España y Países Bajos piden “autonomía” europea en sanidad y tecnología
La Haya, 24 mar (EFE).- España y Países Bajos instaron, en un documento enviado al Consejo y la Comisión europeos, a “preservar una economía abierta” en la UE y trabajar por “fortalecer la autonomía” en los sectores estratégicos, como el tecnológico y sanitario, con una “agenda propia” que permita “reducir la dependencia” de terceros países.
Las ocho páginas del documento de trabajo, al que tuvo acceso este miércoles Efe, recogen una reflexión sobre 13 puntos clave o áreas de acción que permitirán una “Europa más fuerte, más resiliente e internamente solidaria” que pueda “establecer una presencia internacional más fuerte y segura, ejerciendo influencia en aquellos contextos que le interesen”.
Estos puntos son el mercado único, la transformación digital, la innovación, una política industrial orientada al futuro, capacidad de establecer estándares internacionales, sanidad, energía y clima, inmigración, el papel internacional del euro, fiscalidad internacional, política común de seguridad y defensa, relaciones externas, y multilateralismo.
Estas reflexiones, en la que ambos países han estado trabajando durante las últimas semanas, confirmaron a Efe fuentes oficiales neerlandesas, van acompañadas de una carta firmada por el presidente de España, Pedro Sánchez, y el primer ministro en funciones de Países Bajos, Mark Rutte, quienes han enviado una copia al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Los dos mandatarios escriben en la misiva, fechada el 18 de marzo, que la pandemia del covid-19 y otros desarrollos geoeconómicos y geopolíticos recientes “han puesto de relieve los riesgos de las dependencias asimétricas en sectores estratégicos” e instaron a “llegar a un consenso sobre cómo fortalecer la autonomía estratégica abierta de Europa para hacer de Europa un actor global resiliente y responsable de su propio futuro”.
“La UE debe mantener su compromiso con las economías y sociedades abiertas. La autonomía estratégica de la UE no implica aislacionismo ni proteccionismo económico; más bien debe basarse en principios de multilateralismo, cooperación y libre comercio basado en normas, sin socavar los intereses de los países menos desarrollados”, dijeron.
Las acción que se tomen, añaden Sánchez y Rutte, deben “ser racionales y estar hechas a la medida de desafíos específicos”.
Instan a buscar “una mayor coherencia entre las políticas internas y externas de la UE”, lo que supone “modificar las normas y procedimientos, y fortalecer las estructuras” de la UE, que originalmente “fueron concebidas para que la actividad económica de Europa estuviera separada de su actividad geopolítica”.
Para ambos dirigentes, los “compromisos de preservar y reforzar el espacio Schengen, fortalecer el Estado de derecho, combatir la desigualdad y reforzar el mercado único” son el punto de partida para “fortalecer Europa y garantizar que siga siendo un socio atractivo” porque, añade, “no se trata de proyectar fuerza, sino influencia; es decir, de invertir”.
Las reflexiones terminan con una recomendación para renunciar al “veto” en algunos ámbitos: “Podría ser útil explorar en qué áreas es posible la extensión de la votación por mayoría cualificada, limitando, cuando sea posible y deseable, los casos en los que la unanimidad obstaculiza la capacidad de la UE para actuar”.
El documento se muestra como una guía del debate futuro y una reflexión sobre las trece áreas en las que se requiere acción, pero también se propone como base para la preparación del próximo Consejo Europeo y para la actualización de la Estrategia Industrial prevista para abril. EFE
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