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Minembwe, enclave tutsi en República Democrática de Congo inflama resentimiento contra Ruanda

El alcalde de Minembwe, Gadi Muzika, presenta su pésame a los miembros de la comunidad banyamulenge en el funeral de un pastor asesinado por milicianos, en Kivu del Sur, el 7 de octubre de 2020 afp_tickers

Sentados al fondo de un valle aislado, las mujeres a la izquierda y los hombres a la derecha de un féretro de madera, 500 personas asisten a los funerales de Bonaventure Kinyegeria, un ganadero asesinado por milicianos el 6 de octubre cerca de Minembwe, en el este de la República Democrática de Congo.

A plena luz del día, los asaltantes armados robaron los animales del tutsi, víctima de un conflicto armado localizado en los Hauts-Plateaux (Alta Meseta) en Kivu del Sur. Pero es un conflicto muy politizado que atiza en toda la RDC los viejos recelos contra Ruanda.

La víctima, de 56 años, es un congoleño tutsi “Banyamulenge”, una comunidad con orígenes remotos ruandeses.

“Antes de la conferencia de Berlín (sobre la repartición de África en 1885) ya estábamos en la región”, dice Sébastien, un médico que se aparta de la ceremonia al aire libre para responder a la AFP junto con otros seis notables.

– “¿Congoleño? ¡Y de qué forma!”

¿Entonces son congoleños? “¡Y de qué forma!”, responde la pequeña delegación. Sin embargo, muchos congoleños los consideran ruandeses o agentes de Ruanda, con el fondo de conflictos sobre la tierra en los tiempos de la transhumancia.

La muerte de este ganadero tutsi no es un acto aislado. Desde 2019, los banyamulenge aseguran que son blanco de milicias de otras comunidades de los Hauts-Plateaux(Babembe, Bafuliru y Banyindu) coaligados con los rebeldes del vecino Burundi (Red Tabara, FNL, Forebu).

“Hemos perdido más de 300 personas y 240.000 cabezas de ganado”, dice otro notable, el pastor Joseph Harera, cuyas cifras no se han comprobado con fuentes independientes.

Ante estos ataques, dos milicias dicen defender a los banyamulenge, con la ayuda de un coronel desertor del ejército congoleño. Son los “Twigwaneho” (autodefensa) y “Ngumino” (nos quedamos aquí en kinyamulenge).

Al final del entierro, el alcalde y los notables regresan en moto a su feudo de Minembwe, donde los banyamulenge aseguran que viven en paz con los babembe y los comerciantes llegados de Bukavu.

Minembwe es un enclave inaccesible por tierra. La carretera que sube de Uvira y de Fizi por las orillas del lago Tanganica es impracticable, tanto por las lluvias como por la inseguridad.

Además de los helicópteros de la ONU, un pequeño avión procedente de Bukavu aterriza dos o tres veces por semana en el aeródromo improvisado en medio de enormes praderas, al pie de una montaña.

Minembwe parece un pequeño paraíso perdido en medio de la estepa de altura.

Y sin embargo, esta pequeña comunidad tranquila suscita pasiones en las redes sociales y en la prensa.

Ha sido un ministro el que ha echado aceite al fuego. En una visita del 28 de septiembre, Azarias Ruberwa concedió a Minembwe los poderes totales de comunidad a los banyamulenge.

– “Las vacas para nosotros” –

El ministro de la Descentralización, también banyamulenge, se ha construido una mansión cerca del aeródromo, dice un oficial de Kivu Sur.

Muchos congoleños consideran la decisión del ministro Ruberwa como un ataque a la “integridad territorial” de la RDC en favor de Ruanda, pese a que Minembwe no tiene una continuidad territorial con el país vecino, cuya frontera pasa a decenas de kilómetros a vista de pájaro en el noroeste de los Hauts-Plateaux, entre Bukavu y la planicie de Ruzizi.

Poco importa. “Si dejamos Minembwe en manos de sus ocupantes, mañana no tendremos país. Seríamos el primer pueblo africano en ser colonizado por otro pueblo de África”, dice el opositor Martin Fayulu.

De regreso del entierro, sentado en su modesta oficina, el burgomaestre Gadi Mukiza trata de entender por qué su pequeña comunidad de 10 km2, según él, levanta tantas pasiones en el mayor país del África subsahariana (de 2,3 millones de km2).

“Nos invaden los extremistas. El telón de fondo de todo esto es la nacionalidad. Se dice que los banyamulenge no son completamente congoleños”, dice.

Para desactivar esta “bomba”, el presidente Félix Tshisekedi anuló la decisión de “instalar” la comuna de Minembwe y ha decidido nombrar una comisión de expertos para redefinir los límites territoriales de la misma.

“Gente de fuera impone el tribalismo”, dice un miembro de la sociedad civil. “El conflicto es por nuestras vacas”, dice otro. Los robos de ganado han aumentado después del asunto de la comuna de Minembwe, asegura.

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