El gigante privado DKSH sale a bolsa

Tiene sede en Zúrich, se dedica al comercio multinacional y se define como la empresa privada más grande Suiza. DSKH cotizará en el mercado de valores suizo a partir del próximo 21 de marzo.
El grupo creció exponencialmente durante los últimos años ayudando a otras empresas a vender sus productos en el extranjero. Los medios lo denominan “el gigante silencioso” debido a su bajo perfil.
La empresa matriz Diethelm Keller Holding, basada en Zúrich, anunció febrero pasado su intención de enlistarse en el mercado de valores suizo. A partir del mes de julio.
La oferta pública inicial (IPO por sus siglas en inglés) permitiría a la cuarta generación de la familia fundadora -representada particularmente por el presidente del grupo, Adrian Keller- hacer líquida una parte de su posición accionaria antes de que el resto sea transferido a la quinta generación de propietarios de la firma.
El camino de DKSH rumbo a la bolsa se forjó gradualmente e inició en 2002, cuando se materializó la fusión entre Diethelm Keller Services Asia y SiberHegner Holding, ambas de origen suizo y con operaciones en Asia desde hace cerca de 150 años.
“Observamos este paso como una oportunidad para mejorar de forma sostenible el reconocimiento de la marca DKSH entre los clientes existentes y los potenciales. (La operación) nos favorecerá también en el mercado laboral cuando reclutemos talentos de alto nivel”, expresó Jörg Wolle, director ejecutivo de la firma.
Raíces asiáticas
El esperado anuncio de DKSH representa la segunda IPO más importante que ha tenido lugar en el mercado de valores suizo desde que en 2011 el gigante de las materias primas Glencore decidió salir a bolsa.
DKSH cuenta con una larga historia de comercio con Asia, que se remonta a la iniciativa de tres emprendedores suizos que se establecieron en Japón, Singapur y Filipinas para aprovechar la naciente apertura de los mercados a finales del siglo XIX.
La primera de las tres firmas fundadoras de la actual DKSH fue Siber & Brennwald –precursora del grupo SiberHegner–, que se instauró en Yokohama en 1865 con el fin de facilitar el comercio de ropa y relojes suizos en Japón y la venta de seda nipona en Suiza.
Con el inicio del milenio, las otras dos compañías fundadoras, Diethelm Holding y Edward Keller Holding, unieron sus fuerzas. Y dos años más tarde este grupo se fusionó con SiberHegner para constituir lo que hoy conocemos como DKSH.
La ampliada compañía decidió especializarse en los llamados servicios de expansión de mercado: consisten en ayudar a otras firmas a entrar en mercados de alto crecimiento, como el asiático, configurando para ellas cadenas de suministro e infraestructura logística, y ofreciéndoles asistencia para la promoción y comercialización de sus productos.
Expansión en Asia
La consultora Roland Berger estima que en Asia los servicios de expansión de mercado pasarán de un valor de 433.000 millones de dólares en 2010 (393.000 millones de francos) a 637.000 millones de dólares (585.000 millones) en 2015.
Según un estudio de esta firma, esto se debe a que el número de consumidores de clase media en Asia se multiplicarán por seis antes de 2020. Con ello, esta región pasará de concentrar el 23% del consumo global en 2010, al 42% en ocho años.
La industria relojera suiza ha sido especialmente exitosa en Asia. Las ventas de relojes helvéticos a China aumentaron un 49% en 2011, por lo que las exportaciones de relojes a esta región crecieron un 19%. Según estimaciones de Roland Berger, esto generó ganancias por 1.300 millones de dólares a las empresas que ofrecieron a los relojeros suizos sus servicios de expansión de mercado.
En 2011, DKSH registró ingresos del orden de los 7.300 millones de francos suizos (8.000 millones de dólares, un 22% más con respecto al año previo. Los beneficios de explotación totalizaron 238 millones de francos. El 4,2% de los ingresos totales se generaron en la región Asia-Pacífico.
Y aunque los observadores ven la bursatilización de DKSH como un paso lógico en su proceso de expansión, Suiza perderá a su principal jugador dentro de la clasificación de las empresas con gestión familiar.
En familia
De las 310.000 compañías que hay en Suiza, el 88% son controladas por intereses familiares, un número que se espera se mantenga estable, según Phillip Sieger, especialista del Centro para los Negocios Familiares de la Universidad de San Gall.
A su juicio, “no existe una talla crítica a partir de la cual resulte imposible que una compañía siga siendo gestionada como empresa familiar”, explica Sieger a swissinfo.ch. “Podemos observar numerosos ejemplos en el mundo de empresas inmensas que mantienen una administración familiar”.
Unas 77.000 de las empresas familiares en Suiza se enfrentarán a problemas de sucesión durante los cinco años por venir, según el trabajo que publicó el año pasado la Universidad de San Gall.
Pero solo el 1% de dichas compañías resolverá dicho reto a través de una oferta pública, señala. La mitad de las firmas serán vendidas al equipo que las administra; el resto a otra firma, amigos de los dueños o compradores externos.
El director ejecutivo de DKSH, Jörg Wolle, es consciente de que salir a bolsa entraña riesgos. “Sabemos que una oferta pública expondrá al grupo a un escrutinio público mucho más intenso que en el pasado”.
Sin embargo, los observadores de la operación consideran que al abrir sus libros, DKSH tiene mucho menos que perder que Glencore, grupo que se mueve en el reservado mundo de las materias primas y que frecuentemente negocia con mercados turbulentos.
Tras obtener capital fresco en 2008 mediante la venta de acciones a inversores privados, Wolle vislumbra las ganancias potenciales que traerá una oferta pública.
“Nos ayudará a fortalecer el perfil de nuestra compañía entre los accionistas actuales y entre los accionistas potenciales”.
Sus orígenes se remontan a 1864, cuando incluyó en sus filas al mercader Caspar Brennwald, entonces de 24 años de edad.
Tras contribuir a la creación de un Tratado de la Amistad y el Comercio entre Suiza y Japón, Brennwald –junto con su socio Hermann Siber- fundó en Yokohama una compañía llamada Siber&Brennwald.
La empresa, que promovía el comercio de relojes y ropa suiza en Japón y de seda nipona en Suiza, fue precursora de SiberHegner.
En 1868, otro empresario suizo, Eduard Keller, comenzó a trabajar en Filipinas y estableció su propia firma –Ed A. Keller & Co- en 1887.
Ese mismo año, Wilhelm Heinrich Diethelm fundó en Singapur Diethelm & Co, empresa que comercializaba fundamentalmente keroseno y caucho.
En 2000, Diethelm Holding y Edward Keller Holding se fusionaron para convertirse en Diethelm Keller Holding.
Dos años después este grupo se fusionó con SiberHegner para dar paso a DKSH.
DKSH registró ingresos por 7.300 millones de francos suizos en 2011, ganancias operativas por 238 millones de francos y utilidades netas de 152 millones de francos.
Cuenta con una plantilla de 24.000 trabajadores en 650 sitios de 35 países.
DKSH Japón ayuda actualmente a compañías de todo el mundo -que van desde la actividad farmacéutica o química hasta la industria de la maquinaria, bienes de consumo, alimentos o tecnología- a establecerse y comerciar sus productos en Asia.
(Traducción: Andrea Ornelas)

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