ABB va adelante en la carrera energética marítima
La competencia comercial empeñada en mejorar el abastecimiento mundial de electricidad abre para algunas empresas la puerta a riquezas potenciales.
Una de las favoritas es la compañía suiza-sueca de tecnología de equipos y automatización industrial ABB, que recientemente ha elevado el listón con un sistema pionero para acrecentar el rendimiento eléctrico a bordo de los barcos.
La red de corriente continua a bordo de ABB (DC en su sigla inglesa) promete ahorrar hasta un 20% en el consumo de combustible y en las emisiones de gas en los botes. La empresa espera que su sistema de economía tenga pronto uso común en los transbordadores, yates, remolcadores y buques de apoyo a las plataformas marinas.
Este avance es apenas una pequeña parte del esfuerzo internacional dedicado a mejorar el rendimiento en la producción y distribución de energía.
Debido en gran medida al acelerado crecimiento de las economías emergentes y de la población, la demanda mundial de energía ha aumentado 20% en la última década, señala el centro de estudios independiente World Energy Council (WEC).
Reducir el desperdicio
La electricidad constituye una tercera parte de toda la energía producida y se le atribuye poco más de la mitad de las emisiones de CO2 relacionadas con ella, estima la WEC. Dada la infraestructura existente que busca respuestas a la creciente demanda y a las preocupaciones medioambientales, se pone mayor atención en la forma de conseguir que el sistema sea más eficiente.
ABB y otras multinacionales gastan muchos millones de dólares en la investigación de tres áreas principales: abastecimiento eficiente de electricidad a larga distancia, conexión de las anteriores redes incompatibles, e introducción de más tecnología de corriente continua (DC) en vez de sistemas de corriente alterna (AC).
Además de las embarcaciones, ABB cree que los sistemas de corriente continua pueden ser empleados en fábricas y en los cada vez más populares centros de datos informatizados.
La electricidad es generalmente distribuida por el sistema de corriente alterna (AC), pero un gran número de artefactos domésticos y ordenadores requieren o prefieren el suministro de corriente continua (DC). Al ser posible la conversión y transformación del suministro eléctrico, el proceso ocasiona pérdida de energía.
Es sencillamente más razonable una mayor distribución de electricidad de corriente continua, remarca Jochen Kreusel, jefe de la sección Redes inteligentes de ABB.
“Reducir el número de pasos para convertir corriente alterna en corriente continua equivale a disminuir el desperdicio energético y los costos”, señala a swissinfo.ch.
Sin embargo, Kreusel admite que mientras la corriente continua (DC) sea una opción viable para espacios determinados como son los barcos, una conversión completa del establecido sistema de distribución de corriente eléctrica alterna (AC) no deja de ser un concepto teórico en el presente.
El hablar de redes completas de corriente continua será un sueño imposible hasta que sean viables económicamente, sostiene el secretario general del WEC, Christoph Frei.
“El sistema que se usa por defecto para abastecer de energía a menos de 600 kilómetros es corriente alterna (AC)”, expresa a swissinfo.ch. “El cambio a redes de corriente continua (DC) es cuestión de distancias y costos a cubrir. Los precios de la energía tendrían que subir aún para estimular un cambio de escenario”
Trabajo pionero
Otra tecnología clave para ahorrar es el sistema de corriente continua de alto voltaje (HVDC en sus sigla inglesa) que ya fue emprendida en los años de 1930 por la firma ASEA, predecesora de ABB. Inicialmente puesto para uso comercial en el año 1954 por ASEA, el HVCD es un sistema de cables , adaptadores y otra infraestructura que permita llevar la corriente continua (DC) a distancias muy lejanas.
La demanda de HVDC se ha disparado en los últimos años porque las economías emergentes como China e India necesitan infraestructura mejorada para cubrir el creciente suministro de energía en distancias largas.
La búsqueda de un mayor número de fuentes de energía renovables mueve también los centros de producción energética, como es el caso de los parques eólicos alejados del consumidor. Pero a medida que las renovables son más económicas, aumenta el deseo de integrarlas en las redes energéticas, explica Kreusel.
