Doblegado por un déficit acumulado de 5.000 millones de francos, el cantón de Berna quiere economizar por todos lados. La escuela también sufre recortes. Maestros y padres protagonizaron este jueves una manifestación de protesta en la capital suiza.

Los presidentes de los consejos de padres de los 18 centros escolares de la ciudad han convocado a las familias de sus 7.500 alumnos a una manifestación de protesta delante del ayuntamiento de Berna, el "Rathaus".

"Se trata ante todo de defender la calidad de la enseñanza", explica uno de los presidentes de consejo.

Los padres lamentan, sobre todo, el incremento del número de alumnos por clase, así como la disminución o supresión de ofertas suplementarias en el marco de la enseñanza, como logopedia o cursos de apoyo para niños extranjeros.

También señalan el aumento considerable de maestros que ya no están motivados o que sufren estrés.

Formación y planes de trabajo inaceptables, alumnos difíciles, familiares ausentes que descargan su responsabilidad en la escuela: los maestros atraviesan por una fase delicada, aquí en Berna... como en otros lados.

Los expertos señalan como fuente de estrés las nuevas tareas a las que está confrontada la escuela. Se asiste a una especie de delegación de responsabilidad de los padres a los maestros, que asumen cada vez más una carga educativaa para la que no están preparados.

La escuela se ha profesionalizado mucho, hay que utilizar excelentes manuales, muy elaborados y muy detallados. Los maestros se sobrecargan de trabajo a causa de la perfección de los nuevos métodos de enseñanza.

Se quejan también de que los padres delegan sus responsabilidades en materia de educación pero, al mismo tiempo, quieren estar demasiado presentes en todo lo referente a la escuela.

A menudo abusan del derecho a expresar su opinión, reclaman y se quejan. De esta manera, la organización de las relaciones entre maestros y alumnos se hace muy difícil.

Por otro lado, están las complicaciones sociales, sobre todo en cuanto a la relación laboral entre sexos, que hace a los maestros más vulnerables. Un detalle que no pasa desapercibido a los alumnos.

Los expertos opinan que se puede y se debe mejorar la selección de maestros. Algunos se han equivocado de vocación y sufren. La experiencia enseña que un buen alumno no se convierte necesariamente en un buen maestro más tarde.

El reclutamiento de maestros lleva a privilegiar a los aprenden bien y son receptivos, pero después se descubre que no sirven para enseñar.

Actualmente existen métodos de selección que permiten determinar mejor las vocaciones. Para ello hay que tomarse el tiempo necesario y darse los medios para aplicar bien esos métodos.

Tanto maestros como padres esperan que, tras la manifestación de este jueves, las autoridades bernesas presten mayor atención a las necesidades financieras, laborales y humanas de los que consagran su vida a la enseñanza.

Juan Carlos Moreno

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