Al grito de «¡Ruto debe irse!», los jóvenes kenianos vuelven a tomar las calles de Nairobi
Paula García-Ajofrín y Augusto Morel
Nairobi, 25 jun (EFE).- Bajo una nube espesa de gas lacrimógeno, entre gritos de “¡Ruto debe irse!” y banderas ondeando al viento, miles de jóvenes kenianos tomaron este miércoles las calles del centro de Nairobi para conmemorar, con rabia y memoria, el aniversario de las protestas masivas que desembocaron el 25 de junio de 2024 en el asalto al Parlamento.
Las movilizaciones, convocadas en redes sociales por activistas de la llamada “generación Z” y sin líderes visibles, buscan honrar a los, al menos, sesenta manifestantes muertos durante las movilizaciones que se extendieron entre junio y agosto del año pasado para exigir, entre otras reivindicaciones, justicia frente a una represión que, denuncian, sigue tan viva como entonces.
“Puede que hoy caiga, pero no me importa. Lo que sé es que caería luchando por mi nación», dijo a EFE Adam, un joven de 23 años que ya participó en las manifestaciones del año pasado y que hoy vuelvió a salir a la calle.
Como él, muchos jóvenes marcharon no solo por las víctimas del año pasado, sino por un futuro que el Gobierno les niega.
Adam enumeró con firmeza los problemas que afectan a la juventud keniana: la falta de empleo, incluso para quienes tienen estudios superiores: la corrupción sistemática y una violencia policial que, lejos de desaparecer, se ha institucionalizado.
Represión y denuncia
“Estoy aquí porque nuestro país se ha ido al diablo, nuestros líderes no nos escuchan. Estamos desesperados como pueblo, especialmente los jóvenes. Hicimos saber nuestras preocupaciones hace un año. No se ha hecho nada y el Gobierno nos odia», denunció a EFE otra joven de 25 años que se hacía llamar «Jockey», por miedo a represalias.
«Han desfinanciado la educación y la salud (…). Estamos aquí para protestar y decir que Ruto, no solo como presidente, sino como la figura que representa, tiene que irse», agregó.
«Jockey» no permitió ser filmada y cubrió su rostro con una edición de un diario local cuya portada dice: “Los héroes caídos”, en homenaje a los jóvenes asesinados por la brutalidad policial.
La jornada, que comenzó hacia las ocho de la mañana (05:00 GMT), se vio frustrada casi desde el inicio por la represión policial. Los agentes dispersaron a los manifestantes con gases lacrimógenos, mientras estos coreaban lemas como “¡Ruto debe irse!”.
Gases y caos
La represión dejó escenas casi apocalípticas: las calles del centro de Nairobi, habitualmente colmadas de actividad y hoy paralizadas por temor a los disturbios, se cubrieron de una densa nube de gas mientras jóvenes ondeaban banderas de Kenia y repetían: «Estamos luchando por este país, por esta tierra».
Desorganizados por la respuesta policial y sin rumbo fijo, los manifestantes intentaron reagruparse constantemente. Según relataron a EFE, su objetivo es llegar a la ‘State House’ -la sede de la Presidencia-, una meta casi inalcanzable ante el fuerte despliegue policial y los cortes viales.
Carteles improvisados que se alzaban entre la multitud se preguntaban “¿Un año después, qué ha cambiado?”, al tiempo que otros proclamaban: “Nuestras vidas importan, ¡Justicia para las víctimas del sistema y de la violencia de Estado!”, o “Dispararon contra nuestros cuerpos, pero no a nuestra creencia en una Kenia mejor”.
Ante cualquier avance, la Policía, movilizada en furgones, respondió lanzando gases lacrimógenos una y otra vez, mientras los jóvenes trataban de protegerse con mascarillas y botellas de agua para aliviar los efectos.
Cuando el gas no bastaba, los agentes comenzaron a emplear bombas de estruendo, balas de goma e incluso munición real, según denunciaron manifestantes que mostraron a EFE casquillos recogidos del asfalto.
La tensión escaló rápidamente en algunos puntos del centro de la ciudad, y ciertos grupos respondieron con violencia: prendieron fuego a neumáticos y arrojaron piedras para frenar el avance de los agentes, que contestaron con más proyectiles, piedras y cañones de agua.
Según informó la Cruz Roja keniana a EFE, hasta este mediodía, al menos cincuenta personas resultaron heridas durante las protestas.
Un año después de que cientos de manifestantes irrumpieran en el Parlamento y la Policía abriera fuego, las calles de Nairobi volvieron a llenarse de jóvenes que no piden sólo justicia, sino un Gobierno que los escuche.
pga-aam/pa/ad
(foto)(vídeo)