Bélgica detecta errores policiales previos al atentado yihadista de octubre con 2 muertos
Bruselas, 5 abr (EFE).- Bélgica ha detectado lagunas en las investigaciones policiales previas al atentado yihadista del pasado octubre en Bruselas, en el que murieron dos personas, que tuvieron «consecuencias negativas concretas», como haber registrado al sospechoso en bases de datos con su nombre escrito con cuatro nomenclaturas distintas. Así lo señalan los tres informes del Comité Permanente de Control de los Servicios de Policía y del Comité Permanente de Control de los Servicios de Inteligencia, que se han hecho públicos esta semana y que afean, por ejemplo, que el mismo sospechoso apareciera en los archivos policiales con cuatro nombres: Abdesslem Laswad, Abdesalem Lassoued, Abdessalem Lassoued y Abdessa Lassoued. El atentado tuvo lugar en el centro de Bruselas el pasado 16 de octubre, poco antes de un partido amistoso de fútbol que debían disputar Bélgica y Suecia en el estadio Rey Balduino. Un hombre de nacionalidad tunecina llamado Abdesalem Lassoued, de 45 años y a la postre abatido por la policía, asesinó con un arma automática a dos aficionados suecos e hirió de gravedad a un tercero, poco después de difundir en redes sociales un vídeo declarando su lealtad al grupo terrorista Estado Islámico y anunciando su intención de cometer atentados. El suceso llevó a dimitir al ministro de Justicia, el liberal Vincent Van Quickenborne, quien reconoció un «error monumental» de la Fiscalía de Bruselas al haber ignorado una solicitud de extradición de Túnez sobre el individuo y asumió el fallo como propio. Los atentados han sido analizados ahora por los citados comités y, tras discutirse a puerta cerrada este miércoles en el Parlamento federal, dos de ellos se han hecho públicos mientras que el diario DH ha publicado información del tercero. Las documentos señalan errores como el detectado en noviembre de 2019, cuando la Oficina de Extranjería analizase el perfil de «Adessalem Lassoued» pero no lo conectó con «Abdesslem Laswad», que es como aparecía registrado el mismo individuo por presuntamente haberse radicalizado y estar listo para cometer atentados, según una de las identidades recogidas en las bases de datos policiales. Las autoridades belgas no establecieron el vínculo hasta mayo de 2018, cuando la Oficina de Extranjería cursó una segunda solicitud. Los informes recogen varios casos similares en el que el confuso archivo de los datos del entonces sospechoso por radicalización islámica dificultaron las investigaciones de las fuerzas de seguridad. «Errores en el registro de datos relacionados con Lassoued Abdes(s)alem (…) han sido la causa de errores de interpretación en diversas investigaciones (…) con a veces consecuencias negativas concretas», señala el Comité Permanente de Control de los Servicios de Policía, mientras que el Comité Permanente de Control de los Servicios de Inteligencia sostiene que «el sistema de intercambio de información debe mejorarse». Los informes, que también detectan una falta de personal y de supervisión en las investigaciones de presuntas radicalizaciones, no concluyen que el trágico atentado pudiera haberse evitado sin esos errores. Pero sí subrayan que la expulsión del territorio belga del individuo «habría sido el obstáculo más eficaz para la comisión del atentado del 16 de octubre de 2023». «Es un poco un desastre. Hay demasiados errores, demasiados operadores diferentes y una falta total de comunicación. A esto se suma una completa falta de liderazgo», declaró al diario Le Soir un miembro sin identificar de la comisión parlamentaria competente. EFE jaf/mb/jac
