
Portugal homenajea a víctimas de incendios de Pedrógão como lección y alerta por el clima
Lisboa, 27 jun (EFE).- El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y el Gobierno del socialista António Costa homenajearon este martes a las víctimas de los incendios de Pedrógão (centro del país) ocurridos en 2017 como recuerdo de las «lecciones del pasado» y con una advertencia ante las alteraciones climáticas.
En un acto en la localidad de Pedrógão Grande, en el centro del país, las autoridades realizaron una ofrenda floral ante un memorial compuesto por un lago artificial y un muro con los 115 nombres de las personas fallecidas no solo en los fuegos de junio de hace seis años en Pedrógão, sino también en los de octubre de ese mismo año en el resto del país.
Rebelo de Sousa destacó que «hay que aprender la lección del pasado» y reforzar aspectos como la cohesión territorial, las oportunidades económicas y sociales y crear más empleo en las zonas rurales.
«Hay que mirar esta agua que es vida y vida significa que recordamos el pasado pero miramos al futuro, y queremos construir un futuro mejor», afirmó.
Asimismo, propuso que el Día de Portugal, que tiene lugar cada 10 de junio, se celebre en 2024 en esta región.
ALTERACIONES CLIMÁTICAS AUMENTAN EL RIESGO DE INCENDIOS
Por otra parte, António Costa alertó de que «el pasado corre siempre el riesgo de repetirse» y Portugal «es un país particularmente expuesto a los riesgos de las alteraciones climáticas», lo que «agrava todos los años el riesgo de incendios».
Reconoció el papel del Estado en la prevención y protección de la ciudadanía y la biodiversidad ante los incendios y pidió una «movilización colectiva» contra los causados por negligencia, ya que, según sus datos, suponen el 64% de los fuegos forestales registrados en Portugal en lo que va de año.
Durante el acto también participó la presidenta de la Asociación de Víctimas del Incendio de Pedrógão Grande (AVIPG), Dina Duarte, quien pidió a las autoridades «todas sus energías en la misión de cuidar el país» para «evitar más memoriales».
Esta obra, que costó 1,8 millones de euros y fue edificada por el reputado arquitecto portugués Eduardo Souto de Moura, está situada cerca de la carretera 236-1, que pasó a conocerse como la «carretera de la muerte» por ser donde se produjeron la mayoría de los fallecimientos, 47.
UNA CEREMONIA CON DIEZ DÍAS DE RETRASO
El memorial se abrió al público con polémica, ya que no tuvo ninguna inauguración oficial, y no ha sido hasta diez días después del aniversario que se ha celebrado una ceremonia con las autoridades del país.
El 17 de junio de 2017, comenzó un incendio en la localidad de Pedrógão Grande y se propagó rápidamente a las regiones circundantes, causando 66 víctimas mortales y más de 250 heridos, además de 46.000 hectáreas calcinadas, con unas pérdidas estimadas en unos 90 millones de euros.
En octubre de ese mismo año, las llamas volvieron a devastar el centro y norte de Portugal, con 51 muertos y unas 220.000 hectáreas destruidas.
Desde entonces, el Estado portugués, criticado por fallos en la coordinación entre las autoridades de rescate, ya ha pagado 31 millones de euros en indemnizaciones a las familias de las víctimas de ambos incendios, y ya se han presentado ante los tribunales varias demandas relacionadas con las tragedias. EFE
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