segunda fuerza política en las pasadas elecciones legislativas de mayo.
El ultraderechista Chega y su líder, André Ventura, sostienen un marcado discurso xenófobo en contra de la comunidad gitana, que también asistió a la protesta de este martes para denunciar los ataques sufridos durante la campaña y el clima de odio sembrado por esta formación.
Para Falcão, el reclamo es que los inmigrantes «tengan los mismos derechos», sobre todo porque «cada vez son más necesarios en todos los niveles», por ejemplo a nivel demográfico: «Este país está desapareciendo, los barrios se estaban quedando vacíos; ahora tienen vida».
Con una batucada y un constante canto entonado por los asistentes «en contra del racismo y la xenofobia», la marcha, que se celebró coincidiendo con la conmemoración del Día de Portugal, avanzó hasta Largo do Carmo.
Entre los asistentes también se encontraban algunos dirigentes políticos, como el líder de Livre, Rui Tavares, quien se refirió al asesinato de Alcindo Monteiro como «un crimen que marcó una generación» y criticó que algunos de los que participaron en el crimen «pasaron a dedicarse a la actividad política y a salir en televisión».
«Portugal es un país que en sus mejores momentos es de gran convivencia, solidaridad (…) pero los últimos años han sido más difíciles, porque ha habido propuestas políticas que básicamente se benefician del odio y la división y que han formado una generación de prejuicios y racismo», dijo a EFE Tavares. EFE
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