
El Sendero de los Toblerones: de blindaje militar a tesoro histórico y natural de Suiza

El Sendero de los Toblerones, que serpentea desde los bosques del Jura hasta las orillas del lago Lemán, es un valioso testimonio del patrimonio bélico suizo. La magnífica ruta de senderismo en plena naturaleza es un recordatorio de la Segunda Guerra Mundial.
«Nada de chocolate en el Sendero de los Toblerones», advierte desde el principio la plataforma de actividades al aire libre SuisseMobileEnlace externo, anticipando quizá las quejas de padres decepcionados. «Se trata, en efecto, de un sendero didáctico histórico que sigue una línea de fortificaciones construida durante la Segunda Guerra Mundial».
Los Toblerones -unos 3.000 en total- son enormes pirámides de hormigón, también llamadas ‘dientes de dragón’, construidas para impedir que los tanques alemanes invadieran Suiza desde Francia. El apodo que reciben estas estructuras defensivas hace referencia, por supuesto, al famoso chocolate suizo Toblerone, conocido por su forma piramidal.
Estos bloques (que pueden medir hasta dos metros de altura y pesar 15 toneladas) surgieron por toda Suiza durante la guerra. No obstante, el tramo de diez kilómetros que va desde Bassins, al pie del Jura, hasta Prangins, a orillas del lago Lemán, es la sección mejor preservada.

