Nuevo auge de los juguetes tradicionales
Después de la moda de ‘todo lo electrónico’, los juguetes tradicionales vuelven a tener un lugar privilegiado entre los regalos debajo del árbol de Navidad.
Los juegos de sociedad registran un aumento espectacular en el ránking de ventas.
¿El juego Lego y otras marcas de piezas de construcción están ganando la partida a los robots? ¿Será que los más pequeños de los consumidores redescubren el juguete tangible, convivial y simple en detrimento del juego electrónico?
“Por el momento no podemos afirmarlo con seguridad, ya que no disponemos de estadísticas”, subraya Reto Zurflüh.
El portavoz de la Asociación Suiza de Distribuidores de Juguetes precisa, no obstante, que “ya observamos que los juguetes tradicionales absorben la mayor parte del mercado”.
Como cada año, la televisión, las series televisivas, las películas y la publicidad tienen una gran influencia sobre el volumen de ventas.
Todos los distribuidores coinciden en que los juguetes inspirados en los dibujos animados Nemo son uno de los productos estrella, al igual que Barbie en El Lago de los Cisnes, juego para PC que salió al mercado junto con el estreno del vídeo homónimo.
Regreso a la tradición
Pero este año el favorito indiscutible de los regalos navideños son los juegos que estimulan la creatividad y la imaginación de los niños.
“Los Playmobil y Lego, con sus figuras y elementos de construcción, baten todos los récords”, subraya Urs Peter Naef, portavoz de la Federación de cooperativas Migros.
Y también su rival Coop destaca las buenas ventas de Clikits, que ofrece a las niñas múltiples posibilidades para crear bisutería y decorar todo tipo de objetos.
En Juguetes Weber se observa un creciente interés por los peluches, los trenes eléctricos y los yo-yo de madera.
“Hasta el caballo balancín de toda la vida vuelve a ser un éxito”, constata Jean-Pierre Kilschmann, miembro de la dirección de la sociedad Franz Karl Weber.
Juegos de sociedad
Parece que los juegos de consola pasan a un segundo plano, pero lo más sorprendente es que todos los distribuidores confirman un aumento espectacular de las ventas de los juegos de sociedad.
Manor y los Juguetes Weber calculan que solamente en ese segmento facturarán entre un 10% y un 15% con relación a los años precedentes.
“Se trata de la mayor progresión registrada en el mercado del juguete este año”, subraya Maurice Calanca, director de Marketing de Manor.
Perplejidad
Los especialistas del sector se muestran perplejos ante el éxito que vuelven a tener los juegos de sociedad. Y aún más tratándose de un segmento nada innovador, cuando sabido es que en el reino del juguete lo que más vende es la novedad.
“Los adultos también influyen en los deseos de los niños”, señala Ulrico Schädler, director del Museo Suizo del Juego. “Si el Monopoly o el Pictionnary siguen siendo juegos muy solicitados, es también porque los mayores disfrutan tanto como los niños jugando”.
“Además, cada vez hay una mayor conciencia de la calidad de la relación padres-hijos”, prosigue. “Y el juego de sociedad es una herramienta privilegiada para crear una atmósfera convivial y positiva en el seno de la familia”.
Pero Ulrico Schädler también es realista y no excluye la influencia que tiene la pequeña pantalla. “La televisión propone cada vez más emisiones que están directamente ancladas en el juego o que requieren cierta interactividad entre los participantes”. Y esto incita a los grandes y pequeños a jugar a las cartas o a los dados.
Un fenómeno de moda
Si para algunos el éxito de ventas es señal de una tendencia, para otros se trata simplemente de un fenómeno comercial.
“Como todo mercado, el sector del juguete está sometido a fenómenos de moda”, destaca Maurice Calanca.
El director de Marketing de Manor prefiere no sacar conclusiones prematuras. “Si el año próximo se confirma el entusiasmo por los juegos de sociedad, entonces podremos decir que el comportamiento del consumidor ha cambiado.”
Por el momento, los distribuidores se limitan a constatar que estas Navidades los juegos tradicionales, incluidos los juegos de sociedad, les aportan más ingresos que los juegos de consola.
“Este año, los fabricantes de juguetes tradicionales se han mostrado especialmente creativos”, subraya Maurice Calanca. “Han lanzado muchas novedades, mientras que el sector de los juegos electrónicos atraviesa un momento de estancamiento”.
Habrá que esperar la primavera del 2004 para descubrir las novedades en ese sector.
Maurice Calanca apuesta por que en ese momento “se registrará un crecimiento en ese segmento del mercado.”
Un mercado rentable
Según las cifras parciales presentadas por la Asociación Suiza de Distribuidores de Juguetes, del 2001 al 2002, la cifra de negocios de los juegos electrónicos disminuyó de 170 a 140 millones de francos.
“Estas estadísticas no incluyen a los grandes comercios que representan el 50% del mercado”, advierte Reto Zurflüh.
“Asimismo cabe destacar que solamente los juegos de consolas están integradas en el sector del juguete propiamente dicho. El soporte técnico entra en la categoría de la electrónica.”
Si bien los distribuidores afirman que el juguete tradicional va viento en popa, no disponen de cifras que lo corroboren.
Lo único cierto es que en el 2002 el sector del juguete facturó 233,8 millones de francos, frente a 250,6 millones en el 2001.
swissinfo, Vanda Janka
(Traducción: Belén Couceiro)
Ventas de juguetes en Suiza:
2001: 250,6 millones de francos
2002: 233,4 millones de francos
Significa una disminución del 6,7%
En ese mismo periodo, la venta de juegos electrónicos (sobre todo consolas) pasó de 170 a 140 millones de francos.
Las ventas navideñas representan el 50% del mercado.
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