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Angola: tiros cruzados contra agencia humanitaria suiza

Terreno minado en Angola
Angola es uno de los países con mayor número de minas antipersona. Keystone

Diversas ONG impugnan un acuerdo de desminado en Angola. La Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación niega haber participado en la atribución del contrato a la empresa de armamentos Ruag.

Falta de transparencia, déficit de democracia. Ruag, el grupo de armamento perteneciente a la Confederación Suiza, está de nuevo bajo los reflectores.

Las ONG, que critican son frecuencia sus actividades, en particular en el ámbito de las sub-municiones, le reprochan esta vez un contrato de desminado en Angola.

A punto de ser firmado, el acuerdo habría sido asignado a Ruag en condiciones poco claras. El colmo para las ONG es que la agencia humanitaria de la Confederación se encarga de ese asunto.

En 2003, cuando Berna decidió devolver a Angola 24,2 millones de dólares depositados en bancos suizos por dignatarios angoleños y confiscados en el marco de un proceso de asistencia judicial mutua, la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación, (COSUDE) se encargó de supervisar la utilización de ese dinero.

Según un acuerdo celebrado en 2005 con el Gobierno angoleño, la COSUDE debía consagrar una parte de ese monto a proyectos educativos y otra al retiro de minas. Ahora bien, el hecho de que este contrato haya ido a parar a manos los de Ruag parece más que sospechoso a las ONG.

Poca transparencia

En un comunicado conjunto, Acción Plaza Financiera Suiza, la Declaración de Berna (DB) y Global Witness acusan a la COSUDE de haber elegido «directamente a Ruag». Exigen que la agencia de la Confederación cancele ese mandato y que se haga una convocatoria pública para el contrato.

«Es el procedimiento habitual en esos casos. Permite garantizar la transparencia. El objetivo de esta restitución de fondos era que la sociedad civil angoleña estuviera implicada en el control de los proyectos», destaca Anne-Kathrin Glatz de la Declaración de Berna.

Para ella, el hecho de que Ruag no disponga de las competencias necesarias en el ámbito del desminado y que subcontrate a una empresa alemana para que haga parte del trabajo constituye una circunstancia agravante. La ONG teme que parte del dinero destinado a los proyectos de asistencia se quede en subcontrataciones.

COSUDE contradice

La Agencia Suiza para la Cooperación y el Desarrollo rechaza las acusaciones de las ONG y asegura que la elección de Ruag la hicieron las autoridades angoleñas «a quienes pertenece este dinero y por lo tanto la competencia exclusiva de elegir a sus socios», según declara su portavoz, Jean-Philippe Jutzi.

Esa versión es confirmada por Ruag, que precisa que la empresa había firmado una primera declaración de intención para un proyecto de limpieza de minas en mayo de 2005 con las autoridades angoleñas.

«El Gobierno de Luanda nos eligió. Comparó varias ofertas durante un proceso de selección y finalmente nos asignó este contrato para el cual colaboraremos con la empresa alemana MineWolf Systems», indica Urs Breitmeier, responsable del sector Land Systems.

Este documento es analizado por la Sociedad General de Vigilancia (SGS), añade. La COSUDE, por su parte, reconoce haber pedido dos auditorías externas.

Pero la agencia de cooperación suiza rechaza cualquier responsabilidad en cuanto al hecho de que no hubiera concurso público.

¿Gobierno corrompido?

Una actitud que Anne-Kathrin Glatz considera «asombrosa» y que André Rothenbühler, de Acción Plaza Financiera Suiza, condena.

«La manera en que se produjo este acuerdo entre Ruag y Angola carece de transparencia. Si Suiza pretende llevar este asunto de la manera más democrática posible, no puede limitarse a decir que la distribución de ese dinero le no corresponde», indica.

Menos aún, subrayan las ONG, cuando el Gobierno angoleño actual dista mucho de estar libre de sospechas.

En diciembre de 2006, ciudadanos angoleños pidieron a la justicia ginebrina reactivar una investigación clasificada en 2004. Se refería al desvío y blanqueo de fondos destinados al reembolso de la deuda de Angola con Rusia.

En julio de 2007 presentaron una memoria que detalla los hechos que denuncian. «Esta memoria pone de manifiesto que existen sospechas de malversación de fondos contra el Gobierno angoleño actual. Aunque sea este último él que celebró el contrato con Ruag, el asunto plantea interrogantes desde el punto de vista ético», insiste Anne-Kathrin Glatz.

Para las ONG, Suiza se responsabilizó firmando un acuerdo con Angola. «Este asunto plantea no sólo la cuestión moral de las actividades de Ruag, sino que tiene también lleva en juego las prioridades que Suiza quiere fijar en cuanto a política exterior y derechos humanos», concluye.

swissinfo, Carole Wälti
(Traducción, Marcela Águila Rubín)

En 2000, la justicia ginebrina bloqueó fondos que pertenecían a dignatarios angoleños en el marco de un asunto de corrupción de agentes públicos extranjeros y de blanqueo de dinero.

Esos 21 millones de dólares – 3,2 millones de intereses – forman parte de un importe de 774 millones de ingresos petroleros transferidos a una cuenta del UBS en Ginebra.

Este monto debía servir al reembolso de la deuda de Angola con Rusia.

En 2005, Suiza celebró un acuerdo con Angola con respecto a la restitución de esos 24,2 millones.

Este dinero debe servir para financiar proyectos de desarrollo y retiro de minas bajo el patrocinio de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE).

Devastada por un conflicto que duró 27 años (1975-2002), Angola está entre los más importantes países productores de petróleo del África subsahariana.
Alrededor del 70% de la población vive sin embargo, por debajo del umbral de la pobreza.
Aproximadamente ocho millones de minas antipersonas se encuentran en el suelo angoleño.

Heredera de antiguas empresas de armamento suizas, Ruag se constituyó en sociedad anónima de derecho privado en 1999.

Pertenece íntegramente a la Confederación pero dispone de una relativa autonomía.

En la actualidad, Ruag es una multinacional activa en cuatro sectores (aeronáutica, electrónica, defensa y municiones).

Posee filiales y participaciones, en particular, en Alemania, Austria, Inglaterra y Francia.

En 2007, Ruag logró un beneficio neto de 76 millones de francos (+6 millones) para un volumen de negocios de mil 409 millones de francos (+162 millones).

El ejército suizo es su mayor cliente. Sus pedidos representaron un 34% del volumen de negocios en 2007.

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