TLos Toblerones, o ‘dientes de dragón’, no son las únicas defensas antitanque: también se encuentran entre ellas el erizo checo y la puerta belga.
Varios ejércitos utilizaron hileras de ‘dientes de dragón’ durante la Segunda Guerra Mundial. Los alemanes los utilizaron ampliamente en la Línea Sigfrido y el Muro Atlántico, y los franceses en la Línea Maginot.
Los ‘dientes de dragón’ siguen estando presentes en algunos sitios a lo largo de la zona desmilitarizada de Corea.
Sin embargo, estas defensas no pertenecen sólo a la historia. En noviembre de 2022, Rusia comenzó a construirlas alrededor de la ciudad ucraniana ocupada de Mariúpol, según periodistas ucranianosEnlace externo que citan al Ministerio de Defensa británico.
«Hacia 1940, cuando las tropas alemanas atacaban países neutrales como Bélgica y Noruega, el temor crecía también en Suiza», recuerda SuisseMobile. «Fue entonces cuando comenzaron los trabajos para construir la Línea defensiva de Promenthouse. Los bloques de hormigón se alinearon a lo largo de ríos y arroyos. En lugar de retirarlos, algunos fueron restaurados para no olvidar lo que significó la guerra para Suiza».
El sendero completo de los Toblerones, entre Bassins y Nyon (Cantón de Vaud), se extiende por unos 18 km y puede recorrerse en media jornada. Los tramos sombreados en el bosque, junto a tres arroyos (Promenthouse, Combe y Serine) son especialmente agradables en verano. El paisaje incluye viñedos, huertos y campos de maíz, y a orillas del lago ofrece una magnífica vista del Mont Blanc. En su momento, los Toblerones se extendían 50 metros dentro del lago Lemán para prevenir un ataque por agua.
«¡Más rico que un zoológico!»
La Asociación del Sendero TobleroneEnlace externo (originalmente, la Asociación de la Línea Fortificada de Promenthouse) ha habilitado un sendero bien señalizado a través de matorrales y tierras agrícolas entre Bassins y Nyon, incorporando escaleras y puentes. Varios paneles informativos describen de forma amena el papel del bosque, las especies de árboles y los aspectos históricos de esta fortificación estratégica.
La asociación explica que el proyecto comenzó como una iniciativa para preservar una parte importante del patrimonio militar suizo, pero pronto se reconoció que su valor ambiental era igualmente relevante.
Los bloques de hormigón, muchos de los cuales ahora están cubiertos de musgo, hiedra y zarzas, ofrecen un hábitat ideal para numerosas especies animales y vegetales. «¡El lugar es mucho más rico que un zoológico!», afirma la asociación.
Lo que puede detener a los tanques, sin duda puede detener a los tractores. «Estas enormes barreras antitanque impiden la explotación agrícola intensiva. Hoy en día están cubiertas de musgo y hiedra, lo que proporciona un hábitat ideal para muchas plantas y animales», describe SuisseMobile. «Los pájaros cantan junto a los arroyos y bajo el follaje. En los campos se disfruta de la vista del lago Lemán y los Alpes franceses».
«La fauna es mucho más difícil de abordar que la flora, por una razón obvia: su movilidad», explica amablemente la Asociación del Sendero Toblerone, añadiendo que «la compañía de un perro no es muy favorable».
Señala que muchos animales son nocturnos (erizos, tejones, comadrejas, castores, ratones de campo, musarañas, por no mencionar los murciélagos, de los cuales se pueden encontrar media docena de especies en la región), pero hay mucho que el ojo y el oído entrenados y pacientes pueden ver y oír. En el extremo inferior de la escala, no faltan artrópodos, como insectos, arañas y ciempiés.
Pero mientras que la mayoría de los mamíferos grandes pasan desapercibidos, no ocurre lo mismo con las aves. Existen casi 100 especies reproductoras, desde pequeños reyezuelos y chochines hasta la majestuosa garza real. Algunas especies se limitan estrictamente a los arroyos (mirlos acuáticos, lavanderas, martines pescadores), mientras que otras casi nunca abandonan el follaje, como las currucas. También hay cuervos, alondras y escribanos cerillos que prefieren frecuentar los prados, mientras que las más osadas circulan más cerca de las casas (colirrojos tizones, gorriones comunes, golondrinas y vencejos). Finalmente, algunas especies solo se pueden ver u oír en los bosques cercanos al lago, tal es el caso de las oropéndolas y los ruiseñores.
En cuanto a la flora, «digamos de entrada que la vegetación que bordea el Sendero Toblerone no es excepcional», afirma la página web de la Asociación con admirable honestidad. «[Las plantas] se pueden encontrar por toda la región, especialmente en las orillas de los ríos». Sin embargo, no por ello deja de ser interesante y ofrece múltiples posibilidades de observación, tanto para el senderista curioso como para profesores y estudiantes.
Sin embargo, el objetivo principal sigue siendo educativo: garantizar que este patrimonio militar único se conserve para las generaciones futuras. La Asociación ofrece a los docentes material sobre historia militar, geología y ecología antes de que lleven a sus clases a recorrer el sendero.
Villa Rose
Pero, ¿por qué se construyó esta línea defensiva aquí y no en la frontera?
El valle de Promenthouse-Serine representaba la primera barrera natural que habría encontrado un ejército invasor procedente del oeste. Ginebra, rodeada por tres lados por la Francia ocupada, habría sido casi imposible de defender. Por eso se construyeron aquí los Toblerones -por soldados y desempleados- en terrenos cedidos por numerosos habitantes para apoyar en tiempos de guerra.
Sin embargo, los Toblerones no eran la única sorpresa (ni para los alemanes en aquel entonces ni para los senderistas de hoy) a lo largo del recorrido.
La Villa RoseEnlace externo es una pintoresca casa rosada situada en lo que fue la carretera principal entre Ginebra y Berna. Durante décadas intrigó a los vecinos: estaba bien cuidada, pero nunca se veía luz en sus ventanas ni personas entrando o saliendo.

Sin embargo, las personas mayores que participaron en la movilización durante la guerra sabían que en realidad se trataba de una fortaleza inexpugnable, con muros de 2,5 metros de espesor y aspilleras reforzadas con placas de acero de 10 cm. Las ventanas son falsas; simplemente están pintadas.
La Villa Rose es uno de los 12 búnkeres (puestos de guardia camuflados de hormigón, equipados con aspilleras para disparar) construidos a lo largo del Sendero de los Toblerones. Durante la guerra, estaba abastecida con armas y municiones, y podía albergar hasta 25 soldados. Conectados con el exterior mediante un teléfono militar, permanecían allí varias semanas seguidas, con el dedo en el gatillo, esperando una invasión alemana.
La línea defensiva del Sendero de los Toblerones y sus búnkeres están incluidos en la lista de bienes de importancia nacional.Enlace externo
Editado por Samuel Jaberg. Adatpado del inglés por Norma Domínguez / CW.
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