Cinco ONG denuncian recurso abusivo a la retención de sin papeles en Francia

París, 26 abr (EFE).- Cinco ONG de defensa de los inmigrantes denuncian el recurso en Francia a la retención de sin papeles «de forma abusiva con demasiada frecuencia y a menudo en condiciones indignas», en un estudio publicado este miércoles sobre las personas que estuvieron internadas en esos centros el pasado año.

Un total de 43.565 pasaron en 2023 por los centros de retención que hay en Francia, una cifra superior a los 42.353 de 2021, pero inferior a la de años anteriores a la pandemia, y en particular al pico de 53.273 en 2019.

La mayor parte de esas personas (27.643) estuvieron internadas en los centros que hay en los territorios franceses de ultramar, y en particular en la isla de Mayotte, en el Océano Índico, que concentró 26.020, y que refleja el problema específico de la presencia masiva de inmigrantes (alrededor de la mitad de la población), sobre todo del mismo archipiélago de las Comoras.

Un 74 % de los sin papeles que pasaron por los centros de retención de esos territorios de ultramar franceses fueron expulsados, una tasa muy superior al 44,65 % en los centros de la Francia metropolitana.

Las organizaciones no gubernamentales autoras del estudio (entre las que figuran La Cimade o Francia Tierra de Asilo) hicieron hincapié en que las sucesivas leyes aprobadas en Francia y las instrucciones del Gobierno se traducen en periodos de retención más largos, y eso pese a que las perspectivas de expulsión son en ocasiones «muy débiles o incluso nulas».

En la Francia metropolitana, las principales nacionalidades de las personas retenidas en 2022 eran la argelina (23,5 % del total), la albanesa (11,6 %), la marroquí (8,9 %), la tunecina (8,2 %), la afgana (5,1 %) y la rumana (4,5 %).

En cuanto a los países a los que fueron expulsados, un 22,2 % se enviaron a Albania, un 11,5 % a Argelia, un 7,7 % a Rumanía, un 7,2 % a Italia, un 7 % a España y un 5,9 % a Alemania.

En muchos casos, los sin papeles son expulsados a otros países europeos que se considera que fueron su puerta de entrada en la Unión Europea.

De media, el pasado año esos inmigrantes retenidos pasaron 23 días encerrados, uno más que en 2021 y notablemente más que en los años anteriores (16,7 días en 2020, 16,6 en 2019, 15,5 en 2018, 12,8 en 2017).

Las ONG se quejan de que Francia es el país de la UE que más medidas de expulsión dicta (más de 100.000 anuales desde 2020 sólo en su parte europea), lo que significa más de la cuarta parte de los veintisiete países de la Unión.

Únicamente una pequeña parte de esas expulsiones puede ejecutarse en la práctica (un 10 % en el primer semestre de 2022). Una de las consecuencias es que algunas personas objeto de órdenes de expulsión son internadas en centros de retención pero deben ser liberadas al cabo del tiempo. EFE

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