“Cuando la diferencia de precios entre la energía renovable y la tradicional sea menor, veremos que una gran parte de las renovables son distribuidas desde los remotos centros de producción hasta los usuarios de todo el continente”, añade.
El sistema de corriente continua de alto voltaje (HDCV) es también crucial para que Africa realice sus visiones de seguir la producción hidroeléctrica remarcada por China con su denominada presa de las Tres Gargantas. Un proyecto aún más ambicioso es el planeado por la República Democrática del Congo en el río Inga.
“África obtiene en la actualidad sólo el siete por ciento de su potencial hidroeléctrico”, dice a swissinfo.ch el secretario general del centro de estudios WEC , Christoph Frei. “El continente podría cosechar grandes cantidades de energía, pero eso tiene sentido sólo si puede distribuirla de manera eficiente a largas distancias con el sistema HVDC”.
Paz y seguridad
La pieza final del rompecabezas es conectar en el país o con otros países las redes que anteriormente eran incompatibles. La tecnología HVDC no sólo permite transportar electricidad a largas distancias, desde un punto a otro, sino que también suministra energía a una superficie más grande con redes conectadas.
Los logros traen consigo beneficios sociales y políticos, además de las ganancias comerciales, según Frei, del centro WEC.
“El conectar las fuentes de energía de distintos países conlleva asimismo aspectos de paz y seguridad y fortalece los intercambios comerciales”, precisa Frei.
“No todas las regiones están dotadas de fuentes de energía, y para distribuir esa energía de modo más equitativo hace falta interconectividad”.
ABB calcula que controla aproximadamente el 40 por ciento del mercado dedicado actualmente al sistema de corriente continua de alto voltaje HVDC, espacio en el que su principal competidor Siemens tiene una cuota similar. Sin embargo, las cifras de sus ventas son un secreto bien cuidado.
Pero la competencia, particularmente en Asia, está empujándoles a tomar una porción más grande del negocio cuyo potencial se cifra entre 7.000 a 9.000 millones de francos (7.700 a 10.000 millones de dólares) por año, cuando venzan las últimas barreras tecnológicas. Esas barreras incluyen la necesidad de aumentar la capacidad y la velocidad de las líneas de distribución HVDC.
Otro bote de oro astronómico espera a la empresa capaz de desarrollar cortacircuitos de corriente continua que permitirían imitar la capacidad de los sistemas de corriente alterna y ofrecer un abastecimiento más flexible a los usuarios tanto industriales como domésticos.
La búsqueda de un método de distribución eléctrica más eficiente data de los primeros días del consumo colectivo, en las postrimerías del 1800.
El sistema de corriente continua (DC) de Tomas Edison fue finalmente descartada para favorecer el método de corriente alterna (AC) porque ésta encontró el apoyo de los fabricantes en Europa y Estados Unidos.
La corriente alterna (AC) es capaz de proveer electricidad a una amplia gama de artefactos domésticos con diferentes voltajes a través de distancias largas. Pero el sistema de corriente continua de alto voltaje (HVDC) puede distribuir energía a distancias largas con menos desperdicio.
La compañía ASEA, predecesora de ABB, desarrolló la tecnología HVDC a principios de los 1900 hasta darle un uso comercial exitoso en los años 1950.
Los logros de la firma sueca fueron empleados para conectar islas alejadas con la red sueca de energía eléctrica utilizando cables submarinos. El sistema fue aplicado con éxito en toda Escandinavia.
La necesidad de soluciones HVDC (sistema de corriente continua de alto voltaje) se ha disparado en los últimos años como consecuencia de la creciente demanda de energía de las economías emergentes. Esas necesidades involucran distancias largas, preocupaciones medioambientales y el desarrollo de remotos centros de energía renovable.
El sistema HVDC puede ser igualmente utilizado para conectar las redes de corriente alterna (AC) que eran incompatibles (asincrónicas) dentro del país o con otros países.
De acuerdo a la página web de ABB, hay 145 proyectos globales de HVDC planeados o ya existentes cuya capacidad de transmisión es de 140.000 megavatios. ABB ha proveído tecnología a más de 70 de esos proyectos con una capacidad combinada de 70.000 megavatios.
(Traducido por Juan Espinoza)
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